Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

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Bomberos de Cerri: necesitan una mano los que nos dieron varias

El cuartel de los voluntarios cerrenses, ubicado en uno de los sectores más afectados por el temporal, sufrió millonarias pérdidas en vehículos y equipamiento. Lanzó una campaña para reunir fondos.
 

Pese a tener 80 centímetros de agua en todas sus instalaciones en medio del momento más crítico del devastador temporal, el cuartel de la Asociación de Bomberos Voluntarios de General Daniel Cerri nunca perdió la operatividad, aunque sí sufrió las consecuencias en su noble tarea.

Hoy, en tiempos de "reconstrucción", pudieron hacer un balance preliminar del estado de situación y concluyeron que los daños son millonarios.

Casi la mitad de los vehículos quedaron fuera de servicio, así como equipos y herramientas de gran valor económico y laboral.

Y no es un detalle menor, porque se trata de una entidad que no puede relajarse ni bajar los brazos, ya que debe seguir en tensión ante cualquier eventualidad de una nueva emergencia, no solo climática, sino por incendios o siniestros viales.

Ramiro Asencio, oficial segundo y subjefe de la institución cerrense, confirmó que las pérdidas "fueron terribles" y que por ese motivo habilitaron un alias (Almabomberil2017, perteneciente a una cuenta de la asociación en el banco Provincia) para tratar de reunir fondos y recuperar una relativa "normalidad".

"Como la gran mayoría de las viviendas en Cerri, el cuartel sufrió una pérdida importante, tanto de equipos de protección personal como de vehículos y estructura", ratificó.

El cuartel perdió (al menos por el momento) un camión Mercedes Benz, que es la principal unidad para rescate vehicular y tendrá que ser desarmada en un taller especializado; una combi Iveco Daily que se usa para transporte de pasajeros y se vio afectada en la acción y un camión Scania que se encontraba dentro del cuartel y no fue puesto en marcha, pero seguramente deberá ser desafectado por la acción del agua.

También se desafectó un equipo hidráulico, que funciona a batería, destinado a siniestralidad vial (corte de autos y expansión de puertas), que se encontraba adentro de la cajonera de uno de los camioneros y sufrió el incendio de su batería.

"Es un equipo de última generación que habíamos adquirido en Austria, hace un año y pico, en unos 60 mil euros. Ahora habrá que reacondicionarlo", agregó Asencio.

Por último se quedaron sin un cargador autónomo grande, que se utiliza para dar soporte a rescatistas cuando tienen que usar tubos de oxígeno.

"Quiere decir que de los 8 vehículos que teníamos operativos, al menos 3 están fuera de servicio. Eso es lo más importante, pero seguramente habrá más. También lo estructural, las taquillas, que son de melamina y quedaron sumergidas. Por suerte, nos ayudó personal de Defensa Civil llegó al hospital de Tornquist las botas y ropas para lavar y desinfectar allá", explicó el servidor.

Como nunca

Asencio, aún conmovido, explicó que la mayor dificultad de esta emergencia -a diferencia de las otras- fue que los bomberos debieron trabajar sabiendo que, al mismo tiempo, ellos y sus familias también estaban afectados de manera particular.

"Trabajamos desde el viernes a las 4 de la mañana, con las primeras respuestas y cerca de las 7 se empezó a complicar, con muchas personas arriba de los techos. Empezamos con las evacuaciones, traíamos la gente al cuartel con embarcaciones del Club de Pesca y de vecinos. Tuvimos 750 personas por día de evacuados en los centros, y muchos los llevaron a Bahía con los camiones de la UTOI (Policía)", detalló.

Y en ese sentido fue que destacó la dificultad de actuar en ese complejo panorama.

"Los mismos bomberos fueron afectados en sus viviendas. No fue fácil la acción porque tenían la cabeza ocupada", explicó.

La complicación de la labor fue tal que el propio Asencio experimentó en primera persona como un camión autobomba "flotó" cuando se dirigían a un rescate hacia la zona de Sauce Chico.

"Fue muy difícil trabajar en esa situación, pero se lo hizo a destajo", remarcó.

El cuartel cerrense cuenta con 60 voluntarios activos, 20 reservistas (algunos siguen en actividad) y una escuela de cadetes con 40 chicos que tienen un ciclo lectivo anual, de formación como bomberos y personas.

"Los más chicos están ayudando mucho a recuperar las dependencias", dijo Asencio.

Por último, destacó la enorme solidaridad de muchos vecinos que fueron rescatistas y también de "los bomberos voluntarios de todos lados", que dieron una mano notable para mitigar el impacto.

Los voluntarios de Monte Maiz, Córdoba, fueron de gran ayuda.

"Para dar un solo ejemplo, vinieron bomberos de Monte Maiz, Córdoba, y nos dejaron armado un vestuario móvil con equipamiento, por si hay una salida en este momento y los bomberos se pueden vestir ahí, con ropa limpia y desinfectada. Es conmovedor toda la ayuda", destacó.

En el cuartel de White

Panorama. Norberto Colace, jefe del cuartel de los bomberos voluntarios de Ingeniero White, informó que los daños de los recursos, en el caso de ellos, no fue tan grave como lo que sucedió en General Cerri.

Vehículos. Uno de los camiones sufrió problemas de embrague, aunque no es uno de los vehículos prioritarios, y a otro le deberán revisar el motor porque no funciona, dijo Colace.

Personal. En cuanto a los servidores públicos, más allá de las pérdidas materiales que pudieron sufrir individualmente, no hubo que lamentar heridos. "Solo los pies ampollados por el uso de las botas en el agua", explicó Colace.