Bahía Blanca | Martes, 08 de julio

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“Interactuar con una inteligencia es como llegar a ser campeón en rugby”

El bahiense Esteban Lingeri Conget encontró puntos en común entre el deporte y la ufología. Es un referente en la investigación de campo sobre anomalías luminosas relacionadas con el fenómeno ovni.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva y gentileza Esteban Lingeri Conget.

(Nota de la edición impresa)

La Amarok marrón se desplaza levantando polvareda en el atardecer, por la ruta provincial de tierra 14, al sur del desierto pampeano. Destino: paraje Chos Malal, posible de ser geolocalizado en Google Earth gracias a la referencia de la Escuela Nº260. De otro modo, invisible. Sin embargo para Esteban Lingeri Conget -al volante- y para Daniel López, el camino se abre a medida que crece su expectativa por dar con la mujer que dijo haber visto luces en el cielo.

Desde hace cinco años Lingeri Conget -ex jugador de rugby de Sociedad Sportiva y abogado- se dedica a la investigación de “anomalías luminosas”. Hoy es un referente de la ufología en nuestra ciudad y en el país, al punto que López lo unió al Grupo Hemisferios, equipo de investigación de campo y proyectos para la detección, estudio y comprensión de esos fenómenos.

“El momento de la vigilia me genera tanta adrenalina como cuando estaba por entrar a la cancha a jugar un partido de rugby. Según la cantidad que seamos, nos vamos ubicando en diferentes lugares para triangular y tener mejor foco de observación. Y cuando tenés la suerte de observar, registrar o interactuar con una inteligencia, se siente una emoción enorme. La comparo con ser campeón en rugby: significa haber logrado el objetivo propuesto”, contó Lingeri Conget.

Hugo Daniel López y Esteban Lingeri Conget en la base del Cerro Policía, Rio Negro.

“Mi pasión por el rugby y la pasión por el tema ovni comenzaron gracias a familiares. Un tío, Oscar Gutiérrez, me llevó a Sportiva  a jugar al rugby desde muy chico. Y la primera vez que escuché a alguien hablar de una experiencia ovni fue a mi abuela paterna Alcira. Siempre me tomé el deporte de una manera muy seria, nunca como un pasatiempo. Hoy entreno la M16 Paloma”, dijo el bahiense en diálogo con "La Nueva.".

Encontrá el rugby en el micrositio de "La Nueva.".

“Al tema ovni en un principio sí lo tomé como un hobbie junto con unos amigos, Salvador Turiano y Rafa Prieto. Hicimos un programa de radio llamado `No estamos solos´ en FM Latina. Época en la que cada vez que tenía la oportunidad, le pedía a mi mujer que me acompañara a Sierra de la Ventana a hacer vigilias o preguntar a los vecinos si habían visto alguna luz extraña. Después, en la pandemia me atreví a armar un canal en YouTube llamado `Escarabajo Cósmico´, para continuar con entrevistas a investigadores y testigos. Gracias al canal conocí mucha gente que hoy puedo considerar amigos, entre ellos a Daniel López o al fotógrafo Miguel Thomé, que fotografió un ovni cuya foto fue tapa de La Nueva Provincia en 1962”, agregó.

El rugby, Sportiva y La Carrindanga, sitios familiares para Esteban.

-Entre pasiones, pasaste del rugby a la ufología. ¿Es disparatado encontrar puntos en común?

-En el tema ovni la pasión te lleva a investigar, a leer y a escuchar a otros investigadores, pero sobre todo, la pasión por aprender y ver qué es lo que puede estar sucediendo te lleva al campo. La pasión te lleva a los lugares donde la gente dice ver anomalías luminosas y a escuchar atentamente sus experiencias. Incorporar los aprendizajes de los miembros más veteranos del grupo, respetar nuestro protocolo de trabajo con el fin de poder observar, interactuar y en lo posible registrar el acontecimiento. Cada vez que viajamos a realizar nuestras exploraciones, lo hacemos con mucha felicidad y expectativas. De la misma manera que cuando me subía al micro para viajar a jugar al rugby a otra ciudad. Lo mismo con los chicos que entreno: busco capacitarme para ayudarlos a mejorar. O como cuando estamos en los momentos finales con el equipo en el vestuario antes de salir a la cancha, que lo comparo a cuando estamos por iniciar la investigación de campo. Ya no habla nadie, hay respiraciones profundas y comienza la ansiedad, los nervios, las expectativas. Te parás y caminas alrededor del ambiente, miras a los ojos a tus compañeros y empezás a sentir esa sensación de unidad. Todas las preocupaciones que podés llegar a tener en la cabeza, se olvidan. Lo único que importa es salir al campo a explorar, salir a la cancha a jugar el mejor partido.

Esteban escucha a un productor rural frente a otro caso de lo conocido como "chupacabras".

-Vivimos tiempos en los que, gracias a la tecnología, cada vez es más potente el flujo de videos, fotos, testimonios y experiencias de fenómenos luminosos, tal como describís. Y se da con bastante frecuencia, con lo cual la impresión que son fenómenos que hemos naturalizado. Sin embargo, siguen el misterio, las dudas...

-Entendemos que el fenómeno ovni, como es mencionado habitualmente, en realidad es un sistema de anomalías interactivas. Puede ser la manifestación de una inteligencia no humana detrás de todo eso, que se manifiesta de diversas formas. Pueden ser ovnis, humanoides u otras entidades. Pero cuando hablamos de ovnis en sí, estamos hablando en realidad de luces. Que vieron una luz en el cielo, que cambió de color o de forma… En el noventa y pico por ciento de los casos de los testimonios recolectados, son luces. E incluso muchos de ellos sobre el nivel del campo, como la “Luz Mala”. O sea, tiene toda su complejidad, que para mí es mucho más atractivo de lo que yo tenía como concepto antes, del ovni, la nave extraterrestre y nada más.

Una luz en el horizonte, de la que según la secuencia luego se desprenden otras.

-Tiempo atrás se viralizaron en nuestra ciudad un par de “fenómenos”. Uno, muy recordado en la Base Comandante Espora, con disparos de armas incluidos. El otro, más reciente, refirió “luces en el cielo”. ¿Qué análisis hiciste?

-En el primer caso hablé con testigos del evento pero ninguno quiso profundizar demasiado. Les tuve que aclarar que no era periodista ni nada. Cuando quise rastrear a esos testigos que habían filmado algunos videos, alguien me dijo que no querían hablar más y que habían borrado los videos del grupo de WhatsApp. No quise profundizar. Ahí lo que hizo mucho ruido fueron las contradicciones de civiles y militares, que primero dijeron que no había sido nada, después que fueron ruidos del polígono de tiro… El vecino con el que hablé vive justo ahí cerca y me dijo que están acostumbrados a la dinámica y sonidos de disparos en el polígono. Es decir, aquello no tuvo nada que ver con la dinámica habitual del polígono: fue una batalla terrible, de tiros al cielo y de explosiones. Luego dijeron que fue un ejercicio militar. El otro caso fue el de las luces en el cielo, que estaban como jugueteando. Los vecinos quedaron asombrados. Luces por sobre las nubes, dando vueltas. Una perseguía a otra. Por testimonios e imágenes, no me sorprende. Sería otro fenómeno de lo que llamamos anomalías luminosas. Es decir, una suerte de plasmoides.

Otro momento de la secuencia.

-...

-El plasma es el cuarto estado de la materia, un gas ionizado, pero en forma de luces inteligentes. Coincidimos con varios estudios científicos a nivel mundial, que se vienen haciendo hace varios años. Todos como resultado de proyectos de monitoreo para registrar y medir las anomalías. Sostienen que, aparentemente, es una inteligencia de origen plasmático, que interactúa, que puede dominar la materia e incluso intervenir en la percepción subjetiva de todos nosotros. Tienen que ver los campos electromagnéticos, pero ya es un tema complicado, más técnico. Pero que explicaría por qué algunas personas ven y otras no estos fenómenos lumínicos en el mismo momento. Creo que Ricardo Darín contó una anécdota al respecto. Los científicos llegaron a la conclusión de que serían inteligencias plasmáticas.

Esteban habla en el VII congreso internacional de ovnilogía en Victoria, Entre Ríos.

-¿Qué experiencias viviste durante tus investigaciones en campo?

-Tuvimos la suerte de fotografiar dos luces jugando, digamos, en el Cerro Policía, en Río Negro. Fueron unos quince minutos. Apareció una luz, después de adentro salió otra. Después se prendió otra más allá y terminaron siendo cinco luces. De noche es difícil calcular la distancia... Habrán sido 200 metros. Se volvían a unir y se cruzaban. Después, variaban la intensidad o se apagaban. Luego se juntaron todas dando un brillo impresionante, para desaparecer en la tierra. En ese momento no supe que Daniel les había sacado fotos. La secuencia es impresionante... Como si hubieran efectuado una reproducción celular. Por otra parte, hace ya dos o tres años que que estamos puntualizando investigación en el noroeste de La Pampa. Un lugar de una localidad pequeña que se llama La Humada y al sur un paraje llamado Chos Malal, igual que el de Neuquén pero en en La Pampa. Allí se dan unos fenómenos luminosos que no se pueden creer. Nunca imaginé que podría ver algo semejante. En La Humada nos hablaron de la casilla que aparece. Como esas grandes, metálicas, de Vialidad Nacional. Los vecinos nos dijeron que la vieron, o que se deja ver, y que desaparece de golpe. Nos pasó que volviendo de hacer una vigilia justo en el límite con la provincia de Córdoba, empezamos a ver dos luces sobre el camino. Descartamos vehículo de frente, no coincidían. "¿Qué es eso", nos preguntamos con Daniel. Creímos que eran referencias de los guardaganados, porque son rutas de tierra como si fueran caminos por dentro de campos. Pero de golpe se nos presentó, se empezó a formar, tremendo objeto, una casilla literalmente. Yo hacía luz alta y reflejaban sobre la casilla. Como que se mantenía a la misma distancia, por más que yo aceleraba. Dos o tres metros a la altura del piso. Nunca tuve una experiencia tan fuerte. Pero de pronto se difuminó, quedaron dos luces fijas y desapareció. Daniel hizo una ilustración exacta, mismo color, forma, disposición... 

"Esta es la casilla en una ilustración absolutamente fiel a lo que vimos con Daniel en La Humada, La Pampa", contó Esteban.

-¿Y cómo se plantean los escenarios de trabajo para afrontar esas experiencias?

-Generalmente con el grupo hacemos cuatro o cinco viajes al año a lugares donde hemos tenido la suerte de observar y registrar fenómenos lumínicos. Cuando vamos al campo, como política de grupo  buscamos  desprendernos, olvidarnos de todo los conceptos y preconceptos que tenemos sobre el fenómeno ovni. Nos abrimos a las nuevas pruebas que surjan en la investigación. Así nos resulta más sencillo de interpretar. Nos ha tocado experimentar con el láser y que una inteligencia nos devuelva la señal.  De nuestras experiencias y relatos surge que tienen una capacidad inmensa para interactuar con testigos. Como si fuera consciente de la presencia humana. En otra ocasión nos pasó que de una luz pequeña se formó algo similar a una torre de iluminación de una cancha de fútbol. Y luego se apagó. Hay una inteligencia, una conciencia detrás de esas  luces, de esas manifestaciones. Tiene voluntad, no es un reflejo. Es decir, yo lo veo como un fenómeno antropocéntrico, por el cual  buscan estimular al hombre a incorporar nuevos conocimientos.