Juicio a Ochoa: el fiscal pidió 18 años de prisión por la muerte de Matías Streitenberger

Redacción de La Nueva.

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   El fiscal Marcelo Romero Jardín pidió este mediodía 18 años de prisión en el juicio contra Galo Ochoa, acusado de atropellar y matar a un chico de 18 años mientras conducía alcoholizado a alta velocidad, mientras que el abogado defensor señaló que debe ser absuelto.

   Durante la lectura de los alegatos, Romero Jardín consideró que la causa debe caratularse como "homicidio simple con dolo eventual", que tuvo como víctima a Matías Streitenberger. La misma pena pidió el abogado querellante de la familia de Matías, Sebastián Martínez.

   "No le importaba nada. Atropelló, no detuvo su marcha, se fue y luego volvió por la mano contraria porque lo echaron de la fiesta", sostuvo el fiscal.

   Destacó como cuestiones fundamentales en lo ocurrido el alcohol en sangre que tenía Ochoa y la velocidad a la que se desplazaba el auto que manejaba.

   Comentó que de acuerdo a las estimaciones realizadas por los peritos, Matías solo vio el vehículo tres segundos antes de que lo impactara.

   Romero Jardín afirmó que el acusado tenía "plena conciencia de lo que hizo" y que no se preocupó por la víctima.

   También dijo que al negarse a la extracción de sangre "tuvo la frialidad suficiente para pensar en el proceso en su contra".

   El abogado Sebastián Martínez agregó que "es muy difícil pedir pena cuando el daño que se causó es irreversible".

   Coincidió con el fiscal en que "los extremos de la imputación están claramente demostrados".

   "Hasta la prueba de la defensa fue determinante para probar la responsabilidad", siguió diciendo.

   El letrado consideró que Ochoa "generó el riesgo y aceptó el resultado posible", además de que "tampoco le importó evitarlo".

La defensa

   Por su parte, el defensor de Ochoa, Sebastián Moriones, pidió la absolución de su cliente y señaló que la víctima cruzó de forma antirreglamentaria la calle y que Ochoa tenía prioridad de paso.

   "La víctima tendría que haber descartado el peligro para el cruce", dijo ante los jueces.

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   Moriones reconoció que su cliente estaba alcoholizado y circulaba a alta velocidad, pero consideró que no se pudo establecer el monto.

   Explicó que no hay prueba directa para demostrar el dolo imputado por la acusación.

   "Alcohol y velocidad suma reproche a su actuar culposo (sin intención), pero no se encuentra probado el dolo", apuntó.

   Refirió que si bien los empleados de la estación de servicio observaron que se encontraba alcoholizado, "no le advirtieron que no podía manejar" en ese estado. 

   El abogado negó que Ochoa se haya fugado del lugar, sosteniendo que la acción cuando regresó por la mano contraria fue continúa.

   Indicó también que en las filmaciones no se aprecian maniobras peligrosas realizadas por el rodado conducido por su cliente, por lo que sostuvo que "no tuvo una pauta de alarma para internalizar que su actuar acarreaba peligro".

   Luego de escuchar a las partes los jueces del Tribunal en lo Criminal Nº 3 decretaron un cuarto intermedio hasta el jueves a mediodía, cuando se de a conocer el veredicto y la eventual sentencia.