Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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La nueva novela de Jorge Torres Zavaleta

“Dos criadores. Las últimas luces”, el flamante trabajo que trata de dos familias que crían caballos y pretenden tener al mejor del año.

Jorge Torres Zavaleta, autor de la flamante obra.

   La nueva novela de Jorge Torres Zavaleta nos sumerge en la Argentina de los años 60, centrada en una ciudad de Buenos Aires en donde dos familias criadoras de caballos, antagónicas, pretenden tener al crack del año. Las miradas están puestas en Morning Glory, el crédito de la familia del protagonista, Martín, que narra en primera persona las peripecias de esta novela. Del otro lado la familia rival, los González Carranza, con la enamorada Fabricia que embelesa al joven narrador, a quien no se le olvida el encono entre su propio abuelo y el abuelo de su amada. Los jóvenes avanzan en su relación, proyectan juntos su futuro mientras la acción hípica va creciendo en las páginas del libro. 

   Los resquemores amorosos, los desafíos deportivos, la crianza y la puesta a punto de los equinos se muestra de una manera muy bien aceitada por la mano diestra de Torres Zavaleta, tanto, que la novela se deja leer con fluidez, atrapando al lector desde el comienzo y transportándolo por las aventuras de los jóvenes que miran con ojos asombrados el presente y sueñan con ojos dulces una vida juntos. 

   El telón de fondo de la música de los sesenta y la efervescencia estudiantil del mayo francés matiza el universo que los ojos del protagonista van descubriendo, y la transición de la adolescencia a la adultez se abre ante los nuestros. La novela funciona como un mecanismo de palabras que nos transporta con eficacia a esa época y vivimos los pormenores de la joven pareja. 

   Lo central en la historia es el apronte de Morning Glory, a quien se le vaticina una temporada de triunfos. La sombra del caballo Courvoisier, perteneciente al haras enemigo, flota en el relato como un mal presagio. La gloria de ese año solo podrá pertenecer a uno de ellos. Y es con magistral mano como lo resuelve el escritor, ya que es una novela en donde el suspenso nos atrapa, merced a la correcta dosificación de la información suministrada por el taumaturgo. Una historia entrañable y divertida, que quedará en el recuerdo de quienes se adentren en sus páginas.