Liga Argentina: Villa Mitre transitaba por el camino correcto y cayó en un precipicio

Fernando Rodríguez

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Ingresó en La Nueva Provincia en 1995. Trabaja en la sección Deportes y fue colaborador en Regionales y Locales de este mismo medio. Se especializa en básquetbol. Formó parte del staff de la revista Encestando y Zona de Básquet durante 10 años. Tuvo experiencia en el programa Radial Contrabásquet, en Radio La Red.

 

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   Difícil de explicarle qué sucedió a quien haya visto a Villa Mitre los primeros 24 minutos del partido, cuando ganaba 53 a 33, porque de ahí hasta el final sufrió un parcial de ¡41 a 16! y perdió, frente a Racing de Chivilcoy, por 74 a 69.

   El tricolor cedió de esta manera, como local, por la Liga Argentina, partido que tuvo parciales de 22-14, 45-28 y 59-53.

   La visita mostró una cara inicialmente, dejando en claro por qué llegaba con 7 victorias y una sola derrota.

   Establecido defensivamente, cerró los caminos del tricolor y, adelante, rompió permanentemente.

   Rápidamente el local respondió con lo suyo. Abriendo la cancha, pudiendo anotar un par de triples y siendo agresivo ofensivamente, escapó 11-4.

   Ingresando con Chervo tuvo otra amenaza perimetral. Duvanced en ese juego abierto respondió muy bien de frente, atacando o tomando tiros a distancia.

   Pallotti, por su parte, tuvo visión de juego y Bollo cargó seguido al rebote, además de sacar faltas.

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   El punto más flojo de la Villa sobre el inicio fueron los libres (7-14 en el primer cuarto).

   Atrás, en la medida que contuvo los rompimientos, obligó a Racing al tiro de tres (terminó con 0-7 en los 10 minutos iniciales) y llegó a sacar 14 de luz.

   Los recambios modificaron un poco la fisonomía de juego, acaso a partir de picar más que pasar, aunque el juego no se resintió demasiado.

   Sólido el tricolor, con Duvanced como destacado, decidido, desafiando en el 1x1 y con espacios adelante, se tornó un rival sin freno para la visita.

   Inclusive, promediando el segundo cuarto propuso una defensa zonal muy activa, que también le dio resultados, porque Racing siguió fallando (1-14 en triples en el PT).

   Con esto, dos triples de Pallotti, mejores porcentajes de libres y el insistente juego hacia el cesto –sacó por cinco faltas a Stucky restando 3 minutos para el final del primer tiempo-, mantuvieron a la Villa arriba (20 de máxima) y sin problemas.

   En el inicio del complemento, Levy hizo un buen trabajo defensivo, sumando también dos triples, y junto con el esfuerzo en la pintura de Bollo le dieron otra vez 20 de luz al tricolor.

   Hasta ahí se escribió la mejor parte de la historia. Porque el tricolor, que había encontrado su camino, se cayó a un precipicio.

   Racing le convirtió en el tercer cuarto 3 puntos menos que en todo el primer tiempo, ganando este período la visita 25 a 14.

   La defensa perdió consistencia, permitieron que lo atacaran, le dieron mayores libertades para el tiro de tres puntos y de estar 55 a 33, terminó el cuarto 59 a 53.

   Y si las dudas habían invadido, el triple de la visita en el inicio del último cuarto las multiplicó: 59-56.

   Desorientada la Villa, fue permisiva atrás y apresurada adelante, corriendo más que pensando, chocando, forzando y olvidando la manera de la que había llegado a sacar 20 de luz.

   Carente de un líder, el equipo no tuvo rumbo. Todo se hizo deslucido, trabado y, en medio de la confusión del tricolor y el desprolijo arbitraje que estuvo a la altura del trámite, Racing jugó su propio partido.

   José Peralta fue determinante atacando (32 puntos, con 9-11 en dobles) y el resto se encargó de desnudar las falencias del local, que perdió 16 pelotas.

   Villa Mitre discutió, se enojó, perdió el rumbo, olvidándose de jugar. Era otro equipo. Y la visita pasó al frente 65 a 64 (parcial de 32-11), con 4m45 por jugar.

   La crisis, lejos de mermar, se agudizó ante su gente, que veía cómo el equipo perdía la gran chance de bajar al mejor equipo -hasta el momento- de la Conferencia Sur.

   Y así pasaron los minutos. El tricolor fue de mal en peor y el parcial final de 41 a 16 no dejó margen para demasiados análisis. Villa Mitre pasó de su mejor versión, a la peor. Lo bueno que esto, recién empieza. Lo malo, que tiene dos partidos de visitante: ante Del Progreso y Viedma, miércoles y viernes.