Bahía Blanca | Martes, 30 de abril

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En la galería de próceres

Con motivo de la defensa de Aníbal Ibarra, el Dr. Julio César Strassera vuelve a dar muestras de su desvergüenza, al acusar a una de las integrantes de la Comisión Investigadora como socia de la familia Massera, recurriendo a un argumento ad hominem totalmente impropio de un hombre de derecho. Pero lo peor del caso es que ese argumento se vuelve en su contra, como lo hicieron ver los legisladores Enríquez y Devoto, ya que el Dr. Strassera fue un comprometido fiscal federal del Proceso desde sus comienzos.




 Con motivo de la defensa de Aníbal Ibarra, el Dr. Julio César Strassera vuelve a dar muestras de su desvergüenza, al acusar a una de las integrantes de la Comisión Investigadora como socia de la familia Massera, recurriendo a un argumento ad hominem totalmente impropio de un hombre de derecho. Pero lo peor del caso es que ese argumento se vuelve en su contra, como lo hicieron ver los legisladores Enríquez y Devoto, ya que el Dr. Strassera fue un comprometido fiscal federal del Proceso desde sus comienzos.


 Como lo dije en una carta anterior, que no fue publicada por el diario al que la dirigí pero que circuló bastante, sé con precisión cuál fue la actuación del Dr. Strassera durante el Proceso, porque en esa época yo me desempeñaba como secretario de Primera Instancia del Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal N°3, a quien estaba asignada la Fiscalía Federal N°3 de la que aquél era titular. Dicho funcionario visitaba diariamente mi despacho e intervino en todas las causas que tramitaron ante ese Juzgado durante los primeros años del gobierno militar, hasta que se modificó el sistema de relación con las fiscalías.


 El Dr. Julio C. Strassera fue uno de los primeros fiscales federales designados por la Junta Militar compuesta por Videla, Massera y Agosti y juró su cargo entre bambalinas, pocos días después del golpe del 24 de marzo de 1976, antes de que se abrieran los Tribunales, cerrados e intervenidos por disposición de la Junta de Comandantes. Por supuesto que juró por los Estatutos y por todo lo que se le pidió que jurara, sin reparo alguno.


 Me consta, por haber intervenido en ellos como secretario, que dictaminó infinidad de veces en los habeas corpus que se presentaban, pidiendo su rechazo, sin que se hubiese realizado la mínima investigación, contrariando el criterio del Juzgado; y que jamás se apartó de las instrucciones que le daba la Procuración General de la Nación, que a su vez las recibía del Poder Ejecutivo. Y me consta que adhirió sin reservas a la doctrina de la seguridad nacional. Los habeas corpus de esa época y los archivos de dictámenes de la Fiscalía N°3 contienen la prueba documental e irrebatible de lo que afirmo.


 El Dr. Strassera se desempeñó como fiscal federal durante todo el período en que el entonces almirante Massera integró la Junta Militar y luego fue ascendido a juez de Primera Instancia, también durante el gobierno del Proceso.
El gobierno del Dr. Alfonsín lo promovió a fiscal de la Cámara Federal y, como le tocó intervenir en los juicios que entonces se gestaron, se sometió, nuevamente sin reparos y con énfasis, a las instrucciones de las nuevas autoridades.
Es decir, saltó impúdicamente de Fiscal del Proceso a Fiscal de la Democracia y, en ambos casos, bailó con entusiasmo los compases que sonaban.




 El premio a tan dúctil desempeño fue una embajada ante un organismo internacional en Ginebra, donde no se sabe qué hizo, salvo gozar de las prebendas de tan lustroso cargo. Y el castigo, su ahora lamentable aparición en los estrados, defendiendo lo indefendible con argumentos de mala entraña.
Indigna y duele pensar que hombres como éste quizás un día irán a formar parte de la galería de los próceres de nuestra Patria.
Dr. Ricardo S. Curutchet

Buenos Aires




Fuerzas Armadas y de seguridad











 Deseo referirme a la excelente carta de lectores que, con el mismo título, publicó el señor Antonio Fernández en la edición del 24 de febrero. Con el ánimo de aclarar algo más a la civilidad la situación de los retirados militares, expreso:


 1) Cuando un civil se jubila, no aporta más a su caja y recibe solo sus beneficios. En cambio, el militar, cuando se retira, sigue aportando toda su vida el 11% para su caja. Aún más, cuando el titular fallece, la pensionista sigue aportando el 11%, sin ningún beneficio posterior.


 2) Los militares retirados (jubilados) hace 15 años que no reciben ningún aumento, ya muchos de ellos entraron en la línea de pobreza.


 3) Los militares retirados (jubilados) siguen toda su vida bajo las disposiciones del Código de Justicia Militar. Pueden ser convocados a prestar servicio activo en cualquier momento de su vida, como ha ocurrido en varias oportunidades, y pueden recibir sanciones militares ante eventuales faltas de disciplina, como se ha comprobado en algunas situaciones.


 4) Ahora se ha otorgado al personal en actividad un aumento encubierto e ilegal, que no alcanza a los retirados. Ello significa que el actual personal en actividad, cuando se retire, sufrirá un descuento importante de sus haberes, lo que será muy doloroso en dicho momento. Es decir, no afecta solamente al personal retirado.


 5) Es tan ilegal dicho aumento encubierto que muchísimos retirados han iniciado juicios contra el Estado, que obviamente ganaron, aunque tengan que esperar varios años para lograr ese resultado, pero que originará serias pérdidas al fisco nacional.


 6) Recurriendo al diálogo, fuente de todas las soluciones, no coincido con el señor Fernández en modificar la ley 19.101 del personal militar, por el hecho de ser vulnerada una y otra vez por los políticos; casualmente, eso demuestra que es muy buena.


 7) Y por ello es que no estoy de acuerdo con la formación de un sindicato. Si se anula la "obediencia debida", se anula también la esencia de la formación militar y no podrían existir Ejército, Armada y Fuerza Aérea. No me imagino a los militares haciendo huelgas. ¡Qué horror! Y que conste que dicha afirmación no constituye una crítica a quienes buscan formar un sindicato. Es la reacción natural de quienes se sienten humillados y no tienen otra salida. Más aún, se avergüenzan de estar dependiendo de las protestas de sus esposas, como es el conocido caso de María Cecilia Pando, que le costó el retiro a su marido, el mayor Mercado, con excelentes antecedentes profesionales.


 8) La solución inmediata de todos estos problemas es la propuesta del IAF (Instituto de Ayuda Financiera para el pago de retiros y pensiones militares), que consiste en pagar a los retirados y pensionadas el monto otorgado al personal en actividad, normalizando así una situación ilegal, con los intereses de la deuda que mantiene el Estado Nacional con el IAF.


 Si se pagó por adelantado la deuda con el Fondo Monetario Internacional, vulnerando varias leyes, ¿por qué no pagar a los retirados militares, que tienen sus haberes muy retrasados con el monto de los "intereses" de una deuda, no de la deuda en sí? ¿No es lógico y sobre todo "legal"?
Miguel García

Buenos Aires

Al doble del valor









 Podríamos ser como Estados Unidos, Italia, España o Francia. Pero no queremos. Allí hay autopistas que evitan nuestro récord de muertes en rutas.


 Por TV y en el cine vemos la calidad de sus trenes. Si los Kirchner viajaran, tan solo una vez, en el San Martín, Roca, o el Marplatense, todo cambiaría.


 Sí, un 1 de marzo estatizamos los ferrocarriles, comprándolos al doble del valor que tenían en la Bolsa de Londres.
Patricio Avellaneda

lamisionsa@fibertel.com.ar



Hipócrita conveniencia









 El gobernador de Santa Fe justificó la medida tomada por el tirano Castro de no permitir entrar en su país al historiador argentino José Ignacio García Hamilton. "Cuba tiene derecho a protegerse", afirmó el ex jefe de la región litoral de la banda Montoneros.


 Cuando, en los 70, los argentinos fuimos víctimas de los ataques de terroristas que --como el ahora gobernador-- utilizaron los "democráticos" métodos aprendidos en los campos de entrenamiento cubanos, la Nación Argentina no hizo más que ejercer el derecho que Obeid le reconoce hoy a Cuba.


 Vale preguntarse por qué para este kirchnerista es válido lo de hoy, y repudiable lo de ayer. En mi idioma, eso se llama "hipócrita conveniencia".
Horacio Zaratiegui

horacio.zaratiegui@gmail.com



Empecemos a ser serios









 Cuando escucho que los edificios no están preparados para emergencias de todo tipo y que el jefe de Bomberos manifiesta que siempre se va aprendiendo algo en materia de seguridad, pienso que cuando están en juego vidas humanas, ese factor debería ser el mínimo. Y al decir de los periodistas y de la gente conocedora que los bomberos de Ingeniero White están mejore preparados que los de Bahía Blanca, me mueve a preocupación y observo la desidia de autoridades municipales, de Defensa Civil, de Bomberos, etc.


 Quiero referirme, en particular, a lo expresado por un oyente de LU2, quien se preguntó por qué Ingeniero White está mejor equipada, no porque no lo merezca, sino por la diferencia de habitantes; y se preguntó también si el anterior jefe de Bomberos llevó en forma correcta las finanzas del cuerpo, preguntas que no fueron respondidas.


 Y si hablamos de los automovilistas que viajan en las rutas a una hora en que es necesario e imprescindible llevar las luces encendidas (sabiendo que se deben encender a toda hora), y con vehículos sin la documentación exigible, pienso que,a demás de ser un problema de falta de control en todos los niveles, también es un asunto de educación.


 Si un chico escucha que su padre transgrede todas las normas existentes en los diversos niveles del convivir diario, en la "grabadora" que tiene en su cabecita estará almacenando esas malas costumbres heredadas de quien debería dar el ejemplo. Por eso el título de esta carta. Eduquemos con el buen ejemplo a nuestros hijos, para que algún día nuestra sociedad sea organizada, segura y seria.
Orlando José Caponi

Bahía Blanca