Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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"Cuando te subís y salís a la pista entendés que no es tan fácil como parece"

El Doctor Alan Renero se apresta a vivir sus últimas competencias como midgista. Su reciente graduación lo obliga a colgar el casco temporalmente. 

Fotos: Sebastián Panis y La Nueva.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com

   Final de una brillante etapa académica y comienzo de un nuevo ciclo de vida. De ahora en más, si se lo cruza en el sector de boxes, por favor dirigirse a él como el Doctor Alan Renero.

   Con 25 años, Alan logró graduarse días atrás en la carrera de medicina de la Universidad Nacional del Sur, luego de incontables horas de estudio y los habituales sacrificios propios de todo estudiante.

   “Fue una felicidad compartida con la familia y muchos amigos. Ahora estoy muy relajado, disfrutando de esta nueva etapa de vida y esperando ansioso poder preparar el examen de residencia para comenzar a ejercer”, nos cuenta el hijo de Walter, otrora gran animador del derrape.

   “Posteriormente—agregó--mi idea es especializarme en urología. Pero previamente tengo que rendir el examen de residencia que será en julio en Buenos Aires. Si sale todo bien empezaría a trabajar como residente. Así que no hay mucho margen para relajar, ya se terminó la buena vida (risas)”.

   En consecuencia, de acuerdo a lo prometido días antes de efectuarse su debut, allá por mayo de 2018, Renero hijo colgará el casco y pondrá punto final a, según cuenta él, su primera etapa dentro de la categoría.

   “Estas son las últimas fechas y me bajo, al menos por este tiempo que tenga que ser residente. Más adelante sé que voy a volver, pero con un auto bancado por mí y obviamente el apoyo de mi viejo y la familia. Pero realmente sería imposible correr y trabajar a la vez”, afirmó.

   Invernal 2018, primeras pinceladas de Alan al volante. Naturalmente, la portación de apellido y las expectativas previas del propio Walter nos invitaban a prestar especial atención a ese debut.

   Los primeros destellos fueron auspiciosos. En aquella primera fecha, y luego de un puñado de vueltas, se pudo apreciar en su desempeño lo que se busca en todo novel volante: una mínima noción del derrape controlado.

   Sin embargo, fechas más tarde, dos fuertes accidentes lo marcaron a fuego al pobre Alan, quien allí quedó condicionado en su proceso de aprendizaje y crecimiento conductivo.

   “Si no hubiese tenido esos dos palos tremendos de entrada estoy seguro que todo resultaría  muy distinto. Me acuerdo que empecé con una confianza tremenda y acelerando mucho, pero esos vuelcos, que encima me mandaron al hospital, me tiraron abajo”, recuerda.

   “Pero de a poco fui ganando confianza y sintiéndome cada vez mejor. El Invernal pasado fue muy bueno y varias fechas de este campeonato también. Ahora me vine un poco para atrás, porque tenía la cabeza en el examen final, pero calculo que las fechas que quedan, ya relajado, podré andar mejor y disfrutando mucho más”, aseguró.

   --¿Te pesó en algún momento el apellido, o sentiste presión de algún tipo?

   --Presión por parte de mi círculo no, pero sí hubo gente que por ser “hijo de” me miró distinto o esperó algo más. En todo este tiempo también tuve que escuchar muchos comentarios de mala fe y burlas de todo tipo, pero supongo que porque esas personas nunca se subieron a un auto de carreras y no se dieron cuenta lo difícil que es.

   “Yo siempre fui a divertirme, a disfrutar con amigos y familia, y así será hasta la última carrera que haga. Nunca tuve que demostrarle nada a nadie”, aclaró.

   --¿Esos comentarios te afectaron?

   --No, para nada. Esas cosas hay que tomarlas como de quién viene. Son comentarios que hace gente que nunca estuvo arriba de un Midget. Ojo, que yo en su momento también lo hice, incluso juzgando hasta a mi viejo mismo. Pero cuando te subís y salís a la pista entendés que no es tan fácil como parece.

   --¿Disfrutaste esta primera etapa?

   --Sí, siempre lo disfruté. De hecho el sábado terminé de correr el repechaje y me senté en la tribuna con mis amigos a ver el resto de la noche y eso también me genera disfrute. Y así seguirá siendo, porque amo el Midget dentro y fuera de la pista.

   “La segunda fecha fue la mejor. Recuerdo que venía 5º en esa semifinal que se largó 1000 veces, hasta que se cortó un palier y terminé volcando. Pero eso me dio más ganas de seguir acelerando y me demostró que si me lo propongo puedo estar más adelante. El auto está, el que tiene que acostumbrarse soy yo”, aseguró.

   --¿Es un tema psicológico?

   --Es difícil de explicar. Pero sí, todo pasa por la confianza. El que tiene experiencia la tiene re clara y seguro, después de un golpe, ya están enchufados otra vez. Pero todos tienen sus tiempos, y en mi caso considero que todavía me queda muchísimo por aprender y para poder estar a la par de un piloto de punta. Y para eso la confianza es clave.

   “Lástima que me tengo que bajar. Pero cuando regrese en el futuro tal vez pueda hacerlo de otra forma y mejor en muchos aspectos, dejando atrás las inseguridades y los miedos que quedaron de esos palos. No tengo dudas que es un hasta luego”, cerró el piloto de la máquina Nº79.

   Desde las 20:45, el Campeonato Estival de Midget 2021/22 disputará la última competencia del año, augurando que, lo que venga de aquí en más, mantenga el grado de adrenalina y espectacularidad como viene ocurriendo.

   Pero, por sobre todo, y dejando de lado lo deportivo, que nos encuentre nuevamente gozando al máximo de las simplezas de la vida.

   --Campeonato (cumplidas 7 fechas): 1) Luciano Vallejos, 155.50; 2) Luciano Franchi, 152.60; 3) Claudio Roth, 127; 4) Roy Altamirano, 94.10; 5) Rodrigo Perugini, 86.70; 6) Emiliano Urretabiscaya, 84.25; 7) Sebastián Burgos, 78.40; 8) Matías Oyola, 73.15; 9) Esteban Mancini, 71.65; 10) Gabriel Schiebelbein, 70.80; 11) Kevin Altamirano, 66.85 y 12) Braian Altamirano, 64.80.