Bahía Blanca | Jueves, 02 de octubre

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"La competencia fue una experiencia increíble", dijo Tomás Alaniz tras el Burger Palusa

Con el rugby en la sangre y muchos terceros tiempos de hamburguesas, el bahiense habló del concurso y sus comienzos en el rubro.

Desde la izquierda, Santiago Calvano, Tomás Alaniz, un ayudante de la organización y Tomás Doré. Fotos: gentileza Darío Alaniz.

La hamburguesa forma parte de la cultura del rugby y más precisamente de los terceros tiempos, un momento ameno para compartir junto al rival después del partido, característico en este deporte.

Aunque no siempre forme parte del menú del equipo anfitrión -dependerá de las posibilidades económicas del club- suelen circular con frecuencia en los terceros tiempos de juveniles.

Conocedor tanto del rugby como de la “burga”, Tomás Alaniz se volcó a un emprendimiento personal con el que participó el sábado en el Burger Palusa, un concurso gastronómico celebrado en Buenos Aires para festejar el Día de la Hamburguesa.

“De chiquito lo común en un tercer tiempo era una hamburguesa industrial. Creo que porque es un alimento de bajo costo que la gente prefiere. Generalmente se come con amigos y disfrutando, como son los tercero tiempos en el rugby”, dijo Tomás.

“La competencia fue una experiencia increíble. Nosotros arrancamos recién en el rubro y pudimos codearnos con gente de otros lugares del país, de mayor experiencia, conocimos otras hambuergueserías, sus historias, la pasion de cada uno... También pudimos hablar con `Rodo´ el organizador del evento, que es un referente de la cultura hamburguesera y nos dio una charla increíble”, dijo Alaniz, quien se desempeña como pilar izquierdo del plantel superior de Argentino.

El Burger Palusa tuvo su segunda edición abierta al interior del país. Alaniz y su socio Santiago Calvano -junto con Tomás Doré, también del Chancho- participaron representando a “Madd Burgers”. Compitieron frente a "Angus" (Entre Ríos), "Big Mike's (Chubut), "Bacanal Street Food" (Chaco), "Patio Balto" (Tierra del Fuego), "Caos" (Río Negro), "Burgang" (Mendoza) y "Billy Bob Burguers" (Tucumán).

Para quien no lo sabe, Burger Palusa adaptó el nombre del conocido festival de música Lollapalooza.

“Esta fue la primera edición federal. Para todos los participantes fue algo nuevo, nadie estuvo tan preparado para la ocasión. Inclusive, como allá no se puede usar gas envasado, hubo que cocinar al carbón usando una parrila con una plancha arriba”, dijo el bahiense, de 26 años.

“Hicimos seiscientas hamburguesas pero se entregaron para la degustación 1.200 porciones, para que no se desperdicie. Es decir, al que quiso probar se le dió solo la mitad. Para el jurado la hamburguesa ganadora fue `Burgang´ de Mendoza y para la gente lo fue `Big Mikes´ de Rada Tilly, Chubut”, contó.

“El diferencial fue que se buscó algo innovador. Nosotros fuimos con nuestra hamburguesa más vendida, que es algo típico. Hay conceptos básicos que no varían a la hora de una preparación. Lo que cambia puede ser la cantidad de carne de cada tipo de corte. También la variedad de los topings. La hamburguesa elegida ganadora por el jurado tuvo una papa rallada, sin el almidón, que fue frizada y luego freída. Algo muy distintivo que la hizo crujiente”, explicó.

También habló acerca de cómo surgió esta pasión por las hamburguesas que hoy transformó en un negocio.

“Al principio no era fanático de cocinar y a la hamburguesa la conocía de los terceros tiempos. Hace unos cinco años, aburrido buscando en Youtube algunos videos, me encontré gente que iba a probar hamburguesas a distintos lugares. Y ahí me metí en el tema. Un día me quedé solo en casa y probé. Me hice una y me gustó cómo quedó. Al día siguiente le preparé a mi familia y les encantó. Y ya el año pasado, en agosto, decidimos emprender. Nos pusimos en marcha con mi socio Santiago (Calvano). Empezamos a buscar local, recetas y el 16 de diciembre empezamos a vender desde el quincho de casa para los amigos y conocidos. La semana pasada abrimos el local”, recordó.

Justamente el emprendimiento lo llevó a poner el rugby en el freezer y la carrera de Ingeniería Civil, en la que le quedan cuatro materias para recibirse.

“Me había lesionado en la final (del torneo Oficial de la URS). Después abrí el local y justo la actividad comercial coincide con los horarios de entrenamiento, como tampoco me premite viajar los fines de semana (con Argentino, por el Regional Pampeano). Haré un parate hasta que el local camine solo”, concluyó.