Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

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Franco Colapinto, el otro piloto argentino que también fue olímpico y el hito de Alex Zanardi

El joven sensación en la actual F1 estuvo presente en los Juegos Buenos Aires 2018, donde se subió a lo más alto del podio.

Fotos: COI, FIA y archivo-La Nueva.

El automovilismo y el Comité Olímpico Internacional han tenido momentos estrechos y otros de largo distanciamiento.

Algunas crónicas de la época, plagadas de imprecisiones, señalan que en los Juegos de París 1900, los segundos de la era moderna, hubo carreras de autos y de motos, y también otras categorías risueñas como taxis, camionetas de reparto y camiones de bomberos. No obstante, el COI nunca oficializó dichas competencias celebradas durante la Exposición Universal y que en su mayoría fueron ganadas por pilotos locales, como Marcel Renault.

El lazo se unió luego un par de veces, todas con escaso protagonismo y trascendencia: en 1936 se realizó el "Olympic Rally", una carrera de 4 mil kilómetros que fue exhibición antes de la Ceremonia de Apertura de los Juegos de Berlín; mientras que en 1972 se corrió la "Olimpia Rally", uniendo Kiel con Munich durante seis días de competencia. Esa carrera la ganó el francés Jean-Pierre Nicolas, quien tenía de copiloto a Jean Todt, el mismo que guió a Ferrari cuando arrasaba Michael Schumacher.

¡Tremendo, Franco! Colapinto llegó octavo y sumó puntos en un final increíble, con choque y polémica

Hasta que en 2012 dio un paso fundamental: el por entonces ente presidido por Jacques Rogge reconoció a la Federación Internacional de Automovilismo. "La FIA comparte los valores deportivos olímpicos tal como son entendidos por el COI. La FIA afirma su compromiso con la carta olímpica para establecer, de acuerdo con el espíritu olímpico, las reglas sobre la práctica de su deporte", exclamó Todt, el por entonces presidente de la FIA.

Desde allí se empezó a hablar con cierta frecuencia de la oportunidad de que el automovilismo se sume al programa olímpico, aunque nunca quedó claro bajo qué circunstancias, con qué tipo de vehículos ni cómo sería la competencia.

No obstante, en 2018 y en nuestro país, se realizó el que hasta el momento es el evento de mayor compromiso bilateral. Durante los Juegos Olímpicos de la Juventud, celebrados en Buenos Aires, se realizó una exhibición de e-kartings (también hubo de polo y de squash) mientras la FIA y el Comité Olímpico Argentino promovían una campaña sobre seguridad vial en los bosques de Palermo.

Dicho acontecimiento tuvo su coronación con una carrera de kartings eléctricos, una idea de la FIA y del piloto brasileño Felipe Massa, presidente de la Comisión Internacional de Karting por entonces, con la intención de que se incluya la disciplina en París 2024. Ese objetivo no se logró y tampoco habrá automovilismo en Los Ángeles 2028; así que al menos deberemos esperar hasta Brisbane 2032 para ver coches y medallas.

La potencia del e-karting era de 25 KW, equivalente a 35 caballos; su impulsor eléctrico tenía una vida estimada de 127.000 kilómetros; y la batería contaba con una autonomía de 40 minutos de uso continuo. Cada vehículo pesaba 150 kilos. 

Todo muy diferente a lo que en la actualidad es un auto de Fórmula 1 como el Williams que maneja Franco Colapinto; sin embargo, el joven piloto argentino ya demostraba con 15 años sus condiciones y se quedó con aquella competencia en el circuito montado en el Autódromo Óscar y Juan Gálvez.

Más de 500 espectadores asistieron el evento que incluyó entrenamientos libres y clasificación. El tiempo más rápido de cada equipo establecería el orden de la parrilla, siendo Colapinto el que alcanzó la pole. Con la misma contundencia, Franco lideró la final de 12 minutos más una vuelta de punta a punta. La suma de su tiempo con el de su compañera de equipo, Brisa García Puig, determinaron la primera posición.

Aquella vez, Colapinto recibió las felicitaciones de parte del presidente de la FIA, Jean Todt, el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, el presidente del Comité Olímpico Argentino, Gerardo Werthein, y el director ejecutivo de Buenos Aires 2018, Leandro Larrosa.

Hoy, el pilarense ―hijo de un bahiense― disfruta de ser parte de la categoría estrella del automovilismo mundial, siendo el segundo argentino en compartir semejante privilegio: ser o haber sido piloto de la F1 y a la vez, registrar un paso olímpico.

Para hallar el otro antecedente hay que rebobinar 52 años hasta Munich 1972. Cuenta el archivo que Roberto Casimiro Mieres era un hombre de muchos talentos que también había competido en remo, rugby y tenis.

El marplatense disputó a bordo de Gordini y Maserati 17 Grandes Premios entre 1953 y 1955, con un mejor resultado de cuarto lugar, logrado tres veces, y un récord de vuelta en el GP de Holanda de 1955, todo siendo contemporáneo de Juan Manuel Fangio y Froilán González. Bitito, como se lo conocía, también asistió a Roma 1960, finalizando 17° junto a Víctor Hugo Fragola en la categoría Star del yachting.

Al margen de los argentinos, y salvando las distancias de que aquella de Colapinto fue una exhibición, hubo otros siete pilotos de F1 que tuvieron experiencias olímpicas: Prince Bira, Alfonso de Portago, la británica Divina Galica, Bob Said, Robin Widdows, Ben Pon y Alex Zanardi, el único medallista del inventario reflejado.

Entre 1991 y 1999, Alessandro Zanardi participó en 44 Grandes Premios de F1, compitiendo para Jordan, Minardi, Lotus y Williams. Hasta que en 2001 sufrió un fuerte accidente mientras corría en Estados Unidos, lo que le provocó la amputación de ambas piernas.

Como consecuencia, y en una muestra ferviente de su espíritu competitivo, el piloto italiano volvió y se dedicó al paraciclismo. Así, en los Juegos Paralímpicos Londres 2012, ganó medallas de oro en las pruebas de contrarreloj H4 y de carrera en ruta H4 (también se llevó una plata en la prueba de relevos mixtos por equipos H1-4). Mientras que en Río 2016 sumó dos medallas de oro más a su palmarés (contrarreloj H5 y relevos mixtos H2-5) y se conformó con la plata en la prueba de ruta H5.

Últimamente no ha habido manifestaciones abiertas sobre la posible inclusión del automovilismo en los Juegos Olímpicos, aunque la intención se mantiene latente.

Lo más parecido tiene que ver con el desarrollo de la tercera edición de los FIA Motorsport Games (una copia de los JJ. OO., pero solo con deportes a motor, que irá del 23 al 27 del corriente en Valencia, España) y con el mundo de los videojuegos.

Como parte de su primera incursión en el gaming, el COI organizó la Olympic Virtual Series (Gran Turismo, en autos Toyota) previa a Tokio 2020 y, ya en 2023, lanzó la Olympic Esports Week (Gran Turismo 7), en Singapur.

El lazo que une a la UNS con el futuro olímpico de los deportes electrónicos

El futuro inmediato tendrá que ver con la primera edición de unos Juegos Olímpicos de Deportes Electrónicos, cuya celebración está prevista para el año que viene en Arabia Saudita y, casi con seguridad, el automovilismo también formará parte de ese evento muy probablemente de nuevo en Gran Turismo.