Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Los restos de Ceferino ya descansan en San Ignacio

Los restos del beato Ceferino Namuncurá llegaron ayer a la comunidad mapuche de San Ignacio, tierra de sus antepasados aborígenes, tras la polémica por su traslado desde el lugar donde estuvieron los últimos 85 años. La urna con las cenizas del llamado "indio santo de la Patagonia" fue recibida en San Ignacio, en cercanías de la localidad de Junín de los Andes (1.533 kilómetros al suroeste de Buenos Aires), con una ceremonia religiosa.

 Los restos del beato Ceferino Namuncurá llegaron ayer a la comunidad mapuche de San Ignacio, tierra de sus antepasados aborígenes, tras la polémica por su traslado desde el lugar donde estuvieron los últimos 85 años.


 La urna con las cenizas del llamado "indio santo de la Patagonia" fue recibida en San Ignacio, en cercanías de la localidad de Junín de los Andes (1.533 kilómetros al suroeste de Buenos Aires), con una ceremonia religiosa.


 Los restos del beato fallecido en Roma en 1905 a los 18 años fueron colocados por sus familiares dentro de un "kultr'm", casa-capilla en lengua mapuche, que podrá ser visitada desde el próximo día 23 por los devotos de Ceferino.


 El miércoles más de un millar de feligreses despidieron los restos de Namuncurá en Fortín Mercedes, en el sur de la provincia de Buenos Aires, donde descansaban desde 1924.


 El traslado, que ha generado malestar en la zona de Fortín Mercedes, fue posible porque el Vaticano aceptó una solicitud en ese sentido de la familia del mapuche, que fue beatificado en 2007.


 Ceferino Namuncurá (1886-1905), hijo del cacique Manuel Namuncurá y Rosario Burgos y que quería ser sacerdote salesiano para "evangelizar" a su pueblo, es el segundo indígena de América en alcanzar los altares, tras el mexicano San Juan Diego.