Quién es Federico de Dinamarca, el príncipe que viene a Bahía Blanca
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Mañana Bahía Blanca tendrá una visita poco usual: llegará por poco más de una hora el príncipe de Dinamarca, Federico.
Federico de Dinamarca visitará el Parque Eólico Corti 2 que impulsó la empresa Pampa Energía con mantenimiento de la firma danesa Vestas.
El hombre de 50 años es el heredero del trono de Dinamarca, está casado y tiene 4 hijos. Es el hijo de Margarita II, que vino con él a la Argentina pero no llegará a nuestra ciudad.
Cuando Federico era joven fue protagonista de algunos escándalos, romances y aventuras que lo pusieron en las tapas de los diarios.
El mayor fue en la noche de fin de año de 1991 cuando la policía lo detuvo a él y a su novia borrachos conduciendo su auto sin carnet. Ahí nomás Margarita lo mandó a la Universidad de Harvard a terminar sus estudios de Ciencia Política.
Al "príncipe que no quería ser rey", según una confesión que hizo el año pasado, se lo conoce como "príncipe turbo" por su afición por los autos y "príncipe de hierro" por su buena condición de atleta que lo llevó a participar varias veces de maratones.
En un documental por sus 50 años contó que de adolescente fue "muy incómodo" darse cuenta de que tendría que asumir como rey, aunque admitió que desde que se casó con la abogada australiana Mary Donaldson en 2004, ya se siente preparado.
Una de las cosas que más cambió su vida, según su biografía, fue el curso de adiestramiento en el cuerpo de buzos que hizo en los 90.
"Soy una persona antes de él y otra después. Quizás empecé a caminar más erguido, sin malinterpretarlo como ser engreído, nada que ver, más bien al contrario. Pero uno se siente bien diciendo: hemos ganado una batalla, una de las que uno pelea por sí mismo", admitió.
Al heredero danés le gusta el rock y el pop. Escucha desde Led Zepellin o Metallica hasta David Bowie o Justin Timberlake. Se lo ve de vez en cuando en recitales.
Tiene un tatuaje de un tiburón en el gemelo y un motivo nórdico en un hombro.
La monarquía democrática
La monarquía de Dinamarca, una de las más antiguas del mundo, es constitucional desde 1849, por lo que la reina no puede involucrarse en política.
Tiene roles institucionales, como la aprobación del gobierno y la representación del país en el exterior.
En 2014 el 82 % de los daneses se mostraron en contra de abolirla. (La Nueva., Hola!, La Nación y Marca)