Agustina Roth festejó a la distancia el oro de "Maligno": "Me quedé con las ganas de estar ahí"

Mikel Iñurrategui

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(Nota ampliada de la publicada en la edición impresa)

“¡Mandale a saludos a Maligno!”.

Después de festejar la medalla dorada conseguida por José Torres en el BMX Freestyle de los Juegos Olímpicos, la bahiense Agustina Roth siguió su rutina habitual: por la tarde se subió a su bici y se fue al Parque de Mayo a dar clases en la Escuela Municipal de esta disciplina.

Mientras en la calle -donde por un rato no se habló de otra cosa- la gente le pedía que salude al nuevo campeón olímpico.

“Bueno, le mando”, respondía la Rusa.

Lo que seguramente muchos de los que se la cruzaron no sepan es que en París también pudo haber estado Agustina pero, al igual que tantos otros, sufrió la falta de una política deportiva nacional seria y a largo plazo. A la altura de nuestros atletas.

Es que aunque estaba realmente encaminada para estar en Francia, la falta de recursos económicos hizo que el sueño se fuera apagando de a poco, ya que no pudo asistir a Las Series de Clasificación Olímpica, que se hicieron en Shanghái, China (mayo) y en Budapest, Hungría (junio).

Al ver a su deporte en París todo esto generó -lógicamente- sensaciones encontradas para Roth, quien entre otras cosas fue bronce en los Panamericanos de Lima 2019 y oro en los Juegos de Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires 2018.

“Estoy muy contenta de que Argentina haya entrado a un podio olímpico. Es algo muy groso. Y, bueno, nada… medio sentimental estos días porque estuve cerca de estar ahí pero no se dieron las circunstancias. Pero igual estoy muy contenta por él (Maligno) porque consiguió algo que todo deportista quiere conseguir”, admitió Agus en el comienzo de la charla con La Nueva.

Pese a ese encontronazo de sentimientos, el boom generado por su compañero de tantos torneos, también le reavivó las energías: “Cuando terminó la competencia me dije ‘tengo que andar más en bicicleta’”.

De su parte, Agus volverá a encarar otro ciclo olímpico, pero ahora con las ganas renovadas.

Dependerá que esta vez sí acompañen su desarrollo quienes tienen que hacerlo

Pero antes de pensar en eso, es tiempo de festejar los logros de su disciplina, que por unos días estuvo en el centro de la escena.

-Si bien le tenían fe a Maligno, ¿creías que se le podía dar la medalla?

-Maligno siempre fue de no errarle a las cosas, siempre que compitió dio todo de él y su máximo nivel es bastante alto. El tema es que sus competidores siempre tienen un plus, porque cuentan con un parque a la medida de lo que son los Olímpicos. Ahí tiene un poco de desventaja, pero la verdad que le fue muy bien y algunos competidores fallaron algún que otro truco y eso jugó a favor.

Además del apoyo económico, la infraestructura es el otro gran déficit que tiene nuestro país en este y en tantos otros deportes. En el BMX Freestyle puntualmente solo cuenta con dos parques de nivel olímpico, en Córdoba (lleva el nombre del reciente campeón olímpico) y otro en Tierra del Fuego. Ojalá pronto haya uno en Bahía.

-¿Cómo es compartir una pista con él?

-Él siempre está presente para ayudar al resto. Viéndolo en persona parece que va a terminar mareado de todas las vueltas que da en el parque. Es magnífico verlo y la calidad que tiene para andar en bici y que siempre sea tan buena persona de querer ayudar al resto.

-Una vez en una nota nos dijiste que él era un extraterrestre… ¿qué tiene que lo hace tan especial?

-Sí, sí, es que tiene trucos que te llaman mucho la atención. Tal vez la vuelta para adelante no se ve tanto acá en Argentina y el lo hace y, encima, sacando las manos. Es un extraterrestre de verdad, él ve la Matrix, él ve puros ángulo para lograr sus saltos y sabe perfectamente cómo caer. Es impresionante.

-¿Qué sentiste cuando ganó el oro?

-Es un orgullo que haya estado ahí para representarnos… yo estaba despierta desde las 7 de la mañana, estaba más ansiosa que él. Cuando pasaban los competidores fuertes y le erraban, era saltar y festejar porque se estaba dando todo, se estaban alineado los planetas para que Argentina sea medalla de oro, que es lo que todos estábamos esperando. Estamos todos muy orgullosos de él, es lo que todos queríamos lograr y lo logramos a través de él.

-Sus familiares y amigos contaban que él hace todo en bici, más allá de competir. ¿Es algo que comparten todos ustedes que más allá de estar en el más alto nivel, siguen disfrutando de andar en bici todo el día?

-Sí, creo que tenemos eso de hacer todo en bici. Yo si me tengo que ir hasta la otra punta de Bahía, voy en bici. Y es la misma bici con la que compito y vas y venís con tus amigos. Te vas hasta el Puente Canesa en la veinte (rodado) y terminás re cansada pero la bici tiene que estar al lado tuyo, es un complemento.

Una motivación extra

-¿Cómo fue vivir esa doble sensación de estar feliz por Maligno y, al mismo, tiempo pensar que vos también podrías haber estado en París?

-Y puede que me haya dado un encontronazo con unos sentimientos medios complicados, fue una mañana rara (la del pasado miércoles). Después de ver la competencia de las chicas, ver que tenemos más o menos los mismos trucos, la verdad que me dieron ganas de estar ahí y ver qué podía hacer. Pero bueno, nos quedamos con las ganas y en lo único que pienso es en mejorar para no estar con los mismos trucos en los próximos…. (se detiene)… ehhh… en los próximo Juegos, ponele. Si es que entramos. Y dar un poquito más de nivel. Las chicas están andando muy fuerte. Sabía que podría haber estado en alguna final, pero bueno, me quedó en ‘el que pasará' nada más.

Agus es profe en la Escuela de BMX Freestyle de Bahía que funciona desde años en el Parque de Mayo y que día a día suma nuevos adeptos, crece y se posiciona como una de las mas grandes del país, pese a tener que batallar desde hace años con hechos de vandalismo.

Lógicamente, después de la actuación de Maligno, todos los chicos y chicas que copan la pista de Alem y Uruguay llegaron a la práctica súper motivados.

“En el Parque estábamos todos pensando en qué podemos hacer para lo que viene. Estamos todos pensando cómo conseguir algún sponsor o empresas privadas, para poder tener alguna ayuda económica para los viajes, que es lo que falta en realidad. Porque en el resto de las cosas estamos relativamente bien, siempre nos falta el apoyo económico, que está pasando con todos los deportistas. Sé que no soy la única, lo veo por todos lados, pero por lo menos estamos contentos de que varios argentinos pudieron ir a los Juegos y están ahí representándonos”, señaló Agus.

-¿Sentiste algo distinto en la calle o mismo en la Escuelita, que se hayan sumado chicos nuevos por todo esto?

-Sí. Yendo a la clase los autos me paraban y me decían que le mandara saludos a Maligno. ‘Bueno, le mando’ les decía yo. Los nenes estaban todos re felices, diciéndome que lo habían visto a Maligno y querían girar como él. ‘Bueno, listo, vamos a entrenar’, les decía yo. Estaban todos re motivados y cayeron muchos chicos nuevos, todos hablando sobre Maligno. Lo bueno es que aparecen nenes nuevos y tienen con quién hablar, con los chicos que ya van a la Escuelita. Estaban todos muy contentos, les armamos un video a Maligno para saludarlo y se lo mandamos.

-Lo ideal sería que esto sirva como impulso para el deporte a nivel local y también nacional..

-Si, lo que falta en Argentina es la infraestructura más que nada porque los únicos parques olímpicos están en Córdoba y en Tierra del Fuego. Acá tenemos una parte armada, pero un parque lleva más de 10 rampas. De a poco lo vamos armando pero falta, estaría bueno que fábricas y sponsor apoyen al gran semillero que tenemos en Bahía. Los nenes están muy motivados con la bici, las madres me dicen que no quieren soltarla. Hay que aprovechar toda esa motivación y esas ganas para poder sacar un parque para Bahía, que es lo único que nos falta la verdad.

-Y a nivel personal, ¿te motivó ver a Malingo ahí?

-Sí, la verdad que sí. Ayer cuando terminó la competencia me dije ‘tengo que andar más en bicicleta’. Tengo ganas de poner un poquito más de esfuerzo y coraje en los trucos porque se está viendo un nivel muy alto en las chicas y sé que si nos quedamos con los trucos que hacemos hasta ahora no vamos a llegar a 2028 que es en realidad lo que anhelo.

-Es decir que a pesar de los contratiempo, esto ayudó para que encares con ganas otro ciclo olímpico, soñando con estar en Los Ángeles 2028…

-Sí, sí, un montón. Ayudó mucho. La hablé con las chicas de Colombia y de Chile que estuvieron en los Juegos y dijeron que el nivel se viene cada vez más fuerte, así que tal vez en algún torneo que salga en estos meses me quede un tiempo en algún país que haya un parque copado, para poder entrenar con ellas. Es primordial andar en bici y querer mejorar, pero primero tenemos que mejorar el parque donde entrenamos.

Ojalá que la hazaña lograda por Maligno sea el impulso necesario para que la historia de Agustina no se repita. Y que ella y todas las Agustinas del país entrenen donde se merecen y compitan dónde deben competir.

No parece nada sencillo, pero una medalla dorada tampoco lo es y mirá…