Bahía Blanca | Martes, 24 de junio

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El legado, Río 2016 y una historia de superación en bicicleta: “Esos Juegos cambiaron mi vida”

Además de mil recuerdos, estos eventos monstruosos tienen como objetivo dejar una herencia implícita en cada ciudad sede. Brasil parece haber recuperado la memoria.

El reluciente Parque Olímpico en Barra de Tijuca. Fotos: Reuters, AFP, COI y archivo-La Nueva.
Los Juegos Olímpicos siempre empeoran los problemas de las ciudades sede. Y en el caso de Río, una ciudad con tantos problemas estructurales —en áreas como seguridad, desigualdades sociales, saneamiento, transporte, vivienda y planificación—, el deterioro en esta etapa postolímpica ha sido mucho más rápido (Chris Gaffney, académico de la Universidad de Zurich)

Arranca la conferencia de prensa. El orador de turno, esbelto y orgulloso, comunica que los Juegos serán un éxito si la gente acompaña, si el deporte local da un salto de calidad y bla, bla, bla. Al final, pone énfasis en el legado, saboreando la palabra.

Según la Real Academia Española, esta expresión significa “aquello que se deja o transmite a los sucesores, sea cosa material o inmaterial”. Una herencia; qué sucede más allá, cuando se apaga la llama, en la ciudad olvidada.

En ese sentido, mucho hemos visto o escuchado sobre instalaciones abandonadas, estadios transformados en chatarra, piscinas vacías pero llenas de yuyos; desolación. Todo lo prometido, a la basura. Elefantes blancos por doquier. Y eso que hablo del primer mundo y solo del estricto plano material.

Sin ir más lejos, pasó en Atenas (después de 2004) y en Beijing (luego de 2008). Claro, también sucedió en Río, posterior a aquel 2016…

En gran parte, por ese motivo, el Comité Olímpico Internacional dio un giro en sus principios y ya no solicita nuevos gimnasios modernos, sino que habilita a las sedes a acomodarse a lo que ya tienen, que generalmente es mucho. En resumen: los Juegos se adaptan a la ciudad y no la ciudad a los Juegos, que al fin y al cabo duran —desde Atlanta 1996— 17 días.

La pileta olímpica de Río, abandonada tras los Juegos

Volviendo a Brasil, aquellos primeros (y únicos por el momento) Juegos en suelo sudamericano dejaron una innumerable cantidad de historias. Y entre tanta promesa incumplida, este entramado tuvo (al menos) dos finales felices.

Por un lado, recordarán que en aquellos Juegos se produjo la despedida de Emanuel Ginóbili y Andrés Nocioni del seleccionado nacional, tras caer con los Estados Unidos (lo que metió Durant aquella tarde, por Dios). 

El torneo de básquetbol se desarrolló íntegramente en uno de los Arena Carioca. Tres construcciones imponentes; todos idénticos en cuanto a diseño, pero diferentes en cuanto a tamaño, que se edificaron en Barra de Tijuca, un exuberante Parque Olímpico que aglutinó la mayoría de los deportes de la grilla, incluidos el tenis, la natación, el ciclismo pista, el balonmano y gimnasia. Fue un lugar mágico. La actividad de élite, en pocos metros, la gente que accedió cada día, el calor y el color propio de los brasileños fue un marco ideal para las competencias.

Después de casi ocho años de desidia y vaivenes políticos, en 2024 dichos escenarios se convirtieron en escuelas e instalaciones públicas, empezando a saldar los compromisos que cité más arriba.

“Finalmente, entregaremos a la población de Río el legado de los Juegos Olímpicos de Río 2016 desde la perspectiva de las instalaciones deportivas”, dijo el alcalde Eduardo Paes.

Puntualmente, la Arena Carioca 3 es ahora la escuela más grande de la red municipal de educación de Río, con 18 000 metros cuadrados, 24 aulas e infraestructura deportiva para unos 900 estudiantes.

En tanto, la Arena Carioca 1, la del retiro de Manu y Chapu, sigue siendo un recinto multideportivo, utilizado frecuentemente para eventos nacionales e internacionales.

Dos cosas voy a decir sobre tal "cumplimiento": la primera, bienvenida la activación de semejante legado. Todo el parque en Barra revivió en el último año, siendo ahora un paseo público con múltiples atracciones. La segunda, que en los últimos días se confirmó que Río se presentó como ciudad candidata para albergar los Panamericanos de 2031. A buen entendedor...

El momento de la presentación de Manu vs. USA en el Arena Carioca 3

El otro final feliz tuvo lugar unos 20 kilómetros al norte, en Deodoro, y viene aparejada a una historia de superación que las redes oficiales de los Olímpicos se encargaron de viralizar por estos días.

Se disputaba el BMX racing en Río 2016 cuando un toque en la última curva de una de las semifinales dejó tendida en el piso a la venezolana Stefany Hernández, dueña de un carisma particular, de una cabellera sublime y desde entonces protagonista de uno de los hechos más destacados y valorados de los últimos tiempos.

Sin ánimo de renuncia, intentó seguir cuando se dio cuenta de que la bici estaba dañada y no podía pedalear. Entonces, su decisión fue épica: tomó el manubrio y empezó a correr, entre subidas y bajadas, hasta la meta.

Hernández completó la prueba. Luego, por haber sido segunda en las otras semifinales (el formato de competencia era diferente al actual), logró meterse en la final. Y allí tocó el cielo con las manos al alcanzar la medalla de bronce (había sido quinta en Londres 2012, sus otros Juegos).

“Ese momento representa todo lo hecho en mi carrera deportiva. Más allá de ganar cientos de medallas, de hacer cientos de podios, de hacer miles de kilómetros para ir de una carrera a otra, ese momento de jamás rendirse me representa al mil por ciento”, me contó ahora, desde su Venezuela natal.

“Que se haya hecho público y la apreciación, con cientos de miles de reproducciones, muchas personas se me han acercado en la calle estos días a decirme ‘wow, vi ese video, reconecté con el momento, eres una championa (sic), esa bicicleta era Venezuela…’. Es bonito sentir que le estás dando algo a alguien que no tiene precio; es una sonrisa, una alegría, un momento”, compartió en gentil diálogo con La Nueva.

“Esos Juegos Olímpicos transformaron y cambiaron completamente mi vida”, reconoció.

Esa pista, en la que desplegaron su talento María Gabriela Díaz y Gonzalo Molina, el sanjuanino que también representó a la Argentina en París 2024, quedó desamparada mucho tiempo.

Hasta que este verano, tras una refacción y puesta en valor, reabrió para servir de centro de entrenamiento para los atletas brasileños y también estará disponible a ciclistas aficionados.

La pista de bicicross en la actualidad

El Centro Olímpico de BMX, de 4000 metros cuadrados, cuenta con una pista femenina de 350 metros y una masculina de 400 metros. Para las competiciones olímpicas e internacionales tiene un partidor de ocho metros, mientras que instalaron una rampa de cinco metros para ayudar a los principiantes. Las mejoras incluyen la restauración de las estructuras metálicas en los puntos de salida, la sustitución de la superficie de la rampa de madera por una plataforma de acero y la corrección de las ondulaciones.

“Más allá de un bonito recuerdo, es la satisfacción que tengo de ver nuevamente la pista llena de colores, llena de vida. Es una pista a la que le di muchísimo amor”, recordó Stefany.

“Cuando fuimos a los test events, en octubre de 2015, previo a los Juegos Olímpicos, nos encontramos verdaderamente con una pista que no era nada agradable de montar; era más peligrosa que divertida y rápida —continuó—. La UCI designó una persona, Thomas Allier, que era mi entrenador, para que tomara la capitanía y dejar preparada la pista para los Juegos. Él me eligió a mí y a un corredor suizo como los test riders”.

Alise Willoughby (USA, bronce), Mariana Pajón (COL, oro) y Stefany en el podio

“Fuimos muchas veces a Río de Janeiro para ir probando las modificaciones que se iban haciendo. Fue muy lindo, yo también me puse con los trabajadores; recuerdo la primera curva, me puse a barrer antes de que le echaran la pintura… yo trabajé en esa pista también, pasé muchas horas. Creo que es una conexión bien bonita y sabiendo ahora que está viva, que es una pista que se hizo para que trascienda a casi una década. Ver eso tan radiante y lleno de vida me llena de muchísimo amor y emoción”, completó quien es una de las deportistas más importantes de la historia de su país.

Tan grande como su legado.