Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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"Argentina es un país que se ha encogido sobre sí mismo"

Para Mariano Caucino, especialista en relaciones internacionales, nuestro país puede ser considerado "una potencia media" que debe integrarse económicamente con Brasil.

Fotos: Emmanuel Briane - La Nueva.

   El especialista en relaciones internacionales y exembajador en Costa Rica e Israel, Mariano Caucino, explicó que es difícil aventurar qué ocurrirá con la guerra entre Rusia y Ucrania, precisó que China se está beneficiando con el conflicto y aseguró que Argentina “es un país que se ha encogido a sí mismo”.

   El abogado y profesor de Historia Política Argentina y Política Exterior, quien estuvo en Bahía Blanca en los últimos días, donde llevó a cabo una serie de ponencias vinculadas a la actualidad de nuestro país y el comercio internacional, señaló que nuestro país puede ser considerado “una potencia media”, ubicado en una región del mundo que no es central para los conflictos, sin armas nucleares ni problemas geopolíticos significativos, pero que no tiene una contribución decisiva hacia la economía global.

   “Dentro de esta realidad, Argentina es un país que se ha encogido sobre sí mismo. Era el 50% de la economía de la región hace 50 años, y hoy es entre el 16 y 17%, mientras Brasil ha hecho un camino inverso. Además, es importante que nuestro país tenga un grado de integración importante con Brasil, porque solo no puede enfrentar la disputa de potencias que existe hoy en día”, manifestó.

 

Argentina era el 50% de la economía de la región hace 50 años, y hoy es entre el 16 y 17%, mientras Brasil ha hecho un camino inverso", señaló Caucino.

 

   Al respecto, reconoció que el hecho de que Ucrania haya dejado de vender su producción al exterior termina siendo “una suerte de externalidad positiva”.

   “Se trata de una oportunidad ya que, al producir bienes y recursos simialres, pueda haber una cuestión de sustitución”, aclaró.

   En diálogo con “La Nueva.”, Caucino reconoció que “el conflicto ucraniano es interminable”, ya que está íntimamente relacionado con una cuestión geográfica e histórica, con muchas similitudes con una guerra civil, ya que en el territorio vive población rusa o prorrusa.

   “El interrogante es si se va a llegar a una guerra abierta o nuclear. En este último caso hay una cuestión paradojal, porque tienen una capacidad de destrucción de tal envergadura que hace que no se pueden utilizar. En la Guerra Fría, EE.UU. y la ex Unión Soviética habían llegado al entendimiento que su utilización aseguraba la aniquilación mutua: si uno lanzara un arma nuclear contra el otro, este contestaría y se terminarían destruyendo entre ambos. Esto creó un balance de poder casi perfecto”, recordó.

   Por esto, continuó, “el período de la Guerra Fría fue tan estable”. Sin embargo, aclaró que estas situaciones “nunca están excentas del error de cálculo”.

   También refiriéndose al conflicto entre Ucrania y Rusia, aclaró que “China es la beneficiaria de la situación”, debido al enfrentamiento entre el principal actor del mundo, como es EE.UU., con el tercero que es Rusia.

Mariano Caucino, junto al diputado Lorenzo Natali en "La Nueva."

   “El segundo es China, que ve esta situación y le conviene, porque hoy es la principal potencia rival de Estados Unidos. En este marco, Rusia queda muy debilitada y tiene necesidad de reorientar su mirada hacia Asia y vender energía a China a menores precios”, consideró.

   Esto termina generando una dependencia de este país hacia el gigante asiático, una situación que Caucino consideró como un problema para Vladimir Putin como para el propio EE.UU.

De nacionalismos y globalización


   Respecto de la aparición y la llegada al poder de agrupaciones nacionalistas en distintos países de Europa en los últimos años -sin ir más lejos, el triunfo de Giorgia Meloni en Italia en los últimos días-, Caucino reconoció que se está dando un surgimiento de este movimiento.

   “Por ejemplo, en las últimas elecciones que hubo en Francia, Marine Lepen pasó del 18% al 20% y, de ahí, al 42%. Es un porcentaje enorme. En Italia, sin ir más lejos, ganó una coalición muy de derecha, o en Reuni Unido tenemos el Brexit”, manifestó.

   Esto, consideró, se encuentra íntimamente relacionado “con situaciones de malestar con lo políticamente establecido y las promesas incumplidas de la integración europea” que, sin bien por estos lares se puede ver como un éxito, allá muchos lo consideran un gasto excesivo.

   “No hay que dramatizar: siempre hay en el mundo una tendencia hacia la globalización y una tendencia hacia el nacionalismo. Normalmente a un período de globalización sigue un período de repliegue y de surgimiento de los nacionalismos, y viceversa”, afirmó.

   En ese sentido, señaló que tanto la globalización como los nacionalismos no van a desaparecer.

   “Existe un deseo de la humanidad de converger sobre sí misma y un hecho tecnológico (que lo impulsa); pero eso no significa que los nacionalismos vayan a dejar de existir”, concluyó.