Raptaron y ultrajaron a tres niñas en una villa
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BUENOS AIRES (DyN-Télam) -- La policía bonaerense liberó ayer a tres niñas de 10, 12 y 14 años, que fueron tomadas cautivas y habrían sido violadas por dos muchachos en el sur del Gran Buenos Aires.
Por el hecho fueron detenidos los dos jóvenes, de 15 y 19 años, informaron los voceros del caso.
La chicas habían desaparecido de su casa de Avellaneda el domingo por la tarde y fueron llevadas a una villa de emergencia de la Isla Maciel.
Los imputados, según las fuentes policiales, "mediante engaños secuestraron a las tres niñas, a quienes violaron en reiteradas oportunidades".
Los voceros detallaron que los sujetos "aprovecharon la relación amistosa que tenían con las víctimas, y entonces las condujeron hasta la precaria casilla isleña", donde, además de vejarlas, "las encerraron y no les permitieron salir".
La madre de dos de las niñas hizo la denuncia y entonces personal de la comisaría Primera de Avellaneda, realizó un operativo que permitió la liberación de las menores y la detención de los depravados.
25 años de cárcel.
Un hombre fue condenado ayer a 25 años de prisión por violar, en un lapso de cuatro meses, a 14 mujeres de entre 16 y 30 años, en la localidad de José León Suárez, partido de San Martín.
Mauro Lugo Santos, de 27 años y de nacionalidad paraguaya, fue condenado por haber cometido 14 hechos de "violación, rapto, abuso deshonesto y robo calificado", durante un juicio a cargo de la Sala I de la Cámara Penal de San Martín.
De esta manera, los camaristas hicieron lugar a lo solicitado por el fiscal Néstor Leonardo, quien había requerido 25 años de prisión para el hombre que, según una pericia psiquiátrica realizada en enero pasado, "es un psicópata, con rasgos perversos de la personalidad, aunque capaz de comprender y dirigir sus actos".
Los hechos por los que fue condenado los cometió entre enero y abril de 1997, todos en la localidad de José León Suárez, contra 14 mujeres, a muchas de las cuales violó más de una vez, informaron fuentes policiales.
Para la época en que atacó a sus víctimas, Lugo Santos trabajaba como empleado en un supermercado de la Capital Federal.
Las fuentes explicaron que el condenado cometía los hechos durante la madrugada, contra mujeres que salían de sus casas rumbo al trabajo.
Para intimidar a sus víctimas, Lugo Santos las amenazaba con un cuchillo o un arma de fuego.
Uno de los casos y que ilustra la forma en que el delincuente actuaba contra las mujeres, ocurrió el 3 de febrero de 1997, a las 4.10, cuando una de las víctimas iba a su trabajo y fue interceptada por Lugo Santos en el cruce de la avenida Rosas y José León Suárez, de San Martín.
El violador amenazó a la mujer con un cuchillo, la hizo caminar unas cuadras y la violó en la vía pública.
Luego, obligó a la mujer a caminar hasta las inmediaciones de una cancha de fútbol de José León Suárez, donde volvió a someterla sexualmente.
Los investigadores dijeron que en algunos de los casos, antes de escapar, Lugo Santos robaba dinero o pertenencias de las víctimas.
Los camaristas desestimaron el pedido de la defensa del delincuente, la cual había solicitado que se declare al individuo inimputable por no comprender la gravedad de sus actos.