Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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La NASA enviará al espacio un inodoro que vale 23 millones de dólares

Serán Chris Cassidy e Ivan Vagner los encargados de estrenar y poner a prueba la última obra de ingeniería.

Fotos: NASA

   Según ha anunciado la NASA, la próxima semana enviarán a la Estación Espacial Internacional, que está orbitando la Tierra, un nuevo inodoro valuado en 23 millones de dólares.

   La idea es probarlo en condiciones de gravedad cero para que luego pueda ser utilizado en misiones más lejanas a la Luna o a Marte.

   Abandonará la Tierra hoy a bordo de una cápsula de carga de Northrop Grumman Cygnus que llevará suministros a los astronautas y material de investigación.

   Serán Chris Cassidy e Ivan Vagner los encargados de estrenar y poner a prueba la última obra de ingeniería de la NASA. Se trata de los dos astronautas actuales de la Estación Espacial Internacional. Todo ello después de capturar la cápsula, anclarla, sacar el inodoro e instalarlo en la Estación Espacial Internacional. Luego finalmente el retrete podrá pasar su prueba de fuego.

Las diferentes partes del inodoro de la NASA. Tapa (1), asiendo (2), tanque para almacenar la orina (3), manguera para la orina (4), lugar donde va el embudo para la orina (5) y sistema para transferir la orina (6)

   El inodoro tiene nombre propio, Universal Waste Management System. Como ya indica, es a fin de cuentas un sistema para gestionar las deposiciones.

   Es un 65% más pequeño que los anteriores y hasta un 40% más ligero. Esto es esencial en un lugar que busca optimizar al máximo el volumen y la energía consumida.

  Está repleto de tecnología, aunque no como la de los inodoros japoneses o el de la Universidad de Stanford que reconoce el ano. En este caso tiene más que ver con conseguir atrapar las deposiciones y la orina en un lugar donde la gravedad no hace su trabajo.

   El retrete incluye un embudo para la orina y también un separador de doble ventilador. Este separador especial consigue crear un flujo de aire que atrapa las deposiciones aunque no haya gravedad suficiente. Gestionar los desechos es relevante al ser un espacio tan reducido el de la Estación Espacial Internacional. Además, la orina posteriormente se recicla para obtener agua, de ahí que vaya por un embudo separado. (Xataka)