El desafío de la colza

Redacción de La Nueva.

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 Tras el lanzamiento del Proyecto Colza, que realizaron las empresas líderes en un inédito gesto por tratarse de un mercado en competencia, el resto de los actores involucrados en el desarrollo de este cultivo ha redoblado la apuesta inicial.

 En tal sentido, en el último seminario sobre perspectivas de comercialización de granos, que organizó la Federación de Acopiadores de Cereales, se ofrecieron más argumentos que ratifican que la colza, en un futuro inmediato, debería constituirse en un cultivo capaz de pasar de las actuales 20.000 hectáreas a 120.000 en sólo tres años.

 "Creo que es una alternativa más para el productor argentino y que va a competir con el trigo, principalmente, pero que, en función de las variedades, puede ir en áreas donde hoy no está muy claro qué se puede producir", dijo Raúl Padilla, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA).

 Admitió que es "muy bueno" que, por el contexto de la demanda de aceites por los biocombustibles, la Argentina tenga una posibilidad alternativa.

 "Si logramos introducirlo y los beneficios son palpables, vamos a producir en una mayor escala", agregó.

 Respecto del accionar de su entidad, Padilla aseguró que están observando las pruebas en marcha.

 También dijo que no le sorprende que se haya empezado en una zona marginal de Jacinto Aráuz, en el sudeste de La Pampa.

 "Hay que experimentar y explorar, a fin de ampliar las áreas. De todas maneras, estamos más proactivos a nivel de empresas que desde CIARA", acotó.

 En un tramo del diálogo mantenido con "La Nueva Provincia", Padilla sostuvo, a propósito de los resultados positivos que, seguramente, tendrán los ensayos sobre colza, que la capacidad de reacción de los productores argentinos es asombrosa.

 "En la Argentina pasamos de una soja tradicional o normal a transgénica en sólo tres cosechas", citó, a modo de ejemplo.

 En el Proyecto Colza, que coordina Cazenave y Asociados, participan empresas como Bayer, Dow AgroSciences, Glencore, Sursem, SPS/All High Tech, Cargill, Lartirigoyen y Nidera, entre otras. El programa apunta a llegar con el cultivo a toda la Pampa Húmeda.

 Doce técnicos son los responsables de desarrollar parcelas experimentales en Río Cuarto, Córdoba; en el norte de La Pampa; en los distritos bonaerenses de General Pinto, General Villegas, Pellegrini, Trenque Lauquen, Coronel Suárez, Azul, Tandil y Suipacha, así como en Gualeguay y Gualeguaychú, Entre Ríos.

 Asimismo, se acaba de incorporar a Rafaela, Santa Fe, y a zonas del sudeste bonaerense.

 El proyecto abarca de 600 a 800 hectáreas, distribuidas entre 13 y 15 módulos comparativos de 50 hectáreas cada uno.

 "El objetivo principal es hacer bien las cosas, porque creemos que ése fue el principal problema de la Argentina por el que no se desarrolló el cultivo. Por lo tanto, en cada módulo vamos a desarrollar diversos ensayos, con distintas fechas de siembra y modelos de fertilización, para mejorar el cultivo y que sea cosechable", aseguró Luis Bianchi, asesor técnico de la iniciativa.

 Además de las por lo menos 120.000 hectáreas, la iniciativa busca desarrollar la tecnología que permita introducir al cultivo en los sistemas de rotación.

 "Nos propusimos convertirlo en cosechable, para liberar los lotes antes que el trigo, a fin de introducir la soja de segunda o maíz de segunda, además de incorporar una oleaginosa en invierno para permitir una mayor diversificación", agregó Bianchi.

 El cultivo tiene un valor de mercado que llega, en estos días, a los 250 dólares por tonelada y una tendencia a la suba en forma sostenida.

 Los especialistas estiman que el costo de implantación ronda entre 220 y 230 dólares la hectárea, con promedios de 3.000 kilos por cada unidad de superficie, dependiendo del nivel de tecnología aplicado.

 Las firmas responsables del proyecto sostienen que existen en la Argentina ambientes agroecológicos que permiten un desarrollo significativo del cultivo.


La semilla de colza rodea a la moneda. Su tamaño, incluso comparado con el maíz (desde abajo), el girasol y el trigo, es una de las dificultades para la adaptación de los sistemas de cosecha.

Rodrigo García-LNP

Raúl Padilla

SEMA


ENFOQUE CON CARITA

Una situación inmejorable

Luciano Sfascia (*)

 La Asociación de Cooperativas Argentinas renovó este año su condición comercial de compra de colza canola "00" GMO. Esta nueva condición mejora la base de precio asegurada al productor de 200 a 225 dólares y contribuye a la logística recibiendo la oleaginosa en Rosario, Necochea y Bahía Blanca.

 La campaña 2006/2007 sufrió --y mucho-- los avatares climáticos, obteniéndose rendimientos por debajo de la media histórica. Entre ellos, podemos enumerar la falta de humedad para lograr buenos barbechos, el invierno seco y los golpes de calor --con viento-- en noviembre.

 Este año podríamos describir el desarrollo del cultivo por el buen nivel de precios, dado por el alza de los aceites y la cantidad de nuevos operadores en el mercado.

 También, por la muy buena difusión del cultivo por parte de los semilleros, compradores y, fundamentalmente, los medios periodísticos especializados.

 Por último, el clima. Nos encontramos en un año que permitió, gracias a las intensas lluvias de verano, preparar excelentemente las sementeras, conservando humedad y barbechando el suelo.

 Los productores, que se encuentran ante un año bueno, luego de tres campañas con dificultades, procuran afrontar una adecuada fertilización. En este punto, se está trabajando con modalidad de canjes a cosecha, con el fin de no generar problemas financieros.

 De todos modos, notamos, en comparación con la misma fecha del año anterior, un incremento importante en el área sembrada.

(*) Luciano Sfascia, encargado del Centro de Desarrollo Cooperativa (CDC), ACA Villa Bordeu.


Aumento de precios

Cultivo%
Palma119
Soja48
Girasol32
Colza15

(*). Los datos de los aceites vegetales corresponden a las campañas 2006/2007. Incidencia en el aumento de los precios también tiene el incremento en los costos de producción, especialmente en elementos como gasoil o fertilizantes.

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