José Antonio Chamot y otra visita de fe a Bahía: "Estos encuentros son especiales para nosotros"
El tres veces mundialista con la Selección está en nuestra ciudad como parte de una actividad del grupo "Atletas de Cristo", que desde hace años acompaña a deportistas de nuestra ciudad.
José Antonio Chamot, exjugador de Rosario Central, Milan y la Selección Argentina, brindará mañana una charla en el ex Salón de Los Deportes.
La misma forma parte de una serie de actividades que el exdefensor entrerriano se encuentra realizando en nuestra ciudad, en conjunto con el grupo bahiense de "Atletas de Cristo", quienes desde hace años acompañan física y espiritualmente a deportistas de nuestra ciudad.
Este domingo, Chamot formará parte de encuentros en el barrio Noroeste y, por la noche, participará de una actividad en la Iglesia "Pueblo Nuevo", ubicada en Soler 444.
Mañana, en tanto, será el evento central, con una entrevista y charla abierta, con entrada libre y gratuita a partir de las 20, aunque destinada principalmente a deportistas o personas que tengan algún vínculo con actividades deportivas.
"Para nosotros es muy importante el apoyo de estas figuras porque entendemos que ellos tienen, por nombre propio, una gran llegada a la gente, que se los escucha con mayor atención porque lo dicen ellos", le contó a La Nueva. el pastor Delfín Viano, la cabeza del grupo y quien oficiará de moderador en la charla.
"Para nosotros es importante porque nos permiten llegar a otros que, quizás, no lo harían sino fuera por el nombre propio de ellos", insistió.
Esta será la segunda visita de Chamot (acudió a los Mundiales de 1994, 1998 y 2002, y a los Juegos Olímpicos Atlanta 1996) a la ciudad en este marco, ya que también estuvo el año pasado, y se suma a la presencia de otras destacadas figuras que pasaron por Bahía a dejar su mensaje de fe. Previamente, entre otros, estuvieron Adrián "Maravilla" Martínez y Pablo Lavallén.
"Algo que yo destaco de los que ya han venido es su humildad, que han entendido la fe en toda su dimensión. No solamente en la parte más personal, sino que es una fe que se transmite a las costumbres de todos los días", señaló Delfo.
Viano, además, contó qué dejan estas charlas en aquellos que se acercan a disfrutarlas.
"Desde lo deportivo, todos tienen algo en común: una enorme entrega y sacrificio. Quizás llegue, quizás no, pero no hay un camino diferente que no sea la entrega y el sacrificio para llegar a donde llegaron. Ver una figura así, que jugó en Milán, Champions, Mundiales, siendo un chico que nació en un pueblito cerca de Entre Ríos y que no tenía zapatillas, te demuestra que tenés posibilidades", enumeró.
"Desde el marco espiritual también deja muchísimo porque personas que llegaron a lo más alto, donde hay mucho dinero, reconocimiento, aplausos y le faltaba esa paz interior y eso se completa en Dios —continuó—. Es bueno es saber que el jugador que está transitando al revés, sin la fama y sin la gloria, ya en relación con Dios hay posibilidad y esperanza. Y como para completar esto, estos jugadores de élite también muestran su faceta humana, gente que necesita relaciones, que demuestran que la fama en sí misma no es nada y que el tiempo y la fama pasa y el ser humano queda", remarcó.
Si bien esta vez tendrá un invitado de lujo, la reunión semanal de "Atletas de Cristo" ya son todo un hábito para las más de 200 personas que participan de manera más o menos activa en la comunidad.
Entre ellos, la mayoría futbolistas, se encuentran todo los lunes para compartir un espacio de fe, reflexión y acompañamiento mutuo entre personas que comparten los diferentes vaivenes de la profesión.
"Estos encuentros (con personalidades) son especiales y lo valoramos de sobremanera, aunque nos encontramos con dos temas: la agenda de ellos y el tema económico. Nosotros lo hacemos semanalmente, somos metódicos, tenemos encuentros los lunes", insistió.
"Participa gente de distintas disciplinas del deporte local, donde tenemos un espacio de compañerismo, de compartir, de charlas, de conocernos y después un tiempo de reflexión de algún tema en particular, que tiene un tinte deportivo pero más pensado en la persona integral. El deportista es en cierto horario, después es una persona que tiene relaciones, emociones, problemas, circunstancias que tiene que enfrentar todos los días e intentamos darle herramientas para enfrentar eso. Y, después, tenemos un tiempo especial en el que damos gracias por las cosas lindas que nos han pasado y también pedimos a Dios por las circunstancias que pasan: lesiones, cambios de clubes, etcétera. Cosas que le pasan y queremos estar presentes", contó Delfín.
"Atletas de Cristo" comenzó a crecer en Bahía en 2017, de la mano del defensor de Villa Mitre Daniel Romero, quien con otro grupo comenzaron a hacer estos encuentro, que hoy cuenta con una concurrencia de alrededor de 80 deportistas todos los lunes.
"Los chicos vienen con distintos temas, vivimos en un mundo extremadamente veloz, instantáneo, competitivo y atravesados por un cuestión de cuestiones tecnológicas que terminan siendo negativas. Las problemáticas son muchos, pero la preocupación, las lesiones y la ansiedad que genera no saber el futuro y el deseo de llegar, son las principales", aclaró.
"Los chicos llegan con la idea de resolver estas cosas que le pasan, como a cualquier persona. Estamos trabajando para que se cambie el chip porque se ha instaurado que es un etapa muy corta en la vida y ya a los 25 sos viejo. Primero no es verdad, porque hay jugadores de 40 que están jugando y no son pocos, son muchos. Por supuesto que hay una etapa, pero alentarlos, a veces uno no llega al máximo, pero intentar ser lo mejor que se pueda ser. Ser la mejor versión tuya, entrenate, cuidate, descansá, ser buen ciudadano, buen padre, eso genera paz y quita ansiedad", agregó.
"Trabajamos mucho en eso. También trabajamos para que ellos vayan pensando una alternativa para cuando dejen de jugar, que ellos capaciten sus mentes y busquen alternativas educativas que les permita sacar la inteligencia emocional. Qué disfrutan hacer, no solamente en la profesión, sino en otras cosas, cualquier otra actividad que pueda ir de la mano del fútbol", redondeó Delfo, a la espera de otra visita ilustre para seguir transitando, junto a los deportistas, el camino de la fe.