La reunión en el CD dejó sensación de vacío

Redacción de La Nueva.

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La interpelación no dejó nada. O lo que acaso lastima aún más: terminó con demasiadas lágrimas en los ojos, voces quebradas por la tristeza y bronca contenida en los familiares y allegados que no encuentra un lugar sensato donde recostarse. Esa sensación se advertía en los rostros de los padres de Daiana Herlein, en los ojos de su hermana y de sus amigas, en los abrazos y las manos tendidas de quienes concurrieron al Concejo para escuchar las explicaciones de los funcionarios.

Serios y estratégicos

A las 10 en punto se sentaron en el recinto quienes no iban a concurrir pero que a última hora del viernes modificaron su postura. Serios, cerrados cada uno en su estrategia, estuvieron Rubén Valerio, secretario de Obras; Marcelo Lenzi, director de la Agencia Urbana; Martín Laplace, secretario privado del intendente y Marcelo Caramelli, exdirector de Espacios Públicos. Los acompañó el ingeniero Norman Dicek, asesor en cuestiones de arbolado urbano y el presidente del cuerpo, Santiago Mandolesi Burgos, dio cuenta del objetivo de la convocatoria, “que expongan sobre los antecedentes y el diagnóstico de la masa forestal del Parque de Mayo y las tareas que lleva a cabo la comuna sobre ejemplares que representan peligrosidad”.

Caramelli detalló las intervenciones en el arbolado durante sus dos años de gestión y el limitado equipamiento disponible.

Lenzi reconoció disponer desde marzo de 2013 de un estudio elaborado por profesionales de Planeamiento Urbano donde se indicaba, con precisión, el mal estado de cientos de ejemplares del Parque, “con evidentes condiciones de riesgo”.

“Ese informe se publicó en La Nueva Provincia en noviembre de 2013, así que su existencia era de conocimiento público”, afirmó Lenzi.

Valerio, por su lado, aseguró que dispuso del estudio el día después de la muerte de Daiana y que desde entonces “intensificó” las tareas de intervención.

“Riesgo inminente”

Dicek –no se cuidó por decir lo políticamente correcto-, dejó en claro “la peligrosidad” que representan los árboles en general de la ciudad, confirmó que el riesgo de una caída “era inminente” y que en más de una ocasión planteó al secretario de Obras la necesidad de adoptar medidas. “En septiembre de 2013 le mencioné a Valerio la situación de colapso del arbolado en general”, dijo.

A esta altura del encuentro, la sala había modificado su ambiente con el ingreso de quienes participaron de la movilización organizada por los padres de Daiana, pidiendo que los funcionarios asuman las responsabilidades.

“Caradura” fue la primera palabra que se escuchó desde la barra ante una respuesta de Lenzi. Luego cada palabra fue reprobada o criticada. “Son todos delincuentes”, se escuchó cuando Caramelli o Laplace adujeron “no recordar” hechos puntualizados por los concejales. De a poco se fue unificando el pedido de renuncia para Valerio y Lenzi, hasta reclamar “juicio político a todos”.

Los concejales Raúl Woscoff, Martín Salaberry y Manuel Mendoza hicieron un pedido unificado de cierre del Parque hasta que no haya riesgo, al tiempo que Valerio insistió en que “fue un accidente” y que todo está en manos de la Justicia.