Ibarra detalló que el domingo 21 “no había manchas de sangre” en la casa de Florencio Varela
La joven está acusada de “limpiar las manchas de sangre” en el caso del triple crimen con sello narco.
Daniela Ibarra, una de los nueve detenidos por el triple crimen con sello narco, expresó que el domingo 21 de septiembre “no había manchas de sangre” en la vivienda de Florencio Varela, a la vez que afirmó: “Celeste Guerrero estaba alegre escuchando música”.
La joven de 19 años prestó declaración indagatoria ante el fiscal Adrián Arribas y aclaró que es la niñera del hijo de Celeste Magalí González Guerrero (su hermana), conforme el documento.
Durante su comparecencia, señaló: “Mi marido Maximiliano Parra (otro de los acusados) está recién operado. Yo había aceptado ir a la casa de Celeste para comprarle los medicamentos a mi esposo”.
Ibarra remarcó que en el domicilio de la calle Chañar 702 “estaba todo normal como siempre” y agregó que al ingresar hasta el patio del inmueble, “estaba tocando la puerta y no salía nadie”, por lo que “esperó” y “llamó” a su hermana: “Me respondió que estaba por llegar”.
“La volví a llamar para ver si pasaba algo porque en el barrio había policías y ella me dijo que no, que no sabía”, sostuvo la mujer que fue detenida por la presunta limpieza de manchas de sangre en la finca.
Celeste le confirmó que “no iría a la casa”, le dijo que llevaría a su sobrino a la vivienda de su abuela y le indicó que se pida un viaje de aplicación, el cual “ella se lo pagaría”, pero se negó a raíz de que quería tomarse un colectivo.
Al momento del arresto, Ibarra se encontraba junto a su bebé y Parra, mientras que los efectivos le exhibieron una fotografía de Celeste, quien aseguró que es su hermana y dueña del lugar donde se cometieron los crímenes.
Daniela manifestó que el domingo 21 de septiembre concurrió a la vivienda, entre las 18:00 y las 19:00, porque Celeste le dijo que “quería salir a caminar y comer algo con su marido”, y se retiró “a las 2 de la mañana”: “Nunca vi nada raro”.
“En la casa había dos camas y estaba normal y limpia como siempre”, sumó, al tiempo que consignó: “Celeste estaba tranquila, se reía y escuchaba música”.
La defensa le interrogó si observó “manchas de sangre” y la mujer lo negó, y resaltó que Guerrero le pagaba “20 mil pesos” por cuidar a su hijo. (Fuente: NA).