Estaba celoso de un compañero, le robó el reloj y lo echaron del club
Lamine Diaby-Fadiga reconoció el error.
Lamine Diaby-Fadiga reconoció que le robó el reloj de su compañero Dolberg en el vestuario del Niza, valorado en 70.000 euros.
En consecuencia, la dirigencia francesa no tuvo piedad y se sacó de encima al delantero de 18 años.
El jugador, por su parte, emitió un comunicado, aclarando que no lo hizo por un tema económico, sino por celos y frustración.
El mismo dice lo siguiente:
"Me gustaría disculparme con los aficionados. Muchos han estado conmigo y me han acompañado con amabilidad desde mi debut profesional. Sus reacciones están a la altura de la decepción que, sin duda, sienten por mí y les debo explicaciones.
Me desquité con él sin razón, tal vez un poco por celos. En lugar de luchar en el campo para competir con él, actué con odio.
Defendí la camiseta de mi club de la infancia con orgullo durante la temporada pasada en la Ligue 1. Desafortunadamente, me lesioné para muchos meses y mi vuelta a la competición fue aplazado otra vez después de recibir una tarjeta roja en un partido con el equipo sub 19.
Me afectó mentalmente y mi situación contrastaba con el éxito y el aura de Kasper (Dolberg), mi compañero de equipo. Me desquité con él sin razón, tal vez un poco por celos. En lugar de luchar en el campo para competir con él, actué con odio.
Mis acciones no estaban guiadas por el apetito de la ganancia sino por desilusión, frustración y desacreditación.
Por supuesto, solo tengo 18 años, pero mi edad no excusa nada. Reonocí lo que había hecho y me presenté frente Kasper, Monsieur Fournier, director del club, Patrick Vieira, mi entrenador, y Danté, mi capitán.
Me disculpé con cada uno de ellos. También me comprometí a compensar a mi compañero reembolsando lo que me llevé. Le deseo mucho éxito en el Niza y en su carrera. Tal vez nos volveremos a encontrar algún día en el terreno de juego y este asunto será solo un mal recuerdo.
A partir de ahora, dejo el club en el que siempre he querido tener éxito y crecer, lo que es para mí el mayor castigo.
A partir de ahora, dejo el club en el que siempre he querido tener éxito y crecer, lo que es para mí el mayor castigo. Espero demostrarles algún día que tenían razón y que soy mejor que esto. La redención vendrá en el campo y ahora quiero dedicarme a mi gran pasión: el fútbol". (Marca y La Nueva.).