Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Federico Harina dejó los triples y ahora tira preguntas al estilo ping pong

Dos veces por semana, el escolta de Villa Mitre reúne al ambiente del básquetbol en transmisiones en vivo por Instagram que dan que hablar.

Fotos: archivo La Nueva.

Por Mauro Giovannini / mgiovannini@lanueva.com

   El aislamiento social, preventivo y obligatorio lleva más de 60 días aunque, desde que fue decretado por el presidente de la Nación, de alguna manera obligó a la sociedad a buscar alternativas para ocupar el tiempo libre en casa. 

   En ese sentido, Federico Harina tuvo una idea que, si bien lejos está de ser original, goza de buena salud porque cayó bien en el ambiente. Se llama "Ping pong de cuarentena" y va en vivo por la cuenta de Instagram @fedeharina los martes y viernes a las 23.

   "No es algo que haya inventado yo, hay programas de televisión que hacen ping pong de preguntas y respuestas. Y una noche, acostado en la cama, se me ocurrió hacerlo con los jugadores de Bahía. A mi también me divertiría hacerlo. La idea principal era esa y, obviamente, distraerme un poco de lo que es estar encerrado todo el día", contó.

   "Sinceramente, resultó —continuó—. Porque los días que lo hago estoy con la cabeza a mil, anotando preguntas, buscando anécdotas… Mi mamá me dice ‘soltá el teléfono’, y yo le respondo que tengo laburo ja, ja, ja. Lo tomé como un chiste, para despejarme y pasar un rato entretenido. Pensé que iban a entrar a ver mis diez amigos y otros diez amigos del invitado. Dije, bueno, nos mirarán veinte personas. Pero el primer día se sumó mucha gente y pasamos largamente las cien personas en el momento, con más de 300 o 400 al final de cada uno. Es una locura que no esperaba".

  Por el talk show ya pasaron 15 invitados: Franco Ruesga, José Gutiérrez, Tomás Scarpaci, Fabio Zangla, Lucas Marín, Fabián Sahdi, Juan Ignacio Bellozas, Mauro Zalguizuri, Javier Bollo, Matías Martínez, Leonardo La Bella, Agustín Dottori, Germán Andrés y los entrenadores Andrés Iannamico y Mauricio Vago.

   “No pienso en la repercusión que puede tener. Hay mucha confianza con la persona que está invitada, entonces se genera una charla en la que te olvidas que te están viendo. Uno no se da cuenta”, sostuvo Harina.

   “Yo les digo que no soy periodista, así se sacan el casete. Trato de llevarlo como una charla de amigos y salen lindas anécdotas que quizá no se cuentan en otros momentos. No tengo nada improvisado, está registrado en un cuaderno, soy de la vieja escuela, je", agregó.

   En el último episodio, Iannamico recordó la nota publicada por este medio allá por julio de 2018, cuando por decisión propia se alejó de la dirección técnica de la selección bahiense. "No era un adiós sino un hasta luego; de hecho la nota salió así. Me gustaría volver. Siempre me tira Bahía porque lo llevo en la piel. Me picó el bichito de vuelta", contó el DT. 

   Las charlas, que duran aproximadamente media hora con cada invitado, no son exclusivamente deportivas. Ahí radica una parte del éxito.

   "Arranco con diez preguntas de básquet, sigo con otras diez de la vida personal y, por último, algunas más picantes (sic) que son las que más le gustan a la gente".

   "Aprovecho a nombrar a Toto Carulla, un amigo que me da una mano con la gráfica que uso para promocionar cada programa porque yo tecnología, cero. También metí un sponsor y sin buscarlo; me escribieron para darme canjes si los nombraba. Increíble", mencionó.

   “Nadie me dijo que no quería participar. De hecho, algunos me dijeron que estaban esperando que los llame. Esto va a durar lo que dure la cuarentena. Cuando vuelva a Bahía no lo voy a hacer más, solo el tiempo que esté acá en Villa Regina. La idea era mantener la cabeza dispersa y, como se sumó mucha gente, está bueno", señaló el reginense.

   —Algunas preguntas o anécdotas generan pudor en los invitados...

    —Las primeras veces estaba nervioso, pero después se me hizo natural y hasta me doy cuenta en qué momento se pone nervioso el invitado.

   —Por ejemplo, con Scarpaci sucedió que le hiciste una pregunta íntima y justo se conectó la mamá.

   —Si, ja, ja, ja. Tomás se empezó a tocar la cara, me decía ‘está mi mamá’…

   —Y también pasa al revés, cuando en el medio de la charla salís con un tema serio.

   —El tema de la confianza me permite tocar temas serios. Hablamos con Matute (Martínez) del episodio que tuvo con un árbitro, por ejemplo. Él aprovechó a contar su punto de vista. Dottori también. La mayoría cuenta lo que le pasó, como Germán (Andrés) con Juan Pablo Rotta, que dijo que tuvo una actitud de cobarde después de un partido. Quizá en otro momento son cosas que no se cuentan.

   —Habías arrancado solo hablando con jugadores, ¿qué diferencias hay cuando enfrentás a un entrenador?

   —No cambia mucho, voy viendo cómo se va dando… Solo cuando son padres de familia cambio un poco las preguntas, je.

   —Y desde lo deportivo, ¿cómo llevas esta cuarentena?

   —Estoy esperando, como todos. Los clubes están resolviendo la temporada que terminó y a partir de ahí empezarán a pensar en lo que viene. Una vez que me llamen de Villa Mitre me juntaré a hablar. Mi idea principal es seguir en el club, veré qué piensan ellos.

   —¿La idea es jugar el torneo local también en Villa Mitre?

   —Mi idea es jugarlo hasta que arranque la Liga Argentina, pero no hablé nada y no sé cuál es la idea de Villa Mitre. Supongo que para fines de junio ya estará el panorama un poco más claro de cara al futuro. Lo único que sé es que quiero volver a jugar la Liga Argentina; si es en Villa Mitre mejor y sino tendrá que ser en otro lado.