Resultaron absueltos dos policías imputados de un secuestro extorsivo
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El Tribunal Oral en lo Criminal Federal absolvió libremente de culpa y cargo --por no haberse probado la autoría con respecto a un imputado y la responsabilidad penal en el otro-- a dos ex policías bonaerenses que estaban detenidos en la Unidad Penal Nº 37, de Barker, acusados de un secuestro extorsivo en perjuicio de un presunto delincuente.
Se trata de Juan Pablo Ibáñez (33) y Osvaldo Germán Muzi (29), quienes cumplían funciones como cabo primero y oficial inspector, respectivamente, en la seccional de Ingeniero White, al momento de denunciarse el supuesto ilícito.
En la causa sólo queda imputado ahora el ex subcomisario Héctor Raúl Minghetti, quien permanece prófugo.
El tribunal integrado por los doctores Gustavo Arturo Duprat, Raúl Hilario Fernández Orozco y Juan Leopoldo Velázquez, consideró demostrado que el 23 de enero de 2004, personal de la comisaría Tercera, a órdenes de Minghetti, interceptó en la avenida Alem al 1300, a Héctor Omar Resola.
Esa actuación estuvo a cargo de Minghetti y de Ibáñez, a quien el primero le habría señalado la persona a detener mediante la exhibición de una fotografía, diciéndole que tenía un pedido de captura vigente.
En el fallo se indicó que cuando Ibáñez se disponía a colocarle las esposas a Resola, el subcomisario le ordenó que no lo hiciera y se apartó para conversar a solas con el individuo.
Luego, se indicó, Minghetti le pidió a su subordinado que se fuera caminando por la avenida Alem, donde sería recogido por una comisión que él enviaría en su busca, mientras que Resola fue llevado en el Peugeot blanco en el que habían llegado los policías.
"Contra Ibáñez obran los reconocimientos de Resola y (su concubina Fabiana) Lescano, cuyos testimonios... adolecen de reticencias, defectos y contradicciones tales como para restarles alcance probatorio suficiente, no adhiriendo el tribunal al criterio de que hay delitos en que por la dificultad de la prueba, deban resentirse las exigencias legales para su valoración", indicaron los jueces.
El otro procesado
Luego aludieron a la declaración de Muzi, quien negó cualquier participación en el hecho y describió a Minghetti como "una persona difícil, autoritaria y que se manejaba tratando de obtener beneficios propios; era muy especial, tenía sus días".
El acusado agregó que, tiempo después, por comentarios, tomó conocimiento de la existencia de un anónimo que lo involucraba en un hecho de coima, y al hablar con el titular de la dependencia, comisario Héctor Raúl Corvalán, éste le dijo que Minghetti "lo había pasado", pero sin explicarle a qué se refería.
Muzi dijo que en una oportunidad fue citado a una diligencia de reconocimiento en rueda de personas, que arrojó resultado negativo a su respecto, por lo que siguió trabajando, ya por entonces en la comisaría Segunda. De todos modos, a los pocos días fue detenido y debió comparecer ante el Juzgado Federal, donde --sostuvo-- se enteró que había sido imputado por Ibáñez, por lo que pidió carearse con él y su camarada se retractó, recuperando entonces su libertad.
Muzi volvió a ser arrestado luego de otra diligencia de reconocimiento por parte de Resola.
Según los magistrados, a los dichos de Muzi "se opone solamente la versión que brinda Resola, cuando lo señala como una de las personas que lo detuvo, junto con Minghetti, Ibáñez y otro individuo más".
Sin embargo, la mujer del damnificado no dijo que su concubino le hiciera algún comentario de la intervención de Muzi en el hecho, mientras que "sí hablaron acerca de Ibáñez" en relación con el momento en que Resola fuera interceptado en la avenida Alem.
Estos y otros fundamentos, llevaron a que los jueces adhirieran al planteo del abogado Víctor Benamo, defensor de Muzi, quien reclamó su absolución por no estar demostrada su intervención en el delito.
En cuanto a Ibáñez, si bien quedó probado que estuvo con Minghetti en el momento de interceptar a Resola, no se acreditó legalmente su responsabilidad penal en los hechos posteriores, consistentes en retener ilegalmente al individuo durante varias horas, para obtener el pago de un rescate que habría sido de unos 14.000 pesos.