Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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El Papa dijo que quiere la unión con ortodoxos después de mil años de separación

Firmó con el patriarca Bartolomé I una declaración conjunta para la reunificación. Bergoglio dijo que la iglesia católica "no pretende imponer ninguna exigencia, salvo la profesión de fe común".
Foto: AFP

    El papa Francisco confirmó hoy que, como máximo responsable de la iglesia católica, pretende lograr la reunificación con los ortodoxos después de mil años de separación, en el último día de su visita a Turquía.

   La jornada estuvo marcada por la participación del pontífice en la divina liturgia ortodoxa en la festividad de San Andrés, patrón de los ortodoxos y que personifica el vínculo con la iglesia de Roma porque era el hermano de San Pedro, el primer Papa.

   Francisco y el patriarca Bartolomé I quisieron mostrarse a los fieles precisamente como "hermanos" y firmaron una declaración conjunta que confirma la intención que tienen los máximos representantes de los católicos y de los ortodoxos de caminar hacia su reunificación.

   Jorge Bergoglio aseguró que la iglesia católica "no pretende imponer ninguna exigencia, salvo la profesión de fe común", a la iglesia ortodoxa en el camino a la unidad entre las dos.

   El pontífice dijo que ambas iglesias están "ya en el camino hacia la plena comunión" y aseguró que en la práctica existen "signos elocuentes de una unidad real", en un discurso pronunciado en la catedral ortodoxa de Estambul.

(Foto: Reuters) 

   Después de rezar la oración del Padre Nuestro en latín y de escuchar el discurso del patriarca ecuménico, que también habló de la futura unión de las dos iglesias, Bergoglio destacó que en el objetivo de la reunificación será importante "conservar y sostener" tanto las "tradiciones litúrgicas y espirituales" de los ortodoxos como sus "disciplinas canónicas".

   Insistió el Papa en que esa unión futura con los ortodoxos -cuyos fieles son unos trescientos millones en todo el mundo frente a los más de mil millones de católicos- "no significa ni sumisión del uno al otro ni absorción, sino más bien aceptación de todos los dones que Dios dio a cada uno".

   Este principio del respeto mutuo también fue destacado por el patriarca ortodoxo, quien deseó proseguir un diálogo "para la elevación de los obstáculos acumulados por un milenio completo" desde el cisma de 1054 que separó a ambas iglesias cristianas.

   Bartolomé I reconoció que la "comunión eucarística" entre católicos y ortodoxos no permite todavía que se constituya un "gran y ecuménico concilio" pero confió en que la iglesia católica participe como observadora en el Santo y Gran Concilio ortodoxo que se celebrará en 2016. (EFE)