Grooming: cómo cambió un delito que cumple una década
El acoso sexual a niños y adolescentes a través de medios digitales, tipificado en el Código Penal desde 2013, fue modificando sus formas con el correr del tiempo.

Periodista especializado en la cobertura de temas judiciales y policiales desde 2010, con 20 años de actividad en La Nueva. Producción de información sobre causas y juicios, muchos de ellos con gran repercusión local, nacional e internacional. Egresado del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social, de esta ciudad.
Audionota: Juan Ignacio Zelaya
Cambios en la modalidad de los ciberacosadores, descenso en la edad de las víctimas y variación de los medios digitales para captar a menores con fines sexuales, son algunas modificaciones que registró el grooming a 10 años de la creación de la ley para perseguir y sancionar el delito.
Según especialistas en el tema, hoy en día en Bahía Blanca hay mucho menos contacto personal que antes entre los groomers y las niñas y niños engañados, así como empezaron a radicarse denuncias por maniobras intrafamiliares.
Es decir que ya no siempre es un desconocido quien ejecuta el delito, como solía suceder en otros tiempos, sino que la culpabilidad también recae sobre un familiar o conocido de la víctima.
La metodología de captación también fluctuó. Ahora los pederastas tienden a recurrir casi sin prólogos a la amenaza para obtener material de índole sexual de la niña o niño, en vez de primero ganarse su confianza mediante engaños y manipulación.
Otro factor a tener en cuenta es que los afectados son cada vez más chicos.
De acuerdo con datos del Observatorio del Uso Responsable de Redes Sociales -dependiente del Concejo Deliberante- e instituciones dedicadas al tratamiento de la problemática, el blanco de los pedófilos es, en su mayoría, chicas de aproximadamente entre 10 y 16 años de edad.
A distancia
El fiscal Rodolfo de Lucia confirmó que en estos dos años al frente de la unidad especializada en la investigación de delitos informáticos no recibió muchos casos de grooming en los cuales el adulto y la víctima pactan un encuentro, como sucedía anteriormente.
“La maniobra se basa mayormente en forzar el envío de imágenes de los menores desnudos o con poca ropa, haciendo algo que le pidan. Los contactan y directamente les empiezan a exigir el envío de fotos, amenazándolos con que si no aceptan, les van a hacer algo malo a sus familiares. Los niños comienzan a dudar y se lo creen”, explicó.
“También hubo algunos casos en los que se ganan la confianza para que le manden una foto y después los amenazan con que si no les envían más, van a hacer pública esa imagen. Una cosa es la multiplicidad de fenómenos que puede haber en el acoso sexual a menores, y otra distinta es cómo se tipifica en el Código Penal”, continuó De Lucia.
El flujo de causas por ciberacoso en este distrito se mantiene “estable” año a año. Desde el 1 de enero hasta el lunes pasados ingresaron a la sede fiscal 20 denuncias de esta índole y durante el mismo período de 2022 hubo 26 presentaciones.
“Es un volumen de causas manejable porque no es alto, pero esta cantidad es la que se denuncia penalmente, no es la realidad del fenómeno. No sé cuántos casos no se denuncian en relación con los que se denuncian, porque muchos chicos nunca dan a conocer el ciberacoso padecido”.
"Por otra parte, estamos calificando como grooming muchos hechos en los que la víctima conoce al victimario, algo que se aleja del caso típico de grooming en el que un extraño que disimula su verdadera identidad o miente sobre su edad o lugar de residencia, o todo junto, se contacta con el menor para obtener fotos", confirmó.
“No necesariamente debe ser un groomer serial como (Jorge Luis) Berón, que extorsionaba a las chicas desde el principio, en vez de primero ganarse la confianza de sus víctimas. De estos casos también tenemos”, finalizó el informante.
Paralelamente una gran cantidad de causas en esta jurisdicción se archiva a raíz de que el hecho no configura delito de grooming, o porque no hay prueba suficiente para continuar la pesquisa.
Falta una red internacional
El análisis de Eleonora Weingast, titular del departamento de Delitos conexos a la trata de personas, pornografía infantil y grooming de la Procuración General bonaerense, apuntó a la falta de una red de trabajo internacional para combatir esta actividad ilícita.
A criterio de la abogada, el desafío es generar una estructura para investigaciones e intercambio de información a nivel mundial, porque este tipo de delitos se puede llegar a cometer simultáneamente en distintos países.
“Todavía no se concretó la construcción de la red de trabajo, la armonización de los códigos (penales) y la cooperación internacional con celeridad. Trabajamos mucho con Interpol, la embajada de Estados Unidos y Chile”, resaltó Weingast.
“No sólo el grooming es un fenómeno que opera a nivel mundial, sino todos los ataques contra niños en las redes. Este delito es solamente el primer contacto con el menor, porque después sigue lo más grave que es la obtención de material de abuso sexual infantil”, amplió.
Además se refirió a la baja en la edad de las víctimas y citó a la ONG Faro Digital, cuyos integrantes aseguran que hay niños y niñas de “7 u 8 años” afectados.
La funcionaria marcó los juegos en línea como un primer medio de “acercamiento” hacia menores.
“Tenemos un montón de casos de esos porque los chicos cada vez tienen más acceso a celulares y juegos en red, que también son un ámbito donde adultos se encuentran con niños. Después se trasladan a redes privadas”, precisó.
“Ahora Facebook no se usa mucho para cometer grooming. Esto es como ir a bailar; vas a bailar al boliche que está de moda. Hay que tener en cuenta que se trata de establecer contacto con chicos, entonces hay que hacerlo donde los niños interactúan”, dijo.
“A medida que los menores van mudándose de plataformas y modificando sus maneras de vincularse, el pedófilo hace lo mismo”, manifestó Weingast.
El balance de la referente del área es que cada vez hay más grooming en la provincia de Buenos Aires, y entre 2020 y 2021 la cantidad de hechos creció sustancialmente como consecuencia de la pandemia.
"Pero, de a poco, estamos mejorando la investigación de este delito y los equipos", dijo.
Sextorsión financiera
En Argentina surge de forma incipiente otro problema: la sextorsión financiera, que consiste en extorsionar a menores con la utilización de fotos suyas para obtener dinero u obligarlos a hacer algo, a cambio de no difundir las imágenes o videos íntimos.
En el partido bonaerense de Morón se registró un caso con estas características.
"Amenazan a los chicos con enviar fotos a la escuela, a amigos y a sus padres a cambio de dinero. Es una modalidad rápida por Snapchat e Instagram. La manera siempre es amenazar al humano con mostrar algo que no quiere, entonces la obtención del material con qué extorsionarlo es lo fundamental", expresó la letrada.
En Nigeria y Costa de Marfil operan organizaciones criminales especializadas en este método delictivo contra menores, que a nivel mundial "sufren graves consecuencias como el suicidio".
Por tal motivo en nuestro país se monitorea la situación vinculada con esta problemática, según Weingast.
Juegos y diamantes
Sobre los juegos en red, la representante del Ministerio Público aseveró que en estas plataformas detectaron graves actos sexuales a los que obligan a niños a practicar con otros menores, para por ejemplo obtener diamantes como premio.
“Los pedófilos les exigen a los chicos que le hagan determinada cosa a otro nene, a su hermano o al primo, a cambio de pagarles con diamantes. Obviamente los menores no tienen responsabilidad”, señaló por último la mujer, quien este año participó en Francia de una reunión con autoridades de Interpol.
Reacción de los chicos
Romina Cavallo, coordinadora del programa Responsabilidad Digital de la fundación local Ser y Hacer, describió distintas formas de reaccionar de niñas, niños y adolescentes frente a esta práctica.
“Algunos menores son conscientes del peligro del grooming y, cuando desconocidos los contactan a través de WhatsApp, no les responden o directamente los bloquean. Pero otras veces los chicos empiezan a chatear sin saber si su interlocutor es mayor o menor”, sostuvo Cavallo.
“Son niños y niñas que aún necesitan el acompañamiento de padres. Algunos les cuentan a sus papás sobre el incidente y otros no. Una red social se puede abrir a partir de los 13 años, pero actualmente con 10 u 11 los chicos ya tienen Tik Tok o Instagram”, alertó.
"De hecho, muchas veces los padres ayudan a sus hijos menores a crear un perfil en una red social. Los ciberacosadores suelen contactar a sus víctimas primero por medio de Instagram y juegos online, y desde allí viran a WhatsApp", continuó diciendo.
Coincidió con De Lucia y Weingast en que "antes los groomers buscaban entablar amistad con la víctima y se tomaban más tiempo para engañarla, pero ahora directamente optan por la amenaza".
Además, la mujer puso el foco en la responsabilidad de padres como "proveedores" de información de sus hijos mediante la publicación de fotografías de los niños desde temprana edad, práctica denominada en inglés sharenting (compartir).
"Algunos padres suben a las redes fotos de sus bebés en pañales, bombachita o en malla, y esas imágenes representan un riesgo por la distribución y/o comercialización de material de abuso sexual infantil", advirtió Cavallo.
"Como adultos no medimos ese tipo de riesgo al compartir una foto y no saber adónde puede ir a parar. Es importante no actuar bajo la emoción y el orgullo que nos producen los logros de nuestros hijos".
“Preguntarme para qué lo hago, quién quiero que vea la foto y qué reconocimiento del otro necesito, porque cada vez que publico algo en las redes, lo hago para que otra persona lo vea”, completó la profesional.
A su entender, el sharenting implica un "abuso" en la publicación de fotos a raíz del cual desaparecen los límites de la privacidad y la intimidad.
"De esta manera les generamos una huella e identidad digital a nuestros hijos, por lo tanto como padres nos debemos hacer cargo y responsabilizarnos de eso", resaltó la entrevistada.
Según la integrante del Observatorio de redes, muchos papás tomaron conciencia sobre los riesgos que conlleva esta práctica.
Consejos para padres
Para prevenir estos incidentes, se recomienda a los padres mantener un diálogo fluido con sus hijos; no controlarlos sino acompañarlos, porque el control riguroso puede provocar que el menor cree cuentas falsas en las redes.
Es fundamental que los progenitores detecten cambios de humor bruscos en los chicos, adviertan posibles fluctuaciones en los horarios de conexión a Internet y no los culpen si ya se contactaron vía virtual con un desconocido.
En ese caso se aconseja contener a los niños, radicar la denuncia, no eliminar chats ni fotos porque son evidencia, ni comunicarle al acusado que fue descubierto.
Pandemia y crimen
Derivación. El comisario Pablo Sánchez, de la delegación local de Cibercrimen de la Policía, recalcó que con la pandemia hubo mayor acceso a la tecnología, también con fines lícitos. “El grooming y la tenencia y distribución de material de abuso sexual infantil aumentaron significativamente”, dijo.
Penas. El artículo 131 del Código Penal impone penas de 6 meses a 4 años de prisión por grooming.
Configuración. El delito se da cuando un adulto utiliza "comunicaciones electrónicas, telecomunicaciones o cualquier otra tecnología de transmisión de datos" para contactar a un menor "con el propósito de cometer cualquier delito contra su integridad sexual”.
Charla. El lunes 13 habrá una charla a cargo del Observatorio de redes, con motivo de los 10 años de la sanción de la ley de grooming (26.904).
Ley "Mica". Este mes se cumplen 3 años desde la sanción de la Ley 27.590 "Micaela Ortega", que creó el Programa nacional de prevención y concientización sobre el grooming.