Investigadoras bahienses desarrollan telas antivirales para el personal de salud

Redacción de La Nueva.

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Por Belén Uriarte / buriarte@lanueva.com

   Verónica Lassalle, investigadora del Instituto de Química del Sur —depende del Departamento de Química de la UNS y del Conicet— contó que con otras dos científicas están llevando a cabo la primera fase del proyecto de confección de telas antivirales para el personal de salud.

   "Estamos diseñando materiales a base de un polímero natural para modificar y generar telas que presenten propiedades antivirales, específicamente frente a los virus de tipo corona, coronavirus", comenzó explicando Lassalle.

   Esa tela se destinará a confeccionar elementos de protección, principalmente orientados al personal de salud, "no solo a enfermeras y médicos sino también a gente de vigilancia, mucamas y quienes tengan contacto dentro de los hospitales o estén asociados a ellos". 

   Entre esos elementos, desarrollarán batas, camisolines, ambos e indumentaria para hospitales como pueden ser sábanas, toallas y toallones.

   La investigadora señaló que el polímero que usan de base ya tiene propiedades antivirales y está comprobado que inhibe al coronavirus: "Nosotros lo que hacemos es potenciar esas propiedades agregándoles sales inorgánicas; se estima que a través de ese mecanismo cuando el virus interactúa con el material genera una ruptura de su membrana, la membrana proteica que recubre al virus de alguna forma se disrumpe y eso impide que pueda replicarse, reproducirse y por ende pueda generar el efecto viral que es el que nos complica".

   Los materiales a desarrollar no son descatables. Actualmente están estudiando las propiedades antivirales de 13: luego del testeo, analizarán la capacidad de reúso del material seleccionado, es decir, cuántos lavados resiste manteniendo el material antiviral en su formulación para seguir inhibiendo tanto la réplica como la reproducción del contagio por ese virus.

  "La idea es que pueda ser lavado en lavarropas directamente, que pueda tener el lavado de una prenda normal y que mantenga sus propiedades antivirales. Estimamos que debería mantener sus propiedades entre 10 y 20 lavados", indicó.

   Lassalle contó que comenzaron a trabajar en el proyecto el 21 de mayo y estiman que les va a llevar seis meses hasta alcanzar la producción a nivel industrial de las telas modificadas con el material antiviral. También señaló que la distribución correrá por cuenta de la empresa textil.

   Explicó que otra de las ventajas es que el material que están estudiando es versátil. Puede generarse en forma de gel (como una gelatina), también puede ser líquido con distinta viscosidad o bien puede ser en forma de film: "Eso le da versatilidad para poder aplicarse a distintas superficies, a la tela o a otras. En principio trabajaríamos con los geles y las soluciones viscosas para impregnar las telas; en base a esa versatilidad estamos pensando en algunas otras aplicaciones para otras superficies".

   El equipo del proyecto —ideado por Lassalle y la doctora Vera Alvarez de INTEMA, Mar del Plata— está integrado por investigadores y becarios de Bahía Blanca y Mar del Plata. En esta primera etapa acompañan a Lassalle la farmacéutica Florencia Favatela (becaria doctoral) y la doctora Jessica Otarola (becaria posdoctoral). También participan del proyecto investigadoraes del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca (INIBIBB) y del CIVETAN (Tandil).

   El grupo de Mar del Plata será el encargado del escalado de la producción: "En Bahía obtenemos muy pocos gramos y ellos allá lo van a obtener en mayor cantidad, luego hay un convenio con una empresa como para poder generar el textil funcionalizado a una escala un poco mayor".

   "No tenemos conocimiento de que en otro lugar se estén usando los mismos insumos y la misma metodología que estamos usando acá. En el mundo hay compañías que están comercializando telas con distintas propiedades, entre ellas antivirales. Ninguno de ellos, por secreto a la propiedad intelectual, especifica cuáles son sus componentes", dijo Lassalle.

   Vale destacar que este trabajo se encuentra dentro de los 64 proyectos que fueron seleccionados por la convocatoria extraordinaria que lanzó en abril la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica y el Ministerio de Ciencia y Tecnología: "Todavía no tenemos ese subsidio funcionando porque estamos en la etapa de contrato, pero nosotras decidimos arrancar para poder tener los resultados antes de lo previsto y poder llegar a contribuir en el medio de toda esta pandemia". 

   En el marco de estos trabajos, Lassalle agradeció al personal del LIUC y de la Planta destiladora de agua del Departamento de Química de la UNS y a la secretaría de Infraestructura por las estufas que les permite calefaccionarse en la institución que permanece cerrada para el dictado de clases presenciales. También a las autoridades del Departamento de Química y del INQUISUR.