Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Meningitis bacteriana: la OMS busca reducir un 50 % los casos y 70 % las muertes para 2030

Las meningitis causadas por infecciones bacterianas provocan alrededor de 250 mil muertes al año en el mundo y causan epidemias de rápida propagación. En Argentina las vacunas están dentro del Calendario Nacional.

   La Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó hoy una hoja de ruta con el objetivo de eliminar en el mundo las epidemias por meningitis bacterianas y reducir los casos en un 50 % y las muertes en un 70 % para 2030, un objetivo posible gracias a la existencia de vacunas contra las tres bacterias que causan la mayoría de las infecciones y que en Argentina se encuentran dentro del Calendario Nacional.

   "La meningitis es una enfermedad grave que consiste en la inflamación de la membrana que recubre el cerebro; afecta principalmente a niños de los cuales el 15 % fallecen y entre el 30 y el 40 % quedan con secuelas", describió el infectólogo pediatra Eduardo López.

   López, quien brindó esta declaración en un evento público previo a lanzamiento de la hoja de ruta de la OMS, explicó que el origen de esta enfermedad puede darse por virus o bacterias.

   "La mayoría de las meningitis son causadas por tres bacterias (Streptococcus pneumoniae o neumococo, Haemophilus influenzae y Neisseria meningitidis o meningococo) y para las tres tenemos vacunas a nivel mundial en tanto que en Argentina están incluidas en el Calendario Nacional", detalló.

   Según los datos difundidos hoy por la OMS las meningitis causadas por infecciones bacterianas provocan alrededor de 250 mil muertes al año y causan epidemias de rápida propagación.

   "Mata a uno de cada 10 de los infectados, en su mayoría niños y jóvenes, y deja a uno de cada cinco con una discapacidad duradera, como convulsiones, pérdida de audición y visión, daño neurológico y deterioro cognitivo", informó el organismo. A esos daños se suman otras secuelas como la amputación de miembros y cicatrices.

   En este contexto, la OMS destacó que existen varias vacunas que protegen contra la meningitis (meningocócica, Haemophilus influenzae tipo b y neumocócica), pero alertó que "no todas las comunidades tienen acceso a estas vacunas que salvan vidas y muchos países aún no las han introducido en sus programas nacionales".

   "Si bien se están realizando investigaciones para desarrollar vacunas para otras causas de meningitis, como el estreptococo del grupo B bacterias, sigue existiendo una necesidad urgente de innovación, financiación e investigación para desarrollar más vacunas preventivas contra la meningitis", destacó el organismo.

   E indicó que "también se necesitan esfuerzos para fortalecer el diagnóstico, el tratamiento y la rehabilitación precoces de todos aquellos que lo necesiten después de contraer la enfermedad".

   En este contexto es que la OMS lanzó hoy esta hoja de ruta para llegar a tres objetivos de cara a 2030: "Eliminar las epidemias de meningitis bacteriana; reducir los casos de meningitis bacteriana prevenible mediante vacunación en un 50 % y las muertes en un 70 % y reducir la discapacidad y mejorar la calidad de vida después de la meningitis de cualquier causa".

   "Este tipo de iniciativas de la OMS es muy importante y nos retrotrae a lo que sucedió con otras enfermedades, como por ejemplo cuando en 1988 este organismo junto a otras organizaciones se unieron para trabajar y poner fin a la poliomielitis y hoy podemos decir que el 80% de las regiones en el mundo no tienen poliomielitis salvaje y en Latinoamérica en 1994 se dio el último caso", destacó María Beatriz Seoane, Directora Médica de Vacunas GSK Argentina & Cono Sur, quien compartió con López el evento previo al lanzamiento de la OMS.

   Por su parte, López, quien es Jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, recordó que en Argentina hubo dos epidemias de meningitis: una durante los años 1976 y 1977 y otra en 1992.

   "Ambas fueron muy terribles, teníamos las salas llenas. Lo más duro de esta enfermedad es que su evolución es rapidísima. Un día uno tiene un niño sano y a las 24 horas está en terapia intensiva", sostuvo el especialista.

   Y describió que en lactantes los síntomas son inespecíficos, mientras que en niños más grandes hay algunos signos de alerta más claros como fiebre, vómitos, dolor de cabeza, somnolencia, erupción, fotofobia, confusión y convulsiones.

   López repasó las fechas de incorporación de las vacunas al Calendario Nacional y su impacto en la reducción de casos.

   "La primera fue la vacuna contra el Haemophilus influenzae en 1997 y a partir del año siguiente hubo una caída brutal de casos de meningitis por esa bacteria; lo mismo pasó después de 2012 cuando se sumó la vacuna contra neumococo, y la última que se añadió fue en 2017 contra el meningococo", describió.

   En la actualidad el esquema de vacunación es el siguiente: contra la Haemophilus influenzae se dan tres dosis (en la quíntuple) a los dos, cuatro y seis meses y luego se da un refuerzo entre el mes 15 y el 18; contra el neumococo (conjugada 13 valente) a los dos, cuatro y doce meses y en la adultez, y contra el meningococo dos dosis a los tres y cinco meses y un refuerzo a los 15 meses.

   "Como estrategia, Argentina también definió una dosis única contra el meningococo a los 11 años para evitar el contagio en los adolescentes ya que pueden contagiar y ser reservorios de la bacteria", describió López.

   También está disponible la vacuna contra el meningococo tipo B para las poblaciones de riesgo.

   "Si bien nuestro calendario de vacunación es uno de los más completos de Latinoamérica, e incluso del mundo, estamos teniendo un 30 % de las niñas y niños sin la vacunación completa, esto representa unas 210 mil niñas y niños al año a los que no le está llegando la vacuna", alertó López.

   Y concluyó: "Las vacunas están disponibles pero no sirven si no llegan al brazo, tenemos que pensar estrategias para completar esos esquemas, ir a las escuelas, a los barrios; de esa manera podemos lograr ampliar la protección contra esta y muchas otras enfermedades que son muy graves y para las que tenemos herramientas de prevención tan efectivas como son las vacunas". (Télam)