Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Astronomía forense: una científica argentina ayuda a resolver delitos según la posición de los astros

Desde 1987 la Doctora María Silvina De Biasi colabora con el Poder Judicial en causas en las que personas culpan al sol que los encandiló o a la falta de luz de la noche luego de haber cometido un acto delictivo. Además, explica cómo actuaron en la causa del crimen de Cabezas.

Laura Gregorietti

lgregorietti@lanueva.com

 

   Más de una vez hemos escuchado que el acusado de un crimen o de un grave accidente se defendía culpando al Sol que lo "cegó" o a la noche "porque no se veía nada".

   Argumentos que recién en manos de una astrónoma y a la hora de hacer un análisis pormenorizado adquieren rigor científico, ya sea para culpar o exonerar.

   María Silvina De Biasi es doctora en Astronomía y egresada de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad de La Plata, en donde trabaja.

   Porteña, de 58 años, es miembro del Conicet y además de ser docente se dedica a investigar a las estrellas más jóvenes de nuestra galaxia.

   Pero desde hace más de 30 años trabaja también en un área que ella misma bautizó como "astronomía forense", en la que desde el Departamento de Astrometría de la Facultad, se encarga de responder a oficios judiciales en los que se requiere de información astronómica ya sea para aclarar algún crimen, accidente o un litigio entre vecinos.

   "Estos oficios llegan a la Facultad generalmente a través del Poder Judicial y no se cobran porque son de carga pública. La mayoría de las veces nos convocan para resolver algún delito, ya sea un choque, un litigio entre dos personas -por ejemplo un árbol que le da sombra al vecino y le tapa la pileta- o un accidente de mayor envergadura", destacó.

   En los informes que realiza se especifica, entre otras cosas, datos como a qué hora se puso el sol o empezó a estar claro, algo que los astrónomos llaman "crepúsculo civil".

   "Si es de noche, hay que saber si en ese momento hubo por ejemplo Luna llena, que todos sabemos que en esa fase ilumina muy bien. En cuanto a esos delitos, siempre lo primero que calculo es la hora de la puesta del Sol y la época del año, eso sumado a la experiencia y la observación ayudan a plantear la resolución. Y no sé si llamarla coincidencia o no, pero muchas veces los crímenes se cometen cuando hay Luna Llena, por eso dejo a criterio de los psicólogos el contar si tiene o no relación con algo. Como dato anecdótico, que no resolví yo sino que llegó al Observatorio Naval de Buenos Aires, el crimen de José Luis Cabezas ocurrió en Luna llena".

   A su vez, los astrónomos se sirven de diversas herramientas para elaborar los informes judiciales.

   "Trabajamos con programas para reproducir la posición de la Luna, el Sol y cualquier objeto celeste en el cielo, en la Tierra y en cualquier instante. Eso lo podemos hacer gracias a toda la historia de la Astronomía, los 400 años de observación y de los modelos del movimiento de la Tierra alrededor del Sol, de la Luna, de la Tierra y los planetas", aclaró.

   Si el delito ocurrió a la noche, los datos astronómicos se complementan con lo que brinda el Instituto Nacional de Tecnología Industrial.

   "El Departamento de Luminotecnia de esa institución calcula cuánto iluminaba la Luna con los datos que les doy, que son la superficie iluminada y su posición en el cielo".

   De Biasi recuerda que en el oficio sobre la investigación del asesinato de José Luis Cabezas solicitaron saber las condiciones que hubo ese día y cuando se podían repetir para programar la reconstrucción del crimen.

   "Pero como la Luna se mueve muy rápido, su posición cambia en el cielo a lo largo de los 28 días que dura el periodo de revolución de ese astro alrededor de la Tierra. Es difícil entonces que en poco tiempo de sucedido el crimen en este caso, se repitan estas condiciones, la posición en el cielo y la fase del momento del hecho. Con el Sol es más sencillo el trámite. Pero para hacer las reconstrucciones de los hechos hay que respetar los periodos astronómicos".

   Para hacer los cálculos es imprescindible saber la ubicación geográfica del hecho. La luna no se ve igual desde Bahía Blanca que en Buenos Aires.

   "Vemos la Luna en direcciones distintas y a veces los datos que yo calculo, tienen una validez de 50km alrededor del punto del dato. Lo que tienen de falencia estos oficios, es que no especifican las coordenadas geográficas del lugar, como pasó con lo de Cabezas, que el documento decía Dolores, por el lugar del juzgado, en lugar de Pinamar, sitio del crimen. De todos modos no recibimos muchos de estos oficios, es una pena que el Poder Judicial no sepa que la astronomía puede brindar información importante para ayudar a esclarecer algún delito".

   Por el manejo que tienen de los astros, a los astrónomos se les atribuye cierto halo de "magia y misterio".

   "Será porque tenemos la posibilidad de poder calcular las posiciones de los astros en el pasado y en el futuro. Por ejemplo, sabemos que la velocidad de la luz es finita, de 300 mil kilómetros por segundo, y cuando observamos un objeto lejano en realidad lo estamos visualizando en el pasado, porque la luz tarda en llegar. La estrella que está más cerca del Sol -Alfa Centauri, uno de los punteros de la Cruz del Sur- está a 4 años luz. Es decir ahora estamos en 2020 y la luz que nos llega ahora salió en 2016".

Sobre los viajes tripulados

   Semanas atrás, Elon Musk, fundador de la empresa SpaceX envió a dos astronautas al espacio en un cohete desde la NASA.

   "En realidad no me pareció nada asombroso, me causa todavía un poco de escalofrío que una empresa privada haga viajes espaciales porque va a empezar a comercializar el espacio extraterrestre que es de todos, según una carta que se firmó en las Naciones Unidas en 1979".

   A su entender, Elon Musk es un tipo muy hábil y un mejor empresario.

   "Ahora está queriendo poner satélites a muy baja altura para aumentar la red de internet, es decir para que el enlace no sea con fibra óptica como es ahora, lo cual nos está limitando a todos los astrónomos la capacidad de observar, protesta que ya elevó la Unión Astronómica Internacional, pero que ignoraron. Es claro que les interesa más la economía que obviamente la ciencia, pero si el señor Musk está planeando turismo espacial, ya empiezo a ahorrar para hacerme un viajecito", aclaró entre risas.

Una pasión innata

   "Yo siempre digo que mi pasión por los astros comenzó en la panza de mi mamá, en abril de 1961, cuando Yuri Gagarin se convirtió en el primer hombre en observar la tierra desde una nave espacial".

   Silvina cuenta que además de revisar a diario las noticias que provienen de nuestra ciudad, su familia tiene un departamento en Monte Hermoso desde que era niña.

   "Siempre digo que Monte es mi lugar en el mundo. De chica amaba mirar el cielo estrellado en la playa, por eso digo que ese cielo me acercó más a mi profesión".

   En estos tiempos de confinamiento en los que no puede viajar a su Monte querido, recuerda con afecto a amigos y vecinos, como las familias Pellegrini, Di Canto, Nebbia y Tajan y los de años atrás, Delorte, Pallotini, Atena, Peretti y Paloni, que son parte de sus recuerdos de toda la vida en la ciudad balnearia.

   En su faz de docente, De Biasi ejerce como profesora de la materia de Astronomía de 2° año, Astronomía de posición. Además tiene un postítulo en Pedagogía, es profesora universitaria en Astronomía de la Universidad Católica de Salta y hace actividades de extensión desde sus últimos años de alumna y desde el 2010, dirige un proyecto de extensión de la facultad que es un curso de capacitación docente para los niveles primario y secundario para la provincia de Buenos Aires.

   "Actividad que disfruto mucho ya que le enseñamos a los docentes cómo enseñar astronomía del diseño curricular", concluyó