Juicio por abuso: tras anular una condena, Casación apartó a la fiscal
A Gustavo Suárez le habían dado 20 años de prisión, pero se detectaron “vicios” en la acusación y ordenaron otro debate.
Tras la polémica decisión, dictada en 2024, de anular una condena a 20 años de prisión a un presunto abusador, por encontrar fallas en el procedimiento del juicio, ahora el Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires apartó a la fiscal del caso.
De esa manera, la Sala I del máximo cuerpo judicial penal, con asiento en La Plata, aceptó una queja planteada por la abogada Laura Pereyra, defensora oficial del acusado, Gustavo Andrés Suárez (44).
Así también se revocó la decisión que había adoptado previamente la Cámara Penal de Bahía Blanca, que mantenía en el caso a la fiscal Natalia Ramos, pese a la anulación de la condena y la detección de "vicios" en su accionar durante el juicio por jurados.
En 2023, Suárez había sido condenado a 20 años de cárcel, tras ser encontrado culpable por el jurado de haber violado a una niña en Tres Arroyos.
Sin embargo, el año pasado Casación anuló ese fallo porque entendió que la fiscal Ramos, en su rol de acusadora, incorporó al caso pruebas de una condena anterior que había cumplido Suárez -por un delito sexual cometido en 2002- y que esa situación generó "un perjuicio insalvable" en el ánimo del jurado popular que definió la condena de Suárez
Y en los últimos días, los mismos jueces de Casación, Daniel Carral y Ricardo Maidana, decidieron apartar a la fiscal para actuar en el nuevo juicio al procesado.
Suárez hoy continúa detenido, según se informó. Está alojado en la Unidad Penal Nº 37 de la localidad de Barker, al sur de Tandil.
Actuación "desleal"
Al formular la queja contra la resolución de la Cámara Penal local, que mantenía en el puesto a Ramos, la defensora Pereyra argumentó que, de seguir la misma fiscal, se iba a poner en riesgo el debido proceso legal y el derecho a un juicio justo, por entender que su intervención en el primer juicio fue "desleal".
Explicó Pereyra que, por otro lado, Ramos no acusó recibo del primer fallo de Casación y no solo no reconoció errores en su proceder sino que manifestó su desacuerdo con la anulación y dijo que lo dicho por Casación era erróneo.
Por ese motivo la defensora entendió que "el Estado no podía poner nuevamente al frente de la acusación a quien contribuyó con sus acciones a que el juicio se anulara".
Casación, al aceptar la queja, entendió que los camaristas bahienses que habían decidido mantener a Ramos "no examinaron debidamente los argumentos de la defensa".
Dijeron, en ese sentido, que "desatendieron la complejidad de los planteos de la defensa, omitiendo cuál fue el argumento real", teniendo en cuenta que el temor de la defensa "es fundado", ya que, de continuar, podría condicionar el derecho del acusado a un juicio justo, "por su desapego reiterado a las reglas que rigen aquel sistema de enjuiciamiento".
En un juicio posterior -ajeno a este hecho- que volvió a enfrentar a Ramos con Pereyra en la litigación, la fiscal -según la defensora- volvió a alegar frente a los jurados sobre hechos no probados.
Para los doctores Carral y Maidana, la fiscal "infringió nuevamente las reglas" del juicio por jurados y "tampoco reflexionó sobre la advertencia" que se le había hecho previamente.
En definitiva, se aceptó la queja de la defensa y se ordenó apartar a la fiscal Natalia Ramos del caso, con lo cual otro fiscal tendrá que afrontar el nuevo juicio al que deberá ser sometido el acusado Suárez.
El rol del juez técnico
Casación tiene dicho que una prueba es "impertinente" cuando "no tiene ninguna utilidad para avanzar en la teoría del caso que sostiene la parte que la ofrece".
Y en el caso bajo análisis se preguntó: "¿para qué se requiere esa prueba (testigos de un abuso anterior por el cual ya había sido condenado Suárez) en este juicio?".
A partir de ese argumento remarcaron la necesidad de contar en los juicios por jurados con jueces técnicos (a cargo del comando del mismo) que actúen como jueces de garantías, en cuanto a qué prueba ingresa al debate, de qué modo y con qué fin, así como garantizar que el veredicto del jurado se sustente solo en la evidencia del caso.
Testigos de la causa anterior
Rechazo. En el primer fallo, Casación marcó que la jueza técnica Verónica Vidal habilitó a testigos de la causa anterior contra Suárez y rechazó instruirlos para que no hablen sobre el caso viejo (la fiscal los había pedido para incorporarlos como "testigos de concepto") y que también informó que "no iba a limitar sus respuestas".
Temor. "Esas decisiones justificaban el temor de la defensa", explicaron en el primer fallo los jueces de Casación.
Desgobierno. En esa misma resolución, consideraron que la jueza del primer juicio (Vidal) tuvo un "desgobierno" en cuanto a las reglas del debate.
Emociones. Y se explicó que la conducta asumida por la fiscal "fue absolutamente desleal" porque "apeló a las emociones del jurado" civil.
Estrategia. "Estructuró su teoría del caso a partir de la estrecha vinculación entre un abuso (ya juzgado) y otro (que debía probar), buscando deliberadamente generar esa asociación en la mente de los jurados", había dicho Casación.