Primer paso para un proyecto histórico destinado a exportar gas por el puerto de Bahía Blanca

Redacción de La Nueva.

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Adrián Luciani
aedgarluciani@gmail.com

   Dos semanas atrás, desde estas mismas páginas, a poco de ser anunciadas las obras del gasoducto Néstor Kirchner, hacíamos alusión a que había llegado la hora de la verdad para Bahía Blanca, en lo que a grandes inversiones se refiere.

   Hoy, cuando parece despejado el camino hacia esa gran materia pendiente que es el ducto entre Vaca Muerta y Salliqueló, ya no quedan excusas para plasmar en hechos varios de los proyectos previstos para el polo industrial local.

   Si bien sólo el tiempo se encargará de develar hasta qué punto las palabras se traducen en hechos concretos, ahora YPF acaba de firmar un acuerdo con la petrolera malaya Petronas para el Estudio y Desarrollo Conjunto de un proyecto de GNL en Argentina.

   Este contempla la extracción de gas en Vaca Muerta, el desarrollo de gasoductos (incluido otro troncal desde Vaca Muerta a la costa) y la producción, comercialización y logística internacional de gas natural licuado.

González (YPF), Fernández y Taufik (Petronas), durante el acto.

   Aunque en ningún momento del acto desarrollado el jueves en el Centro Cultural Néstor Kirchner se mencionó la localización del proyecto, horas antes el titular de YPF, Pablo González, señaló que la terminal podría estar en Bahía Blanca o Río Negro, y todo parece indicar que nuestra ciudad sería el lugar elegido.

   De hecho el miércoles el gobernador Axel Kicillof dio a entender por twitter que el lugar elegido es Bahía Blanca y después lo confirmó por el medio colega La Brújula.

   Incluso del acto presidido por Alberto Fernández, junto a González y Tengku Muhammad Taufik, presidente y CEO de Petronas, participó sentado en primera fila el titular del Consorcio de Gestión del Puerto local, Federico Susbielles, además de empresarios locales.

El titular del puerto bahiense participó del lanzamiento.

   Los números de la iniciativa asombran, pero al mismo tiempo, invitan a una necesaria cautela: 10 mil millones de dólares en la etapa inicial y luego otras 30 mil unidades de la moneda estadunidense, con un despacho máximo, en una década, de 460 buques carriers de GNL por año e ingresos por 20 mil millones de dólares anuales para el país.

   Esto implica, ni más ni menos, que 1,2 buques saliendo cada 24 horas del puerto local, por lo que seguramente exigirá más de un punto de atraque.

   En definitiva, un proyecto mucho mayor al que podía imaginarse, pero que recién comienza y exige prudencia.

   “Es un proceso que está comenzando ahora. No es que van a venir mañana 10 mil millones de dólares", aclaró González.

   "Estamos iniciando un proceso que determina inversión en Vaca Muerta, la construcción de un gasoducto y la construcción de un puerto”, agregó el directivo.

¿Por qué Bahía?

   En cuanto al puerto bahiense: varios son los factores que lo convierten en el lugar indicado para este tipo de desarrollos energéticos: desde sus costas abrigadas y con un canal de acceso de gran calado, pasando por la existencia del principal polo petroquímico del país, disponibilidad de varios gasoductos troncales (incluido ahora el Kirchner), recursos humanos, experiencia en manejo de GNL y tierras ociosas junto a mar.

   De hecho, esta no sería la única planta de GNL en territorio bahiense, ya que Transportadora de Gas del Sur (TGS) y la texana Excelerate Energy también impulsan en el puerto local un proyecto de estas características, aunque de menores dimensiones y escalable, es decir, en sucesivas etapas de ampliación.

¿Por qué esta inversión?

   Un reciente informe de la fundación FundAr da cuenta y resume varios de los fundamentos que llevaron a YPF, junto a Petronas, a emprender un proyecto de gran magnitud.

   El trabajo señala que la demanda internacional de gas natural aumentó en gran magnitud a lo largo de las últimas décadas y crecerá todavía más debido al rol de este recurso en la transición energética. 

   Menciona que el 77% del crecimiento del intercambio global de gas natural hasta 2040 se llevará a cabo vía GNL y se espera que domine los intercambios internacionales para el 2030.

   “Este contexto presenta una oportunidad única para que el alto nivel de recursos gasíferos de nuestro país se destine al abastecimiento de la demanda mundial, pero hay que actuar ahora, antes de que la demanda de combustibles fósiles disminuya de manera significativa a causa de la transición energética. 

   “Para aprovechar esta ventana de oportunidad se necesita un nivel de inversiones nunca antes visto en la Argentina. El sector privado local, incluyendo a YPF, asociándose con compañías internacionales, está en condiciones de conseguir el financiamiento”.

   Ahora sólo resta ver que los anuncios se vayan cumpliendo, y sobre todo, tener presente la última frase de Alberto Fernández en el acto. 

   “Quizás hoy no tomemos dimensión de lo que está ocurriendo, pero en 10 años, alguien va a recordar este día”. 

   Esperemos que sea recordado para bien.