Bahía Blanca | Sabado, 04 de mayo

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El placer de viajar 26 horas por Olimpo, llegar a destino y no quejarse de nada

Ocuparon la popular sur de un estadio que no se completó ni en un 60 por ciento.
El placer de viajar 26 horas por Olimpo, llegar a destino y no quejarse de nada. Deportes. La Nueva. Bahía Blanca

Por Sergio Daniel Peyssé / speysse@lanueva.com

   Por un centenar de hinchas de Olimpo, ubicados en la popular sur, el estadio Padre Martearena, con capacidad para 20.408 personas sentadas, no se tiñó de blanco y celeste.

   Más allá de los seguidores aurinegros que llegaron en auto y de algunas familias que viven en Salta y que, por los modelos de camisetas con las que se identificaban, tienen una antigua ligazón con Olimpo, el grupo mayoritario y más ruidoso fue el de la Agrupación Noroeste 74, que llegó a la capital salteña a las 2.30 de hoy después de viajar 26 horas.

   La odisea arrancó el lunes a las 0.30 en la sede de Líbano y Bravard, en el barrio Noroeste, en un solo micro con 60 pasajeros. El viaje tuvo dos paradas largas (Córdoba y Termas de Río Hondo) y, según lo que nos comentó Hugo Batista, el líder de la “banda”, el colectivo contratado por ellos mismos llegó a destino sin problemas y con todos sus ocupantes en perfecto estado.

   Fueron 26 horas de viaje, que se coronó con un asado hoy al mediodía en una cochera céntrrica que le facilitó, sin cargo, un hincha de Juventud Antoniana de Salta que hizo “buenas migas” con Mauro Laspada, cuando el Pelado --e ídolo olimpiense-- dirigió a ese equipo en la edición 2013-2014 del Federal A.

   “¿La carne? Un poco dura, pero salió barata. Acá, el kilo de asado no llega a 100 pesos. Pero eso no importa, estoy feliz de venir a ver a Olimpo; no me duele nada y estoy listo para otras 25 horas de regreso”, admitió Bruno Banegas, quien junto a su cuñado Maxi, prefirieron llenar el estómago con las empanadas salteñas que compraron en un comedor (en esta ciudad le ganan ampliamente la pulseada a los restaurantes) bien parecido a una pulpería.

   Y llegó la hora de ir a la cancha. Después de hacer la digestión en la plaza 9 de Julio, frente al Cabildo y a la peatonal Alberdi, los simpatizantes aurinegros salieron rumbo al estadio alrededor de las 19, escoltados por una moto y un móvil de policía Federal. Calle San Martín, Jujuy, avenida Paraguay, avenida Tavella e ingreso, pasadas las 20.15, al Padre Martearena, que presenta un aspecto arquitéctonico distinto a cualquier otro estadio: bloques individuales de tribunas, con un lateral, donde están los pupites y las cabinas, cubierto de lado a lado con 6.500 plateas. Hermoso, moderno y original estadio.

Se enteraron por La Nueva.

   “¿En serio me decís?, me dijo Huguito Batista cuando le informé que al club Olimpo había llegado un comunicado del Ministerio de Seguridad (División de Investigaciones de Eventos Deportivos de la Policía de la provincia de Salta) prohibiéndole a los hinchas aurinegros “ingresar al estadio con banderas de cualquier tipo ni instrumentos musicales o ruidosos”.

   “¿Ves todo lo que hay acá, a dónde lo dejamos?”, me preguntó el mandamás de la Agrupación Noroeste 74, en medio de un colorido enmarcado por “trapos” amarillos y negros, exacatamente a 50 metros del estadio, en una callecita interna (mitad asfalto mitad tierra) del predio municipal que también se llama Padre Martearena.

    Finalmente, las banderas quedaron dentro del micro, bien custodiado por cuatro efectivos.

   El comunicado, en su último párrafo, decia textualemnte: “A través de una minuciosa evaluación de los riesgos y con el sólo propósito de prevenir alteraciones a la seguridad y al orden público, requerimos como entidad que se notifique y se publique, para conocimiento de los simpatizantes del club Olimpo, que existen condiciones y prohibiciones estipuldas para el ingreso y permanencia en el estadio, para lo cual deberán abstenerse de concurrir con banderas, bebidas alcohólicas, papel picado o rollos de papel, fuegos artificiales o bengalas, humo en polvo, bombos o instrumentos musicales, material con contenido ofensivo, racista o xenófobo y cualquier otro elemento que pueda causar daño y/o incitar a la violencia, y que pueda ser utilizado para obstruir o vulnerar los dispositivos de seguridad implementados en la cancha”.