"No los entiendo a los dirigentes, están todos locos", opinó Javier Sánchez, quien se aleja de la ABB

Redacción de La Nueva.

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Javier Sánchez no continuará en el cargo como gerente rentado en la Asociación, después de tres años en la entidad madre del básquetbol local.

"Hoy por hoy mi trabajo particular me está demandando mucho tiempo y es muy difícil el día a día en la Asociación, porque el teléfono suena las 24 horas del día y no estoy para darle a la ABB la calidad de respuesta y atención que merece", explicó.

Sánchez contó que no le costó la decisión.

"No soy muy emocional con las decisiones que tomo. Cuesta porque a uno le gusta el básquet, pero también me gusta vivir y disfrutar con mi hijo. Entiendo que no estoy en condiciones para hacer las cosas como me gusta", justificó.

Sánchez comenzó a incursionar en la dirigencia tras ponerle fin a su importante carrera arbitral.

"No me arrepiento en absoluto de haber incursionado en la ABB, de hecho me encantaría poder seguir, lo voy a extrañar, pero no me da el tiempo", señaló.

Y puntualizó qué lo desgastó: "El mayor error es atender el teléfono las 24 horas del día".

Consultado si le hubiera gustado llegar a la presidencia de la ABB, Sánchez dijo que nunca lo había pensado y que no sabe si estaría a la altura para ocupar el cargo.

"No se me cruzó ni está en análisis", aseguró.

También se refirió a lo ingrato de trabajar dentro de la ABB y en qué se diferencia la devolución en cuanto al resultado del trabajo con el que realizar el dirigente de club.

"El dirigente del club, entiendo, tiene la satisfacción en lo deportivo. Nuestra satisfacción, en cambio, era que saliera el boletín el miércoles, el jueves no explote el teléfono, el lunes lleguemos a la Asociación y el fin de semana haya sido normal. El día a día me llevó a la admiración del dirigente deportivo de la ciudad", resaltó.

Y amplió: "Si no fuera rentado no haría el trabajo que hacen los dirigentes. Es una locura. No los entiendo a los dirigentes, están todos locos. Laburan diez horas, se meten en el club cinco horas, lo hacen gratis, ponen plata de su bolsillo y resuelven situaciones poniendo el club por delante de su familia. Para mí es gente que no está bien. Y se los digo cada día", aseguró.

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