Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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María Duval, ciudadana ilustre debido a una vida de película

"Estos aplausos los recibo como artista y como persona. Este honor me lo brinda mi ciudad, donde dejé mi infancia. Gracias al público que siempre me apoyó, porque sin ustedes el artista no perdura", agradeció María Duval, visiblemente emocionada sobre las tablas del Teatro Municipal. La actriz bahiense, estrella del cine nacional en la década del 40, fue homenajeada anoche con el diploma de Ciudadana Ilustre, en el marco de los festejos por el 179º aniversario de la ciudad de Bahía Blanca.
Con diploma y todo. Pablo Di Gerónimo le entrega el reconocimiento. Detrás, Gloria Menéndez. (Sebastián Cortés-LNP)




 "Estos aplausos los recibo como artista y como persona. Este honor me lo brinda mi ciudad, donde dejé mi infancia. Gracias al público que siempre me apoyó, porque sin ustedes el artista no perdura", agradeció María Duval, visiblemente emocionada sobre las tablas del Teatro Municipal.


 La actriz bahiense, estrella del cine nacional en la década del 40, fue homenajeada anoche con el diploma de Ciudadana Ilustre, en el marco de los festejos por el 179º aniversario de la ciudad de Bahía Blanca.


 Inmensamente agradecida después de recibir el reconocimiento y de observar el documental sobre su vida y obra, Duval se paró frente al público.


 "Agradezco este honor y lo transfiero a mi familia, ya que no hay muchos nietos que tengan una abuela ciudadana ilustre", bromeó.


 Con una lucidez admirable y un humor inesperado dijo que estaba emocionada hasta las lágrimas, pero que no había llorado.


 "Para que no se me corra el rimel", bromeó nuevamente.


 Por su parte, Gloria Menéndez (alumna fundadora y egresada de la Escuela de Teatro de Bahía Blanca) se encargó de leerle algunos mensajes de dos de sus amigos y colegas de aquellos años dorados.


 "Querida María, estoy espiritualmente junto a vos en esta ciudad que nos vio nacer y en la que nos formamos artísticamente de la mano de esa gran profesora que fue Hebe Avanza de Facchinetti Luggi", firmado por Aurora del Mar, actriz bahiense que no pudo estar presente.


 "Los mejores deseos de felicidad y un beso muy grande del galán de tus recuerdos artísticos", por Osvaldo Miranda, compañero en No es cosa para chicas.


Un gran documento.







 Mientras la homenajeada estaba sentada junto a su marido en el sexto palco de la planta baja (ingresando por la derecha del teatro), las luces se apagaron y el proyector comenzó a lanzar imágenes de la vida y obra de Duval.


 Casi un sueño (la historia de María Duval), así se tituló el documental creado por Alberto Freinquel, recopilando para el guión comentarios periodísticos de Marta Nassif, Rubén Benítez, Guillermo Alamo y Agustín Neifert.


 La proyección comenzó con una introducción de la realidad del cine hacia el año 1940, cuando nuestro país se mantenía en silencio ante un mundo complicado (la Segunda Guerra Mundial).


 Explicó que fue en esa época cuando surgió la comedia blanca, un género para educar sentimentalmente a las jovencitas. El público femenino colmaba las salas.


 Aclaró que el sufrimiento y las sonrisas juveniles tenían rostros como los de Mirtha Legrand y su hermana Silvia, Silvana Roth y la bahiense María Duval.


 Su gran parecido con la estrella norteamericana Diana Durbin, una voz aniñada, cierta frescura que la emparentaba con la típica adolescente argentina de la época y su participación en Los martes orquídeas, la convirtieron en la actriz joven más popular.


 También hizo alusión a su infancia cuando María Mogilesky (su verdadero nombre) dejó nuestra ciudad a los 14 años buscando triunfar en Capital Federal, lo que consiguió rápidamente. Primero en teatro y luego en cine.


 Participó en 21 filmes en tan sólo 8 años (de los 14 a los 22), cuando su vida tomó un rumbo de película. Aunque sólo imágenes de 14 filmes pudieron ser agregadas dentro del material.


 Todos los títulos fueron El hermano José, Cada hogar un mundo, Su primer baile, Los chicos crecen, Incertidumbre, Ceniza al viento, La novia de primavera, Cuando florezca el naranjo, Casi un sueño, 16 años, Valle negro, Besos perdidos, La honra de los hombres, Las tres ratas, Milagro de amor, La senda oscura, La serpiente de cascabel, Historia de una mala mujer, Cita de estrellas y El extraño caso de la mujer asesina


 En 1946, conoció a José Grosman, un hombre vinculado a la industria de la lana y perteneciente a la clase alta porteña, y en 1948 se casaron. En este documental se encuentran las imágenes sobre la fiesta y la boda, siendo la primera vez que se muestran en público.


 A partir de allí, ella olvidaría para siempre al cine y se dedicaría exclusivamente a su familia.


 Con las imágenes de su casa en la Capital concluyó el material.


El sonido del final.







 La conclusión del homenaje estuvo en manos de la cantante Mijal y su orquesta.


 El primero de los cuatro temas que interpretó fue Aquellas pequeñas cosas, de Joan Manuel Serrat, teniendo en cuenta que María Duval supo estar en la cima del estrellato y entendió el valor de lo sencillo al dejarlo todo por la familia.


 Además, sonaron dos temas enganchados en idioma idish y en hebreo, para terminar con Spente le stelle (Las estrellas se apagaron), de Emma Schaplin.


 La orquesta de Mijal estuvo compuesta por Juan Pablo Giusti (piano), Guillermo Danielle (percusión), Juan Torres Fernández (saxo), Martín Llanos (bajo), Eduardo Caló (batería), Pablo del Valle (teclados) y Pablo Tonin (guitarra).