Bahía Blanca | Domingo, 10 de agosto

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Dudas sobre una tragedia en el barrio San Vicente

Los interrogantes sobre la mecánica y la autoría del delito, que surgieron el mismo 21 de octubre pasado, cuando se descubrió la violenta muerte del matrimonio integrado por María Laura Schró (37) y Gabriel Gerardo Barreiro (38), se mantienen vigentes, ya que los investigadores no pudieron acreditar aún fehacientemente si se trató de un caso de homicidio seguido de suicidio.

 Los interrogantes sobre la mecánica y la autoría del delito, que surgieron el mismo 21 de octubre pasado, cuando se descubrió la violenta muerte del matrimonio integrado por María Laura Schró (37) y Gabriel Gerardo Barreiro (38), se mantienen vigentes, ya que los investigadores no pudieron acreditar aún fehacientemente si se trató de un caso de homicidio seguido de suicidio.


 Por el contrario, el fiscal Christian Fernando Long, encargado del caso, decidió en las últimas horas girar la causa a su colega Christian Yésari, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil (la recibió el martes), ante la sospecha de que alguno de los hijos mayores de la pareja, de 13, 15 y 16 años de edad --tenían otros dos, más chicos--, pudiera tener algún grado de intervención en el episodio.


 El resultado de la autopsia, que concluyó en la existencia de dos disparos en cada uno de los cráneos, así como la falta de signos de defensa y de "espasmo cadavérico" (rasgo fisonómico típico de quienes sufren un ataque así, en particular de los suicidas), habrían llevado a Long a descartar la hipótesis inicial.


 De todas formas, en la víspera se conoció el adelanto del dermotest (prueba pericial, hoy considerada de certeza y no indiciaria, mediante la cual se buscan residuos de pólvora en las manos, a fin de determinar eventuales ejecutores de armas de fuego), que habría arrojado resultado negativo en el caso de los tres adolescentes y positivo respecto de Barreiro y Schró.


 En este último punto, si bien sólo uno de los dos habría utilizado el arma, se presumía que el otro podría tener restos de pólvora por una cuestión de proximidad.


 Por esta novedad, no se descarta que el fiscal Yésari (actualmente está analizando todo lo actuado), una vez que reciba el citado estudio de manera formal, pueda enviar nuevamente el expediente a la UFIJ Nº 5 de Long.


 Esa información fue comunicada a este diario ayer a la tarde por el comisario inspector Marcelo Bianchettín, jefe de la Policía Distrital, mientras que el doctor Yésari, consultado por "La Nueva Provincia", admitió que había recibido el mismo adelanto de parte de los peritos.


 Si el fiscal de Menores rechaza su intervención y, eventualmente, Long se mantiene en su postura, se podría registrar una especie de incidente de competencia, que tendría que ser dirimido por el fiscal general del Departamento Judicial Bahía Blanca, doctor Juan Pablo Fernández.

La tragedia




 Los cadáveres de Schró y Barreiro fueron encontrados durante la madrugada del jueves 21 de octubre, en la cama matrimonial de la vivienda ubicada en San Martín de Balcarce 5242, del barrio San Vicente, cercano a Espora.


 En un primer momento, por la posición del arma, se pensó que la mujer había matado a su marido, antes de quitarse la vida, pero, con la declaración de los hijos, se supo que era el hombre quien tenía el revólver en una mano al momento de descubrirse el macabro cuadro.


 Al escucharse los disparos, según el relato de los jóvenes, la chica de 13 años y el varón de 16 fueron los primeros en ingresar en la pieza.


 "Observan que el padre tenía el arma en la mano. Manifestaron que no habían percibido que el hombre estaba lastimado, sino que vieron la sangre de la madre", había señalado en ese momento el subcomisario Alejandro Barreto, de la comisaría Cuarta.


 Agregó que fueron ellos quienes retiraron el revólver 38 de la mano del hombre y lo pusieron cerca del cuerpo de su madre.


 "Se lo corrieron de un golpe, pensando en que no la siguiera lastimando. Por eso, al llegar la policía, se observa el arma en el lado de la mujer y la mano del hombre en otra posición, que hacía suponer que la situación era distinta", expresó el funcionario.


 Los menores, además, expresaron que Barreiro había hecho manifestaciones referidas a lo que después sucedió.


 "Los chicos contaron una historia de violencia y dijeron que el padre venía amenazando con matar a la mujer y matarse él. Incluso, dijeron que lo había dicho el día anterior", manifestó Barreto.