Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Heguy sigue reinando en la Clase 2

Juan Heguy tiene un dios aparte, de eso ya no hay dudas. Y esto nada tiene que ver con que el ahora bicampeón de Villalonga sea el gran piloto que es, que tuviera el muy buen auto que tuvo, que haya hecho todo lo que debía hacer y estado donde debía estar para alzarse con esta nueva corona. Ocurre que la definición que se vivió en el Premio Coronación disputado el último fin de semana en el autódromo "Ezequiel Crisol" de nuestra ciudad tuvo un golpe de escena tan fortuito como el que se dio en la última carrera del 2004, en el "Roberto Mouras" de La Plata.
Juan Pedro Heguy no paró de festejar. (Miguel González-LNP)


 Juan Heguy tiene un dios aparte, de eso ya no hay dudas. Y esto nada tiene que ver con que el ahora bicampeón de Villalonga sea el gran piloto que es, que tuviera el muy buen auto que tuvo, que haya hecho todo lo que debía hacer y estado donde debía estar para alzarse con esta nueva corona.


 Ocurre que la definición que se vivió en el Premio Coronación disputado el último fin de semana en el autódromo "Ezequiel Crisol" de nuestra ciudad tuvo un golpe de escena tan fortuito como el que se dio en la última carrera del 2004, en el "Roberto Mouras" de La Plata.


 En aquella oportunidad, Heguy largaba la final desde la 13ª fila mientras que Ramiro Galarza, el otro candidato al título, lo hacía desde la primera fila de la grilla por haber ganado su serie.


 La suerte del volante de nuestra zona estaba poco menos que echada, pero un desperfecto mecánico insalvable que sufrió el Chevrolet Corsa del santafesino al momento de dar la vuelta previa, selló definitivamente su (mala) suerte, y Heguy corrió festejando su primer cetro nacional.


 Y en Bahía (el sábado), otro hado signó, en esta oportunidad, las chances del tresarroyense Marcelo González (Volkswagen Gol), puntero hasta la última carrera del campeonato de la Clase 2.


 Como se publicara en la edición de la víspera, un perro cruzó la pista y fue atropellado por el auto de González cuando éste corría su serie, produciéndole graves roturas en su máquina, que le imposibilitaron terminar la prueba y poder ser de la partida en la final de ayer.


 Así entonces, los candidatos se redujeron a dos: Fernando Gómez Fredes (Volkswagen Gol) y el propio Heguy, pero el pigüense terminó quinto en su batería y largaba ayer desde la 14ª fila, mientras que el de Villalonga se impuso en la suya y partía desde la primera línea.


 Esta es una parte --fundamental-- de la historia de la definición de la Clase 2. La otra, la restante, fue la que sucedió ayer en la carrera decisiva de la temporada, en la que el marplatense Christian Pérez (Volkswagen Gol) se alzó con su primera victoria en la especialidad, seguido por Heguy y luego el santafesino Iván Arbusti (Ford Fiesta).


 No fue de las mejores competencias, puesto que el trámite --sobre todo en los puestos de avanzada-- resultó demasiado estático, donde Pérez dominó de punta a punta y tuvo siempre casi pegado al hombre de Villalonga, que corrió nada más pensando en el número que necesitaba para consagrarse.


 Este, a su vez, no dejó de ser asediado permanentemente por Arbusti, al punto que Heguy casi debió ir mirando más por los retrovisores que a través del parabrisas, a lo largo de los 20 giros que duró la carrera.

Vallasciani cumplió




 Seguramente que el octavo puesto no fue el resultado deseado, pero el bahiense Leandro Vallasciani (Volkswagen Gol) cumplió con creces y terminó la temporada con el número 7.


 En carrera realizó un planteo conservador, sin posibilidades ciertas de subir en el clasificador, pero con un manejo lo suficientemente rápido como para no perder demasiado frente a otros competidores quizás con mayor potencial.


 Detrás suyo finalizó el chico de Villalonga Adrián Percaz (Ford Escort), quien hizo una producción madura pero de buen ritmo, apretando donde se podía y conservando donde se debía, poniéndole el broche a una temporada en que no llegó a brillar como en la de su comienzo, en 2004.


 Undécimo arribó otro local, Luis Estivill (Chevrolet Corsa), que no consiguió aprovechar toda la capacidad de su medio mecánico, logrando al menos terminar la carrera en su ciudad, cosa que no pudo el año pasado por la rotura de un semieje antes de largar la serie el sábado.


 Diego Ilgner (Ford Escort), otro joven volante de Villalonga terminó 13º, en tanto que Gómez Fredes debió conformarse con el número 3 del campeonato al resultar 15º, luego de hacer una carrera en la que no pudo intentar siquiera ascender en el clasificador, aquejado por los 40 kilos de lastre.


 En tanto, el bahiense Diego Pérez (Chevrolet Corsa) llegó 23º, cumpliendo de esta forma con el período de aprendizaje que necesariamente debe transitar; mientras que el "Ruso" Nelson Colombi (VW Gol) debió abandonar en la 15ª vuelta, al igual que el restante villalonguense, Diego Garat (Ford Escort), en el 13er. giro.


 De esta forma quedó atrás un espectáculo automovilístico que fue muy esperado en nuestra ciudad (por primera vez tres hombres de la zona y uno local llegaban para definir un título), que desencadenó una movida grande encabezada por Juan Alberto Vallasciani para poner el autódromo en condiciones, y que encendió una llama de esperanza para que algunas de las categorías nacionales más importantes no se olviden de Bahía.

El "gorro" de Mulet




 El platense Leandro Mulet sufrió un espectacular vuelco en la zona de la viborita cuando transitaba la quinta vuelta. Afortunadamente el joven piloto ex TC Pista y TC (a donde piensa retornar) resultó ileso, no así su VW Gol, que quedó prácticamente destruido.

Números

* 4 son los títulos consecutivos de la Clase 2 del TN que se quedan en la localidad de Villalonga. En 2002 y 2003 fueron para el "Paisano" Néstor Percaz (que ganó el primero en 1982)

* 10.000 personas calculó una visión estimativa extraoficial acerca de la cantidad de público que presenció ayer el Premio Coronación en la Aldea, aunque otros hablaron de entre 8 y 9 mil. De todas maneras, habrá que esperar el reporte oficial de la organización para conocer la cifra real.