Bahía Blanca | Lunes, 11 de agosto

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Milei afirmó que su tuit contra Ian Moche está "amparado por la libertad de expresión" y se negó a borrarlo

El Presidente contestó la acción judicial que le inició la familia del niño, que pidió que se ordenara borrar un tuit del mandatario que lo asoció con “los kukas”

Javier Milei presentó un hoy escrito en la causa que le inició la familia de Ian Moche, un niño con autismo de 12 años, que pidió que se le ordenara al Presidente retirar un tuit que aludía a él y lo asociaba a “los kukas”.

Milei se negó a hacerlo. Dijo que como el niño era “un activista” debía tolerar el debate; que él se había expresado desde su “cuenta personal” @JMilei (pese a tratarse de la cuenta que X identifica como de un gobierno o funcionario) y que la demanda de Moche debía ser rechazada “de inmediato” por su “manifiesta improcedencia formal y conceptual”.

El Presidente negó “que el interés superior del niño habilite restringir la libertad de expresión política en el marco de un debate público legítimo”. Alegó que el propio niño se reconoce como “un activista” y que, como tal, está sujeto a las críticas de quienes no compartan sus ideas o su forma de expresarlas.

También negó el Presidente que “la cuenta de la red social X @JMilei sea una cuenta oficial o institucional del Poder Ejecutivo Nacional”. Y dijo que él no había criticado a Moche sino al periodista que lo había entrevistado: Paulino Rodrigues, a quien volvió a aludir en su escrito judicial como “Pautino”.

Ahora, el juez federal de La Plata Alberto Osvaldo Recondo tendrá 48 horas para resolver si le ordena o no al Presidente eliminar su mensaje.

 

En su presentación, Milei dijo además que Moche debió haber agotado las vías internas de resolución de estas cuestiones que plantea X, como la denuncia dentro de la red social o un pedido de “Nota de la Comunidad para brindar contexto o desmentir el contenido republicado”, pero que no lo hizo y que, en cambio, fue directo a la Justicia. Según Milei, Moche actuó “con la única finalidad de obtener la censura y eliminación de una opinión personal del suscripto sobre un periodista”.

El Presidente dijo que esta demanda se inscribe dentro de la "cultura de la cancelación“. Afirmó: ”Se trata de un fenómeno global que atenta contra la libre expresión y la libertad de los individuos sean ciudadanos, funcionarios o como en mi caso particular presidentes. La cultura de la cancelación no es más que una herramienta de ajusticiamiento ante cualquier supuesta ofensa con el fin de silenciar voces u opiniones que no compartimos".

Milei dijo además: “Se trató de una publicación entre varias al día que se realizan a través de mi cuenta en esa red social, por lo que no constituye un ataque u ofensa personal dirigida al actor, sino que se trata de una publicación aislada donde doy mi opinión personal sobre el periodista Paulino Rodrigues y no hago referencia ni me dirijo a la persona del actor”.

Insistió en que “es ilegítimo cualquier intento o pretensión de supresión [de su mensaje] por orden judicial, como solicita la actora infundadamente”.

“El tweet que motiva la demanda -afirmó el Presidente- no es un acto estatal, es una publicación protegida por el derecho constitucional a la libertad de expresión que me garantizan la Constitución nacional y los tratados internacionales con jerarquía constitucional.”

Milei añadió: “El tweet no menciona al actor ni directa ni indirectamente, ni tuvo siquiera el propósito explícito o implícito de referirse al actor, ni nada de ello se deriva de cualquier análisis sintáctico y semántico que se pueda hacer de su lectura. Esto solo genera la sospecha de que el involucramiento por parte de adultos ‒quizá su letrado patrocinante‒ del actor en esta cuestión persigue únicamente finalidades políticas y de rédito personal".

El Presidente, que suele atacar al periodismo profesional, dijo además en su escrito que “el impacto y relevancia democrática de las comunicaciones en línea se ha tornado mucho más relevante en la plataforma digital que en los medios tradicionales” y que, por ende, “debe procederse con extrema cautela y con un carácter estrictamente restrictivo la decisión de supresión de un contenido”.

Reclamó además “evitar convertir al sistema judicial en un medio de inhibir el disenso”. Una y otra vez, dijo que lo que le cuestionan “constituyó una acción privada”. El Presidente alegó: “El hecho de que una persona ostente un cargo público no convierte automáticamente en acto estatal todo lo que hace o dice en su vida personal o digital”.

En el mismo sentido se manifestó hoy en la causa el Estado Nacional, a través de la Procuración del Tesoro de la Nación (que nuclea a los abogados del Estado), que argumentó que la cuenta de X con la tilde gris no es una cuenta oficial sino particular del Presidente.

La respuesta de Moche

El abogado de Moche, Andrés Gil Domínguez, sostuvo que la presentación del Presidente “desconoce que la protección especial otorgada a la libertad de expresión como derecho fundamental y como derecho humano tiene como principal objeto proteger a los particulares frente al poder y no al poder frente a los particulares, especialmente, si se trata de un niño que pertenece al espectro autista”.

El abogado afirmó que Milei, en su contestación, “fijó su domicilio en la residencia presidencial de Olivos asumiendo de esta manera su carácter de Presidente, descartando ser un mero particular y entrando en directa contradicción con la postura asumida por la Procuración del Tesoro de la Nación”.

Según Gil Domínguez, la presentación del Estado Nacional y la del Presidente “destilan el mismo cinismo”. Según el abogado, los dos escritos “afirman que en ningún momento el Señor Presidente Javier Milei realizó expresiones agraviantes” respecto de Moche. “Si esto fuera cierto y sincero -dijo- hubiese bastado una aclaración, disculpa o eliminación del posteo a través de X. Esto nunca aconteció”. (La Nación)