Robo y destrozos en el predio de La Armonía

Redacción de La Nueva.

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“En esta sociedad hay que trabajar más y dejar de hablar tanto. Me rompo el lomo para sacar a los chicos de la calle y nos pasa esto; es evidente que todavía estamos fallando en algo”.

De este modo comenzó la conversación con el cronista de este diario Adrián Macre, presidente del club La Armonía, quien no pudo ocultar su desilusión tras tomar conocimiento del robo de una puerta de hierro que se hallaba en la zona de vestuarios de una de las canchas para fútbol y la destrucción de unos treinta metros de cerco perimetral de alambre.

El hecho, que se registró durante la tarde del lunes en el complejo deportivo que la institución posee en la calle Don Bosco al 2200, fue perpetrado presuntamente por sujetos jóvenes, que ingresaron en las instalaciones y mediante el empleo de una madera y un hierro, provocaron los desmanes.

“Cuando avanzamos un paso, retrocedemos dos. Esto es una cosa increíble. Lo lamentable es que este trabajo lo teníamos pago, porque la idea era seguir cercando otro sector del complejo para potenciar las medidas de seguridad”, declaró Macre.

Y agregó: “Seguramente fueron chicos los que hicieron todo esto y eso es lo que más me duele, porque este club trabaja por el bienestar de ellos. La verdad, en algún punto hasta me siento responsable de todo esto, porque evidentemente algo más nos falta hacer”.

“Me avisó el canchero cuando llegó al club --continuó--, eran tipo las 5 de la tarde (del lunes). Me acerqué enseguida al predio, pero ya estaba todo roto. No podíamos hacer absolutamente nada”.

El dirigente calificó al nuevo hecho vandálico que afecta a la entidad como “un nuevo golpe al corazón de decenas de niños y jóvenes de familias humildes, quienes diariamente son contenidos por el club”.

Pese a las adversidades, los dirigentes están decididos a no bajar los brazos, pese a que reconocen lo difícil que se hace enfrentar la dura realidad.

“Hay que seguir tirando para adelante. Esto no debe detener nuestros objetivos”, afirmó Macre, quien evaluó las pérdidas en algo más de 15.000 pesos.

Insistió luego en que “no hay explicación cuando ocurre este tipo de cosas”. “Nosotros trabajamos para sacar a los chicos de la calle, queremos insertarlos en la sociedad mediante el deporte y nos viene a pasar esto... Es una cachetada, porque todo el empuje que tenemos se nos desmorona con este tipo de sucesos”, dijo.

Detalló después que los perjuicios consistieron en la rotura de “más de treinta metros de cerco perimetral y nos llevaron una puerta de hierro que tiene un valor de 2.000 pesos”.

Destacó también que “me duele la falta de capital humano en clubes, ONG (organizaciones no gubernamentales) y otras entidades”. En este sentido explicó que “cada vez hay menos gente en los clubes barriales y el trabajo se multiplica”.

En cuanto a la forma de enfrentar el accionar de los inadaptados, el presidente de La Armonía sostuvo que “estamos analizando la posibilidad de contratar a un sereno, pero el tema más complejo es el plano económico. A ese trabajador hay que ponerlo en blanco, debe tener una carga social, y la realidad es que esto genera un costo muy grande para una institución barrial”.