Bahía Blanca | Viernes, 03 de mayo

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Un grupo de apoyo a Lopes "copó" el Concejo Deliberante

Un grupo de unos 100 beneficiarios de planes sociales y punteros políticos adherentes al gobierno municipal se presentó, ayer, por la mañana, en el Concejo Deliberante; al son de bombos y entre gritos e insultos, dijo apoyar al intendente Rodolfo Lopes y criticó el aumento de sueldos a los empleados municipales.
Gladys Ojeda tiene la palabra, en el Concejo Deliberante. (Adrián Fortunati-LNP)


 Un grupo de unos 100 beneficiarios de planes sociales y punteros políticos adherentes al gobierno municipal se presentó, ayer, por la mañana, en el Concejo Deliberante; al son de bombos y entre gritos e insultos, dijo apoyar al intendente Rodolfo Lopes y criticó el aumento de sueldos a los empleados municipales.


 Llegaron alrededor de las 11 en, al menos, un colectivo contratado. Según se dijo, algunos ingresaron y golpearon en el brazo a Nélida Corral, la recepcionista del Concejo. Después, se instalaron en la sala de audiencias.


 "¿Por qué no podemos juntarnos entre punteros políticos que queremos a Lopes y no a Simón --Adalberto, edil del PJ-- y a toda esta manga de concejales atorrantes?", dijo a "La Nueva Provincia" Néstor Gómez, quien se identificó como uno de los cinco "punteros" políticos que acompañaron la marcha.


 Aseguró organizar el grupo y hasta lo definió: "No son militantes, son remilitantes. Y se sienten tocados, porque tienen un plan social y no les alcanza. Porque les agarra bronca de que los municipales vengan en patota a apurar al intendente y al Concejo Deliberante".


 El clima se complicó en los pasillos y en la misma sala de audiencias.


 "¿Se creen que ser ediles es sentarse en una banca a vegetar? ¿Por qué no se dejan de hablar con los medios y de hacer conventilleríos baratos como los de Simón y Bustos --René, concejal del PJ--?", dijo Gladys Ojeda, quien, a partir de entonces, asumió una suerte de liderazgo.


 Entonces, intervino una mujer, que provocó más gritos:


 "¿Saben por qué los concejales salieron a aplaudir a las movilizaciones de los municipales? ¡Porque el aumento les toca también a ellos!".


 --Lo que dice es cierto --contestó Simón--, pero en el PJ hemos decidido no cobrarlo y dejarlo para cosas que el intendente entienda".


 Algunos militantes participaron luciendo pasamontañas, a pesar del clima primaveral. Además de Simón, los atendieron los concejales radicales Norberto Martínez y Aloma Sartor, la justicialista Marisa Plano y el frentista Esteban Usabiaga, entre otros.


 "Los municipales se quejan de los 700 pesos que cobran y nosotros nos tenemos que arreglar con 150. ¡No existimos para nadie!", sostuvo una señora.


 Otra mujer la interrumpió: "No queremos un Concejo que no apoye al intendente. Porque si siguen así, vamos a volver a un gobierno radical, que es un gobierno de ricos".


 Varias veces se afirmó que nadie recibió dinero para movilizarse y que eran vecinos de Villa Miramar, Vista Alegre, Stella Maris y Villa Rosario, entre otros sectores.


 Casi al final, Gladys Ojeda juró que el grupo ocupará el municipio, si los empleados se deciden a hacer paro. "Nosotros vivimos gracias a la comunidad. ¡Y la Municipalidad no se cierra!", gritó.

"Nos pasaron por arriba"




 La recepcionista Nélida Corral ("Nelly", como la llaman en el CD) escuchó los gritos y bombos antes de que entraran al lugar. Algunos lo hicieron por el ascensor y otros, según ella, por las escaleras.


 "Cuando escuché el bullicio, abrí la puerta y traté de decirles que pasaran, pero sin los bombos, porque si no se escuchaba nada. Entonces, apoyé el brazo y me pegaron con un palo", contó.


 Nelly dijo que sus compañeros la ayudaron.


 "Nos pasaron por arriba a todos, golpearon las paredes con palos. Había gente grande y chiquitos, pero las que más lío hicieron fueron las mujeres", aseguró.


 Alrededor de una hora más tarde, cuando la marcha se retiró, un grupo volvió a insultar a Nelly y, como también lo habían hecho antes, al resto de los concejales.


 Algunos militantes identificados fueron, además de Gladys Ojeda y Néstor Gómez, Perla Saavedra, Bruno Diez, Juan Poli y Pedro Gabba.


 En todo momento los acompañó Alfredo Vivo, candidato a concejal por el sector justicialista de Lopes para las elecciones legislativas de octubre: "Esto brotó espontáneamente en los barrios. La misma gente llegó hasta el Concejo", aseguró a este diario.


 Un empleado del Concejo dijo que, al igual que sus compañeros, se sintió inseguro, mientras la movilización estuvo adentro.


 "Amenazaban con prender fuego todo; no podíamos concentrarnos. Golpeaban las puertas. Ahora, tenemos miedo por si mañana --por hoy-- se aparecen en la asamblea del sindicato de municipales", comentó.

"Jamás vi una cosa así"




 El presidente del CD, Cristian Breitenstein, juró que nunca vio, a nivel institucional, una situación como la de ayer.


 El edil dijo que, en medio de la situación vivida, los manifestantes salivaron al concejal Julio Ruiz, quien se retiró del lugar rápidamente.


 "Hubo insultos permanentes y algunos estuvieron medio borrachos. Fue tremendo. Se hizo una hinchada de fútbol en el Concejo y no estoy dispuesto a tolerar algo así. Si en estos términos está planteada la interna del PJ, estoy dispuesto a renunciar", dijo.


 Aseguró haber llamado al intendente, "porque esta gente invocó un lineamiento político y traspasó un límite.


 "Hoy, los ámbitos de diálogo no existen y, a partir de la incorporación de sectores marginales a la vida política, el espectáculo que se está ofreciendo a la sociedad es dantesco", disparó.


 También comentó que se investigará quién ordenó el movimiento: "Vino gente que no se conocía entre ella, que se juntó el día anterior y ni siquiera sabía a qué venía. Es indudable que alguien contrató los micros y se les dijo que vinieran".


 Además, Breitenstein advirtió que no aceptará un diálogo con "violentos" y reconoció que lo sucedido "supera los límites del PJ".


 "Bahía no se merece esto y no pongamos la pobreza como excusa. Todo este cúmulo de situaciones que han venido ocurriendo sistemáticamente, en los últimos tiempos, me produce náuseas", concluyó.

* "Si fuera Lopes, estaría preocupada": "Fue una movilización en apoyo al intendente y, en realidad, no vinieron al Concejo a pedir nada especial, porque ni ellos mismos sabían bien qué reclamaban. Resultó obvio, por las banderas que portaban y lo que expresaban, que eran justicialistas, y, si bien todas las expresiones son válidas, es necesario realizarlas sin un marco de violencia y teniendo en bien claro qué se pide. Si fuera Lopes, más allá del apoyo expresado, estaría preocupada; especialmente, por la modalidad elegida para la demostración". Aloma Sartor, edil por la UCR.

* "Si esto fue armado, sería vergonzoso": "Quienes vinieron lo hicieron para plantear sus necesidades, en razón de que, con el aumento otorgado a los municipales, se sienten postergados, porque no pueden vivir con lo que cobran. Además, nos expresaron que nosotros le poníamos palos en la rueda al intendente, por lo que, dentro de lo que pude, en razón del nerviosismo que evidenciaban, traté de brindarles algún tipo de explicación. A algunas compañeras les expliqué que, si nos hubiesen acompañado a las reuniones que mantuvimos con Rodolfo Lopes, por ahí la opinión se revertiría en un 50 por ciento, porque nosotros quisimos ayudar y no nos los permitieron. Si esto fue armado, sería vergonzoso, porque no se puede jugar con las necesidades de la gente". Adalberto Mario Simón, edil del Partido Justicialista.

* "Flaco favor le hacen al intendente": "No sé cuál fue la consigna, pero esto tuvo color partidario y sectorial. Conozco a varias de las personas que vinieron, militantes de determinados barrios, y es claro que traían una consigna muy fuerte, que tiene que ver con la interna del PJ. Si bien en principio se apuntó a todos los concejales, finalmente el reclamo terminó sectorizándose a los ediles del PJ de la línea no oficialista. Todo estuvo coordinado, en razón de un objetivo: apoyar al intendente, eso fue obvio. De las agresiones, me enteré al final y entiendo que eso no tiene nada que ver con expresarse. Es absolutamente condenable y si alguien cercano al intendente motorizó esto, creo que flaco favor le hacen". Esteban Usabiaga, concejal del Frente Grande.

* Sin antecedentes: Esteban Obiol, presidente del bloque justicialista, calificó los episodios como un hecho "inédito y vergonzoso, que afecta el sistema democrático".

El intendente agradeció el apoyo de los manifestantes












 Sobre el escenario instalado en el salón Blanco, entre el intendente Lopes y la secretaria Mónica Grimberg, el viceministro de Desarrollo Social de la Nación había empezado a hablar, con voz plácida, de la necesidad de generar políticas "en serio" para los jóvenes.


 En la primera fila, lo escuchaban otros funcionarios kirchneristas: el director de Educación Social Popular, Washington Uranga, y el representante del Consejo Consultivo Nacional de Políticas Sociales, contador Luis Balbaniski.


 "La capacitación abre la cabeza, y el que tiene la cabeza abierta tiene buenas ideas y nadie lo lleva de las narices", estaba diciendo, cuando se empezó a escuchar, a lo lejos, un ruido en el que se entremezclaban bombos y redoblantes.


 El bullicio se fue acrecentando y, en un momento, fue tan fuerte que los asistentes se miraban entre ellos y algunos se acercaban a las ventanas, para determinar qué pasaba.


 Arroyo trató de conservar su tono monocorde e inmutable hasta el final de su discurso; finalizada la inauguración, descendió por las escaleras de mármol, junto con Lopes y Grimberg.


 En el hall, un grupo de unas cincuenta personas, en su mayoría mujeres, levantaba una pancarta que decía "Villa Miramar apoya la gestión de Desarrollo Humano", único elemento, hasta ese momento, que daba cuenta que se trataba de una exteriorización de apoyo a Lopes, porque todo el resto hacía pensar lo contrario.


 Una empleada municipal se acercó a Gladys Ojeda, quien conducía el grupo, y le pidió que pararan con el desorden, a lo que la mujer respondió: "Callate, porque yo ya hablé con Knecht --secretario privado de Lopes--".


 "Nosotros somos militantes peronistas de los distintos barrios. Fuimos al Concejo Deliberante; los concejales nos trataban como ratas, no querían salir, pero después nos atendieron y llegaron a un compromiso con nosotros", afirmó, tras negar que el grupo hubiese llegado al lugar en colectivos.


 "Ahora, venimos a que el secretario general del gremio de los Municipales nos responda por qué hace paros al intendente, cuando los sueldos municipales son entre 580 y mil y pico, y nosotros, que somos beneficiarios de planes, trabajamos por 150 pesos", comparó.


 "Si mañana --por hoy--, los municipales no arreglan con el intendente, nosotros vamos a copar todas las secretarías, para trabajar por la población", amenazaba la mujer, ante los micrófonos del periodismo que la rodeaban.


 Ojeda abundó en críticas al último gobierno radical, por su supuesta falta de respuesta social, y en loas, en este sentido, hacia la administración Lopes.


 "Siempre nos reunimos en una casa de Segunda Vista Alegre y ahí decidimos venir, pero no somos punteros, eso es otra cosa", se enojó.


 Lopes y Grimberg se acercaron a los manifestantes, pero Arroyo prefirió deslizarse por un costado y se recluyó en el despacho oficial.


 Cuando la gente vio a los funcionarios, se deshizo en aplausos y el clásico "olé, olé, olé, olé, Lopes, Lopes", acompañado por el batir de bombos y redoblantes.


 "Estamos acá para hacerle saber que el pueblo está con usted. Somos de todos los barrios, incluyendo el centro, y no nos mandó nadie, esto fue espontáneo", afirmaba una mujer, a los gritos.


 Apenas iniciado su contacto con la prensa, Lopes subrayó que no supo lo que sucedía hasta que bajó.


 "Les agradezco, pero les pido que mantengamos el orden y que no perdamos la calma", señaló, en dirección a la manifestación.


 Entonces, un hombre, que se presentó como Néstor Fabián Gómez, le expresó: "Estoy orgulloso y contento por todo lo que usted hizo por los pobres".


 Un paso más atrás, Grimberg miraba, con cara emocionada y la mano sobre el pecho.


 "En vez de dar aumento a los municipales, ¿por qué no les da más trabajo? Si hay 10 municipales trabajando y uno solo es el que tiene la pala, los otros toman mate. Nosotros somos los que les hacemos el trabajo a ellos", denunció.


 El intendente agradeció el apoyo y destacó que "esto da mucha fuerza".


 "Sigamos así, vamos a estar mejor", prometió.


 La prensa preguntó si no era por lo menos sospechoso que el apoyo se manifestara justo el día de la presencia de los funcionarios de Kirchner.


 "No, no, esto ha sido espontáneo", respondió sonriendo, con expresión de no comprender demasiado.


 "Pregunten al presidente del gremio cuánto cobra, en lugar de buscarle mugre al intendente", intervino una mujer.


 "Yo agradezco el apoyo, hoy lo vi acá, pero lo recibo en forma permanente, porque recorro siempre la ciudad", finalizó Lopes, y no descartó que, cuando la gente dice que los municipales no trabajan, "en algunos casos, tengan razón".


 No fueron pocos los empleados municipales que, ayer, al ver la escena, calificaron como "llamativo" que Lopes tuviese tiempo para recibir a esa gente y, por el contrario, se negase a hablar con la organización gremial que representa los intereses de sus propios trabajadores.

"Ni de planes ni militantes"




 "Cuando bajé del salón Blanco, en razón de la visita del licenciado Arroyo al municipio, vi gente que se manifestaba. Algunas caras me resultaron conocidas, pero no era gente perteneciente a los planes sociales ni militantes. Ni se me ocurrió pensar en una acción dirigida; no confundamos, fueron vecinos que vinieron a expresar su apoyo a la gestión del intendente y a expresar su malestar por algunos hechos sucedidos en los últimos tiempos". Mónica Grimberg, secretaria comunal de Desarrollo Humano y Social.

Los empleados deciden hoy sus próximas medidas




 Hoy, los afiliados al Sindicato de Trabajadores Municipales se reunirán en asamblea general, para determinar qué actitud tomarán ante el ofrecimiento del intendente de un aumento remunerativo de 100 pesos para los trabajadores de 30 horas semanales y de 160 para los de 48.


 El encuentro será a las 17, en el club atlético Independiente.


 Según el secretario adjunto Jorge Pattuglio, habrá opiniones cruzadas: "Unos aceptarán el dinero porque fue al básico y otros pedirán más plata".


 Con respecto al sorpresivo cambio en la postura de Lopes (había dicho que no cambiaría en nada su propuesta), el gremialista consideró que el intendente "estira el conflicto, lo lleva a su máxima tensión y después cede".


 Y con relación a la marcha que ayer irrumpió en el CD, Pattuglio dijo estar de acuerdo con el pedido de incremento en los planes sociales, pero criticó las formas: "En el Concejo, hubo problemas y hasta empujaron a una chica. ¿Qué queremos? ¿Volver al 74? Yo no estoy de acuerdo".

Denuncia judicial




 Pattuglio manifestó, anoche, la intención del gremio de denunciar ante la Justicia la agresión de la que fuera objeto la recepcionista del Concejo Deliberante.


 "Estamos dispuestos a acompañar a Nélida Corral a realizar la denuncia, porque queremos que se aplique la ordenanza que tiene que ver con la violencia laboral.


 "Este es un hecho por demás repudiable, pero nuestra decisión no implica estar en contra de esta gente que irrumpió en el Concejo y que hoy está fuera del sistema", subrayó.

Apoyo desde Reus




 "La sección sindical de CGT y el Sindicato de Trabajadores Municipales del ayuntamiento de Reus se solidarizan y apoyan la reivindicación y movilización de los compañeros del Sindicato de Trabajadores Municipales de Bahía Blanca para llegar a un acuerdo en la negociación colectiva con la Municipalidad".


 Tal es el texto de un e-mail recibido en esta redacción, enviado por Pere Alegre Llaveria, quien es secretario de organización de la CGT de Baix Camp-Priorat.


 Reus, Barcelona, es la ciudad hermana de Bahía Blanca en España.