En el Osvaldo Casanova se terminó la ilusión de Bahía Basket en la Liga Sudamericana
Por Fernando Rodríguez / ferodriguez@lanueva.com
Estuvo tan cerca y pareció tan lejos… Hasta suena injusto que Mogi das Cruzes haya barrido a Bahía Basket, aunque así lo indican los números finales, tras el último juego, perdido esta vez en el Casanova, por 84 a 81.
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Definitivamente, los brasileños terminaron imponiendo su jerarquía individual y experiencia colectiva, frente a un dignísimo rival, joven, cargado de talento, que seguramente capitalizará esta experiencia.
La visita salió a sacar de circuito a Redivo. Le cambió en todas las defensas, cortó línea de pase y obligó a que otros tomen protagonismo. Johnson con su tiro de 3/4 metros y Vaulet se cargaron con la ofensiva que, de todos modos, careció de fluidez.
De todos modos, fue imposible de nivelar el ritmo de Mogi, porque enfrente metió 5 e 8 en triples distribuidos en manos de 3 jugadores diferentes: 20-24 el primer cuarto.
La construcción tenía que ser desde atrás hacia adelante. Y fue lo que logró Bahía. Subió la defensa, ensució el traslado, evitó los sistemas para que los tiradores tomen lanzamientos a pie firme y salió disparado.
Imponiendo su ritmo empezó a incomodar a los brasileños. Se generaron espacios, Fjellerup rompió y terminó con un volcadón, sumándole otro tras un recupero para hacer estallar el Casanova.
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El compromiso de Johnson-Levy fue vital en la lucha en la pintura, mientras que la defensa colectiva generó 8 pérdidas de la visita y se tradujo en un juego más dinámico del local, que supo disimular el 1-11 en triples y sacó 11 de máxima.
Si no fuera por el triple sobre la bocina de Filipin, el cuarto terminaba 24-9. No obstante, el 44-36 estaba bien. Generaba tranquilidad y confianza.
En la medida que mantuvo el ritmo, buscó variantes y corrió en algunas oportunidades, con eso le alcanzó para mantenerse en los 10 de diferencia.
El reingreso de Curnell (afuera con 3 faltas), reactivó a Mogi. Con todos sus recursos para jugar de frente alejado del cesto o de espaldas, empezó a dañar y el resto se fue soltando.
Mientras tanto, Redivo siguió activo buscando opciones, aunque Bahía perdió juego, no tuvo conexión ni claridad y perdió el cuarto 26-21 (65-62 arriba).
Pancho, en el inicio del último cuarto intentó contener al todoterreno Curnell, pero atacó el cesto y complicó. Y ahí aparecieron tiros abiertos de Taylor y Stallworth.
Mogi sacó 3, diferencia que rápidamente Vaulet borró con dos tiros cortos. Esto más una asistencia de Redivo a Whelan le dio 3 de ventaja al local.
Caio empató con un doble de espaldas más libre. Restaba 1m50. Enfrente, Lucio erró de 3, Curnell bajó el rebote y Stallworth facturó de 3 (79-82), con 1m18.
En el apuro Redivo volvió a errar, aunque Taylor respondió de la misma manera. Quedaban 45s y la pelota la tenía Bahía.
Levy falló de 3 y Vaulet anotó pisando la línea de 3: 81-82, con 25s.
Levy, con la quinta, mandó a la línea a Taylor: 1-2 (81-83), con 21s.
Mogi tenía dos faltas para dar. Una la gastó con Lucio. Restaban 17s. Y el propio Redivo a la acción siguiente atacó, pero le pegó en el pie y se fue por la línea de fondo. Quedaban 12 segundos.
Curnell recibió en la pintura y falta. Hizo 1-2 en la línea: 81-84.
Whelan enfrente erró de 3 y Oliveira en la línea falló (el segundo lo sacó Johnson).
Restaban 4 segundos, Redivo salió disparado y forzó un tiro pasando mitad de cancha. No entró. Fue la última posibilidad de que Bahía siguiera en carrera.