Adiós a Paula Perrella, una baterista ícono del rock en Bahía Blanca
Cuando cumplió 15 años le regalaron su primera batería. Se hizo un lugar en el ambiente del rock desde muy chiquita y se convirtió en una referente. La vamos a extrañar.
Periodista. Gestor cultural. Creador del festival "Por una vez que nos juntamos". Co-director de Espacio Cultural Juanita Primera. Parte de la Secretaría de Cultura de la Universidad Nacional del Sur. Premiado en un concurso literario a nivel nacional por su originalidad, conoció Nueva York y buena parte de su cultura.
Amanecimos con una noticia muy triste. Falleció Paula Perrella. Música apasionada que irrumpió en el ambiente del rock bahiense hace más de 20 años y nadie podía creer lo que tocaba.
Pelo enrulado, siempre buena onda, nos contaba a mediados de los 2000 que estaba estudiando con Andrea Álvarez (ex batera de Soda Stereo), otra música de bucles morochos que funcionó como una maestra del rock y de la vida.
Paula Perrella comenzó a incursionar en el piano cuando apenas tenía 3 años. Más tarde se cansó y tuvo que elegir entre el saxo, la guitarra y la batería. Optó por esta última y recibió una de regalo cuando cumplió 15.
Entre los grupos bahienses que integró antes de irse a estudiar a Buenos Aires podemos recordar a HdeA, junto a Maximiliano Ortiz (guitarra y voz), Rubén Sáenz Valiente (guitarra y voz) y Ezequiel Abrego (bajo).
“Ojo que es muy grosa tocando eh...", aseguró Rubén, allá por 2006.
En la entrevista recuerdo que sus compañeros bromeaban con que ella era quien ponía los puntos en la banda.
“Siempre nos quiere vestir de colores para los recitales", explicaba Ezequiel.
"Es verdad, siempre sale con algo nuevo, es la atracción del grupo", agregaba Maximiliano.
"Si ellos no quieren, yo algo haré (risas)", concluía una Paula de 26 años.
Pasó muchos años estudiando y tocando en Buenos Aires. Hace seis años abrimos el festival “Por una vez que nos juntamos” repatriando a Tal Banda (power trío de rock bahiense que tocaba por la gran ciudad en aquel momento). !Fue un espectáculo impresionante! Después del show nos fuimos a cenar con Paula y todo el equipo a un café de calle Alsina y nos quedamos charlando hasta tarde.
En la capital participó de varias decenas de proyectos musicales, entre ellos una temporada en Orquesta Cínica. Realizó giras internacionales por Alemania y México.
Su vuelta de Buenos Aires se dio hace un par de años. Mientras luchaba con una dura enfermedad siguió dando clases de batería y tocando en varios proyectos, entre ellos, su banda, con la que estaba grabando canciones propias. La última que subió (“Dame un besito”), fue grabada por Claudio Rotstein en su estudio.
También tuvo un gran compinche, amigo y compañero de locuras musicales en el compositor y guitarrista Nicolás Tauro con quien integró la banda Brote. A su vez, formó parte de Bomba Cumbia (con la que la rompieron en la pasada Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino, teloneando a Ángela Leiva), fue integrante fundamental de la Jam de mujeres, formó un gran trío junto a las bajistas Eva Baronio y Daniela del Gobbo y de tantos otros proyectos musicales y sueños que hoy nos dejan sin palabras.
"Con Eva tenían un vínculo hermoso. No sólo eran músicas en interacción permanente, sino que también eran vecinas y amigas", cuenta Nicolás Tauro.
"Paula tenía técnica, talento y una intuición musical enorme. No es una combinación habitual. Divertida, cómplice y con un despliegue de potencia y carisma que contagiaba a los demás músicos y al público", revela Tauro.
En los últimos meses se organizaron varios eventos y festivales a beneficio de Paula, con la intención de ayudarla a pagar el tratamiento. Ella, cada vez que podía, se mostraba muy agradecida por las redes.
El rock de Bahía perdió a una gran referencia del beat.