Bahía Blanca | Miércoles, 25 de junio

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La suarense que se la creyó gracias a Cachito Vigil y llegó al mejor hockey del mundo

Estafanía Cascallares cumplió su sueño y hace algunos meses juega en Países Bajos. "Soy una afortunada de poder vivir de lo que me apasiona", admite.

La ex-Leona Maca Rodríguez (de espaldas) habla y Estefanía y Vigil ríen. "Cacho le dio mucha luz a una nena que tenía mucho miedo" contó Cascallares. Foto: Adrián Carranza

 

Por Mikel Iñurrategui / [email protected]
(Nota publicada en la edición impresa)

 

   “Sos un diamante en bruto, tenés que creértelo”.

   Lo que le dijo Sergio “Cachito” Vigil a la suarense Estefanía Cascallares fue el empujón necesario para seguir en busca de sus sueños en el hockey.

   Luego de empezar a jugar en el patio con su hermana Mariana, el Coronel Suárez Rugby y Hockey Club, los seleccionados de la ABH, un breve y exitoso paso por Atlético Monte Hermoso fueron las escalas antes de llegar a River Plate y el Torneo Metropolitano.

   “River fue mi segunda casa, un lugar donde me sentí súper segura. Cacho fue un segundo padre para mí, le dio mucha luz a mi camino. Es una persona hermosa que me marcó. Le dio mucha luz a una nena que tenía mucho miedo, que no sabía donde estaba parada. Confió en mí más que yo misma y me lo supo transmitir”, cuenta Estefi de 28 años.

   “Me acuerdo lo que me dijo después de un entrenamiento que estaba lloviendo muchísimo; el me dejaba en Cabildo y Juramento, porque entrenábamos en la UBA y yo vivía en Boedo, en una Residencia de Coronel Suárez, me quedaba lejísimos”, recuerda.

Estefanía Cascallares, en el mejor hockey del mundo.

 

   “Y en esa esquina -agrega-, una vez Cachito me dijo 'sos un diamante en bruto, tenés que creértelo. Todavía hay que pulir algunas cosas, pero creetela'. Que Cacho Vigil me estuviera diciendo eso a mí era increíble. A veces todos necesitamos una palabra de aliento, porque vos tenés confianza en vos misma, pero a veces no alcanza. Y en Buenos Aires a mi me pasaba algo de eso. Yo soy de una ciudad chica como Suárez y Buenos Aires es gigante y todo es distinto".

   "En Suárez la mayoría de la gente me conocía. Si yo estaba caminando en algún lado, capaz paraba una amiga de mi hermana y me llevaba. En cambio en Buenos Aires no, yo salía a tiempo y capaz llegaba tarde igual porque el colectivo se había retrasado y eso no depende de vos. Entonces me frustraba y capaz estaba llorando en el colectivo y nadie te preguntaba '¿Estás bien?' Porque ni si quiera te miraban a los ojos. Todo eso me costó un montón y en ese momento que alguien te diga 'creetela' te dan ganas de comerte el mundo”, agradece Estefanía.

   Esas ganas, su talento y pasión la transformaron con el tiempo en una pieza fundamental de las Vikingas, que se consagraron por primera vez en el Metropolitano 2016 con un gol suyo. Además de ser multicampeonas del Torneo Nacional.

Un gol histórico, que le dio el Metro a las Vikingas. (Foto: River)

   Algunos años después, Cascallares se fue a la Real Sociedad en España hasta llegar a la elite del hockey mundial: Países Bajos.

   Tras ir a una prueba, Estefi se encuentra desde agosto en el HV Victoria Hockey, en la Liga de Honor, donde juega y es profe.

   Si bien un rebrote de COVID-19 frenó el campeonato (con chances de que no regrese hasta el próximo año) y puso incertidumbre en su futuro, la exjugadora de River probó su nivel entre las mejores.

   -¿Cómo decidiste para ir a probarte?

   -Cuando vine en marzo a Europa no tenía mucha idea de qué iba a hacer. Ya estaba cumpliendo un montón de sueños desde el año pasado con el solo hecho de decir “vivo para jugar al hockey”. Yo te lo digo y capaz suena a poco, pero para mí es una locura. Toda mi vida fue siempre darle al hockey, obviamente que recibía un montón de momentos, pero ahora tengo la posibilidad de que me paguen para hacer lo que más me gusta y es literalmente lo que me apasiona. Eso ya era un sueño de por sí. También me dio la posibilidad de viajar a Australia, conocer otras culturas... Y este año cuando llegué no estaba del todo conforme, sobre todo con el nivel de España porque desde que soy chiquita siempre quise más".

La bahiense Juana García, celebra su gol y Cascallares se suma al festejo en Bahía, ante Uni, por la Copa Patagonia.

 

   "Viajar millones de veces por semana a Bahía a jugar, a entrenar con el Seleccionado, después irme a Buenos Aires, que también fue un súper desafío... Adaptarme a vivir en esa jungla. Pero sin hockey hubiera sido imposible, yo estudié y me recibí (es Licenciada en Administración de la UBA) pero siempre le digo a mi mamá (Teresita), que yo pude estudiar porque tenía algo que me motivaba mucho que era el jugar a ese nivel. Y ahora si bien estaba cumpliendo un montón de sueños, en cuanto a lo deportivo no me sentía tan realizada. Me animé a venir a probar después de una cuarentena, aún sabiendo que no estaba bien físicamente. Y ahora que estoy acá y en muchos momentos me frustro o que me siento desbordada, pienso que estoy haciendo algo que nunca en mi vida imaginé y eso me relaja". 

   -¿Era algo con lo que soñabas?

   -Sí, desde que soy chiquita miraba el hockey holandés como algo “Wooow” y el Metropolitano también, pero ahora estoy acá y es muy loco como muchas veces fui dando pasos en mi vida hasta llegar acá y hoy pienso donde estoy sigo diciendo lo mismo “¡Wooow!”. Me hace muy feliz pensar el camino que recorrí. No se sabe nada que va a pasar de acá a un mes, pero la verdad es que estoy muy contenta con mi presente y también con mi futuro, porque no dejo de caminar.

Es cultural

   Para tomar dimensión de lo que significa el hockey en los Países Bajos podríamos señalar que su Seleccionado femenino hizo podio en los últimos cinco Juegos Olímpicos (2 medallas de oro, 2 de plata y otra de bronce) o que fue campeón mundial en 8 ocasiones (las últimas dos en 2014 y 2018 de manera consecutiva).

   Sin embargo, Estefi ejemplifica a la perfección cómo se vive allá este deporte.

   “Acá es algo cultural, así como en Argentina en todos lados hay una cancha de fútbol, acá si vas a un parque la gente está haciendo pases con un palo y una bocha", cuenta la delantera.

   -¿Con qué hockey te encontraste?

   -Con un hockey sumamente rápido. Ya en el entrenamiento te das cuenta y eso que con mi equipo estamos últimos de la tabla ahora, imaginate. Pero ya los días que vine a entrenar me di cuenta que la velocidad de pase y recepción que tiene no está en ningún lado, ni si quiera en el Metropolitano. Cuesta mucho adaptarse, yo los primeros partidos los sufrí bastante, incluso en los amistosos. Sobre todo por el hecho del idioma, todo era nuevo y encima la comunicación, que es clave, me tomaba unos segundos más. En la cancha se habla en holandés, entonces era como que en mi cabeza tenía ruido todo el tiempo. De a poco me fui acostumbrando... 
También se me hizo difícil por los resultados, la verdad es que no estoy acostumbrada a tener resultados tan adversos. Contra Ámsterdam perdimos 10 a 1 ¡Nos hicieron 10 goles! No me hacían 10 goles desde que jugaba en Séptima, que Sportiva nos hizo 13 goles y no me lo olvido más ja, ja. 

   -Más allá de lo que pase ahora por la pandemia, imagino que lograste ese desafío por el que fuiste...

   -Sí, la verdad que esto es un desafío constante. En cuanto a vida, porque la cultura es completamente diferente, en cuanto a lenguaje, porque se habla en holandés y en inglés y aunque me manejo bien no es lo mismo vivir todo el día hablando otro idioma. Toda la primera parte fue un proceso de adaptación, llegaba a la noche cansada porque la cabeza estaba todo el tiempo procesando información. Ahora es como más natural todo.

   En cuanto al juego, te puedo decir que tuve partidos en los que me sentí bien y partidos en los que no. Creo que fueron más los que me costó mucho, que en los que me sentí fluir. También es difícil energéticamente encontrar la fluidez en un equipo que no le va bien desde los resultados. Pero igual, te puedo asegurar que aprendí muchísimo, en cuanto a cómo trabajan los equipos con la presión de saber que necesitan un resultado, porque esto es profesional acá; aprendí muchísimo de mí misma y de como manejar frustraciones y de cómo comunicarme conmigo mejor... Ser más paciente. Creo que eso es algo que me va ayudar a lo largo de mi vida, no solo en lo deportivo. Por eso si bien tuve tiempos no tan felices, lo volvería a hacer.

Cascallares, abajo a la izquierda, en su paso por España.

 

   -¿En qué otras cosas te das cuenta que estás en la elite del hockey mundial?

   -En un montón de detalles chiquitos. En algo que a mí me sorprendió es que cualquier club, por más chiquito que sea, tiene entre 5 y 6 canchas como mínimo. Mi club, que es un club chico, tiene 3 canchas de agua y 2 de arena. Y alrededor de todo eso tenes como una mini ciudad, con plazas, juegos y todo tiene que ver con el hockey... Son cosas muy locas, muy copadas. Es otro nivel. Algunas canchas de agua no se riegan, el agua brota del suelo, vos pisas y sale agua. La primera vez que lo vi era como... ¿en serio? Es otro mundo, todo es distinto. Otra cosa que me encanta, es que yo voy en mi bicicleta a entrenar (¡eso es algo que amo de Holanda!) y mis botines, el palo, está todo en el vestuario. Llego, me cambio, entreno y dejo todo ahí, vuelvo a mi casa con ropa normal. Que es algo que habitualmente no estamos acostumbradas; en Argentina tenés que cargar con tu funda, tu bolso, tus cosas... Y en mi casa no me voy a poner a hacer pases en el living ja,ja. Es como que eso es sumamente cómodo y acá es súper normal, son esos detalles que hacen a todo mucho súper profesional.

   Mientras define sus pasos a seguir, Estefanía continúa disfrutando su camino, siempre con el hockey como horizonte.

La chance de ser Leona: “está bien cómo se dio todo”

Donati y Sauze recibieron la visita de Estefi en Valencia, durante una gira con Las Leonas.

 

   Pese a sus buenos rendimientos desde chica, Estefi nunca jugó en la Selección Argentina.

   "Creo que es algo que se me podría haber dado, como no. Y está bien cómo se dio, en su momento sí era un deseo pero no sé sinceramente cuanto tiempo lo podría haber hecho. Porque si bien me gusta el alto rendimiento no sé cuanto lo podría haber aguantado y nunca lo voy a saber”, entiende Estefi.

   “Sí cuando era más chica un Mundial Junior -admite- me hubiese gustado jugar pero es más difícil para las personas que somos del interior. Obviamente que las personas que se lo propongan, como Bianquita (Donati), Valen (Costa Biondi) o Barbi (Dichiara) lo pueden lograr, ellas realmente dejaron todo por eso y me parece excelente, las aplaudo y súper felicito”, asegura la suarense.

   No obstante, Cascallares admite que eligió disfrutar otras cosas.

   “Definitivamente yo no estaba dispuesta a eso, a mis 17 o 18 años que es el momento en el que más tenés que entrenar, estuve disfrutando de mis amigas, de salir y de tener momentos que hoy sigo recordando. Todo no se puede, es algo que aprendí de grande pero no me arrepiento de nada de lo que hice. ¿Hubiese sido lindo? Obvio que sí, pero también es algo que no dependía solamente de mí y si se dio así se dio así por algo y estoy muy feliz con mi carrera", señaló.

Volver a casa: "Me fascinaría poder compartir lo que viví"

   Mientras papá Rubén hacía un asado, Estafanía jugaba con su hermana Mariana al hockey en el patio (Nancy, la otra hermana, no se sumaba mucho) y Gustavo (el hermano varón) avisaba que no se valía "fundir". Mamá  Teresita lo soportaba hasta que algo se rompía.

   Así recuerda Estefi sus primeros contactos con la bocha en su Suárez natal, donde siempre quiere volver; mientras extraña a sus sobrinos, familiares y amigas.

   "Siempre estoy pensando en Suárez; cuando llegué acá estaba hablando con mi entrenador, que le encanta Argentina, e hicimos una apuesta", cuenta Estefi.

   "Era una oración en inglés -agrega- que nosotros discutíamos cómo se decía, le gané y le dije 'ahora tenés que ir a mi ciudad a dar una clínica'" dice Estefi.

   -¿Te gustaría transmitir algo de todo lo que viviste?

   -Sí, a mí me fascina esa idea de poder compartir algo de todo lo que me dio el hockey con la gente de mi ciudad y de la zona, porque toda mi infancia fue viajando a jugar a Bahía y me encantaría el día de mañana conectar a mis entrenadores de antes con los actuales y compartir con mi gente algo de todo lo que el hockey me dio. Es algo que tengo siempre presente y lo hablo con mi hermana, que sigue entrenando allá. Si voy en diciembre o enero, veremos la posibilidad de entrenar con algún club.

Su paso por River

River campeón: Sauze, Maca Rodríguez, Cascallares y Donati celebran el Metro del 2016.

 

   "Es muy difícil resumir lo que es River para mí, te lo podría resumir como que fui muy afortunada de haber sido y todavía sentirme parte de esa hermosa familia.De ser una Vikinga. Es el lugar donde conocí a Bianquita (Bianca Donati) y un montón más de amigas. Y si Dios quiere, mi sobrina (Pilar Palacio Cascallares) va a estar jugando en un tiempo en Primera y sería un sueño poder jugar juntas algún día", sueña.

Con la naranja

Abajo, a la derecha, Estefanía junto al equipo de Bahía.

 

   Entre su participaciones con los seleccionados de la Asociación Bahiense de Hockey, Estefanía fue parte de uno de los 7 podios a nivel nacional que tiene Bahía.

   En el año 2010, Cascallares integró el combinado Sub 18 que logró el tercer puesto de la categoría en el Campeonato Argentino disputado en Salta.

   En aquel equipo también estaban, entre otras, Bianca Donati y Valentina Costa Biondi, amabas hoy en Las Leonas.