Domingo Pronsato

Redacción de La Nueva.

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 Hace 38 años, en noviembre de 1971, falleció el ingeniero Domingo Pronsato, artista y profesional de destacada labor en pos del progreso de nuestra ciudad y de la Patagonia.

 Tres meses antes de su muerte, Pronsato donó a la biblioteca Bernardino Rivadavia su libro Patagonia Año 2000. Había cumplido sus 90 años de vida y, con mano temblorosa, escribió en el ejemplar un sentido deseo: "Para que los lectores, al no olvidarme, recaben conocimientos útiles al país".

 Bahiense de nacimiento, Pronsato se doctoró en física e ingeniería electrónica en Italia. Regresó en 1910. Aquí, comenzó ejerciendo como agrimensor. Relevó campos en la Patagonia y trazó pueblos como Teniente Origone, Juan A. Pradere y Monte Hermoso, completando su labor con el catastro de Bahía Blanca.

 Por entonces, dedicaba gran parte de su tiempo a la pintura, otra de sus pasiones. Ese talento quedó reflejado en decenas de premios obtenidos a nivel nacional. En 1930, comenzó su lucha por el ferrocarril Trasandino del Sur, un sistema de transporte que, uniendo los océanos Atlántico y Pacífico, "daría autonomía regional al centrosur argentino".

 También fueron incesantes sus estudios para solucionar la provisión de agua a la ciudad. Analizó los surgentes y defendió el proyecto del río Colorado. Se captaría el líquido en Puelches, para alimentar a 90 poblaciones de la región.

 Pronsato jamás bajó los brazos, ni siquiera por la ceguera que lo acompañó durante sus últimos 25 años. "Cuando estás en el camino y ves que la meta se aleja más y más, comprendes que la verdadera meta es el camino", dijo un filósofo. Pronsato dejó pasos en un camino que no debiéramos ignorar.