Con las nuevas tecnologías, el ahorro de la energía llegó para quedarse

Redacción de La Nueva.

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Por Javier Oscar Schwab / jschwab@lanueva.com

   Bahía Blanca se caracteriza por ser una ciudad que tiene curiosidad por las nuevas tecnologías y la tendencia a lo moderno. De ahí que muchas empresas buscan satisfacer esas necesidades ofreciendo productos de calidad.

   Una de ellas es, sin dudas, Climatec SRL, que desde 1980 -a punto de cumplir 40 años- ocupa un lugar preponderante en lo referente a climatización y aberturas de PVC.

   “En tecnología se han producido muchos cambios, fundamentalmente en todo lo relacionado con el control de aire acondicionado en distintos ambientes. A nivel mundial la crisis energética se tornó sensible, y se siente. Y esto ha impactado también a la Argentina. Entonces, las nuevas tendencias en un sector como el de la construcción apuntan a reducir los consumos de energía”, afirmó el ingeniero industrial Eduardo Martín, propietario de la firma que tiene sus oficinas en Santa Fe 331.

El ingeniero industrial Eduardo Martín, propietario de Climatec SRL.

   Egresado de la Universidad Nacional del Sur en 1976, con una dilatada trayectoria como empresario, Martín señaló que en la actualidad se opta por el confort y el ahorro de energía. “Antes, un sistema de calefacción o de aire acondicionado para una vivienda funcionaba con un termostato único, sin importar las orientaciones de los ambientes. Todos tenían calor o todos tenían frío. Hoy tenemos sistemas centrales con control individual ambiente por ambiente”, puntualizó.

   Términos como aerotermia (combina bajo consumo, confort y un bajo impacto ambiental), se adaptan a las tendencias que hoy buscan consumidores y tomadores de decisión en materia de climatización. Una de las tendencias más innovadoras es la utilización de equipos de aerotermia mediante piso radiante, tanto para la refrigeración como para la calefacción de espacios.

   Al incorporar tecnología inverter, estas soluciones consumen menos energía que las instalaciones tradicionales, tales como calderas a gas o eléctricas, o equipos de aire acondicionado. “Estos sistemas surgen en Estados Unidos después de la primera Guerra del Golfo. Con la crisis del combustible arrancan los sistema del control de energía”, contó Martín.

   --¿Con los nuevos sistemas se obtienen ahorros de energía?

   --Si. Un gran auge son las aberturas de PVC, con doble burleteado o vidriado hermético, que apuntan fundamentalmente al consumo de energía que se necesita para calefacción de aire acondicionado. Se ahorra hasta un 30 por ciento.

   “Se logra conservar el calor y, a la vez, evitar que el mismo ingrese desde el exterior. Hicimos la prueba en un edificio local inaugurando recientemente, que tiene un gran frente vidriado hacia el sector noroeste, antes de poner en marcha los equipos de refrigeración en el ambiente. En un estar de grandes dimensiones la temperatura alcanzó los 26 grados siendo que afuera hacía 34”.

   --Con 26 grados se podría prescindir del aire acondicionado.

   --Prácticamente. Y se logró gracias a las aberturas de PVC y a la aislación de los muros, que también son muy importantes. Hoy se aplica mucho el trabajo con doble muro y materiales aislantes en el sector intermedio.

Las aberturas de PVC y los sistemas de aislación, lo mejor en el mercado local.

   --¿Existe conciencia de los beneficios de estos nuevos productos?

   -La gente va tomando conciencia con el ahorro de energía y el confort obtenido a nivel insonorización de la vivienda, evitando escuchar los ruidos de los vecinos o el tráfico que se genera en la calle.

   --¿Cómo es la relación precio-calidad?

   --Comparable a una abertura de alta gama de materiales de aluminio. El PVC es de rápida y fácil colocación, mucho más limpio. Prácticamente no se requiere de obra húmeda.

   --¿En materia de climatización también se puede ahorrar?

   --Sin dudas. Con los equipos de aire acondicionado Inverter, que desde hace algunos años llegaron para quedarse e ir reemplazando a los convencionales.

   “Funcionan con un compresor de velocidad variable. Hasta ahora los equipos convencionales de aire acondicionado, frigoríficos o heladeras, funcionaban con compresores de velocidad fija. Los Inverter, en cambio, consumen la energía proporcional a la demanda de calor o frío en el ambiente”.

   --¿El costo del Inverter se puede amortizar?

   --Si. Con el tiempo se va amortizando. En Europa y Estados Unidos ya no se ven compresores de velocidad fija.

Los aires acondicionados Inverter, lo último en tecnología.

   --¿Cuál es el menor rango de frigorías al que se puede acceder con un Inverter?

   --Desde 2.200 frigorías hasta el rango que se necesite. Incluso, las heladeras de última generación también disponen de un Conversor Inverter, siendo el ahorro de energía muy significativo.

   --¿Cómo funcionan los nuevos sistemas de calderas?

   --El principio de funcionamiento de las calderas de condensación se basan en el proceso de condensación, un cambio de base de una sustancia en estado gaseoso a estado líquido. Con esta tecnología se aprovecha el poder calorífico y se condensan los humos, que en una caldera convencional se desechan al ambiente.

   “Se reutiliza el calor (residual) con un rendimiento del orden del 103 a 107 %, contra uno del 90 o 92%, en el mejor de los casos, de una caldera convencional. En Europa hace varios años que no se aceptan calderas que no sean de condensación, porque allá se valora el costo del gas”.

Las calderas de condensación, con el sistema de regulación para cada ambiente.

   --Si lo trasladamos a la construcción, ¿cómo estamos parados en Bahía?

   --Cuesta introducirlo por los costos y porque hay que vencer una costumbre, una tradición que tienen los desarrolladores de los sistemas convencionales. En España, donde hice varios talleres, existe un trabajo mancomunado entre la parte pública y la privada en cuanto a capacitación y normativa.

   “Por caso, para un edificio de multivivienda de propiedad horizontal se utiliza el sistema centralizado, no se pueden instalar calderas individuales. En un edificio céntrico de Bahía, para unos 100 departamentos, instalamos calderas de 24.000 calorías, sumando un total de 2.400.000 calorías. Con un sistema centralizado de calefacción, y agua caliente, se podría bajar a 600 mil, con un notable ahorro de energía”, concluyó Martín.