Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Un avistaje de OVNI en Bahía Blanca aparece en los archivos de la CIA de Estados Unidos

Entre 243 carpetas sacadas a la luz aparece un expediente bahiense de 1962.
Un avistaje de OVNI en Bahía Blanca aparece en los archivos de la CIA de Estados Unidos. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca

Adrián Luciani / aluciani@lanueva.com

Al mismo tiempo que se pone al aire una nueva temporada de la serie Expedientes Secretos X, la famosa serie televisiva norteamericana que aborda fenómenos paranormales y avistamientos de ovnis, entre otros temas, la Central de Inteligencia de los Estados Unidos (CIA) acaba de desclasificar una serie de documentos donde aparece un caso que se registró en Bahía Blanca.

El hallazgo fue hecho por Marcos Barraza, miembro de la Comisión de Estudio del Fenómeno Ovni en la República Argentina (Cefora), entre 243 carpetas sacadas a la luz luego de varias décadas, y alude al avistamiento de un objeto volador no identificado el 21 de mayo de 1962, el cual fue reportado días después a la CIA por la agencia de noticias Lima AFP Spanish Latin America.

El avistaje, del cual Miguel Thomé, por entonces fotógrafo de este diario, logró dos muy buenas tomas, consistió en la aparición en el cielo de la ciudad de un objeto luminoso, de forma oval que, tras permanecer suspendido, desapareció a gran velocidad.

El Observatorio Astronómico de Córdoba , se acopló a reunir datos del fenómeno, ya que fue observado también en otras regiones de argentina, pero no tan claramente como en Bahía Blanca

Según la crónica de "La Nueva Provincia", que en su edición del 22 de mayo de aquel año le brindó al tema una extensa nota y publicó en primera página la foto del evento, destacando el valor periodístico de la imagen lograda. El ovni fue avistado alrededor de las 19.30 por muchos ciudadanos.

En el diario

El fotógrafo Thomé, por entonces de 23 años, describió que se encontraba en la calle Chiclana cuando varios grupos de personas dirigían sus miradas al cielo para ver una luz dos veces más grande que la luna llena que también se podía advertir en la ciudad.

“Me acerqué a un grupo de señoritas, las que al reconocerme como fotógrafo del diario dijeron: 'Ahí viene el fotógrafo de 'La Nueva Provincia' a sacar el plato volador´”, dijo Thomé, para luego agregar que se quedó unos segundos más charlando con los vecinos y luego emprender la “cacería” del singular objeto que permanecía suspendido en el cielo de Bahía Blanca.

“Subí al Jeep del diario con el objeto de buscar un lugar de buena visibilidad. Al llegar a la calle Don Bosco estacioné el coche, dejándolo en dirección inversa a la que traía, con el motor en marcha y las luces encendidas: fue algo instintivo porque veía al objeto acercarse hacia ese lugar. Apoyé nerviosamente la cámara en el guardabarros, regulé la exposición y velocidad del diafragma, y oprimí el obturador.

“A medida que el objeto se iba acercando –agregó-, obtuve la segunda toma. Por un momento la aparición se hizo mucho más grande, como de 50 centímetros de diámetro. El ovni quedó entonces fijo en un lugar, pero un momento después giró bruscamente hacia el sur y desapareció.

"Cuando reaccioné, subí al Jeep y me dirigí al diario, entré en la redacción gritando: ‘¡He sacado (fotos) al ovni!’”.

En medio del furor

Apenas despuntaba la década del '60 cuando Bahía Blanca y el país todo se encontraban inmersos en el fenómeno ovni, por sucesión de hechos o psicosis colectiva, vaya uno a saber.

Quizás este caso pueda ser analizado en algún momento por los detectives de la serie Expedientes X Fox Mulder y Dana Scully, como sugirió la CIA.

La agencia, vía twitter, puso cinco a disposición de Mulder, el “creyente” en el tema ovni y otros cinco para Scully, la escéptica.

Veinte minutos en el cielo

Emilio Suárez, dueño de una farmacia en Chiclana 450 y el propietario de un hotel en la misma calle fueron dos de los que observaron el fenómeno por más de 20 minutos.

"Era una luz blanca del tamaño 2 o 3 veces la de un farol a gas de mercurio, como las que se usan en nuestras calles. El diámetro del objeto creció, por lo que daba la sensación que estaba bajando o acercándose.

“En un momento se detuvo y cambio de dirección. Por fin fue descendiendo hasta perderse entre los edificios", relataron.