Bahía Blanca | Jueves, 26 de junio

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El Hospital “Felipe Glasman” sufre un déficit de camas

En julio fueron internados 500 pacientes, 60 más que los habituales. El proyecto de la Asociación Médica es incorporar al menos 35 nuevas plazas.
 

Foto: Archivo La Nueva.

Por Cecilia Corradetti / [email protected]

   El crecimiento generalizado que ha venido evidenciando el Hospital “Dr. Felipe Glasman”, situado en Patricios 347 y perteneciente a la Asociación Médica de Bahía Blanca (AMBB), trae aparejado un déficit de camas que mostró mayor relevancia durante julio último.

   Así lo confirmó la doctora María Elena Sánchez Bejarano, quien forma parte del equipo directivo junto con Gustavo Salum.

   Resaltó que el aumento en la expectativa de vida, los mejores tratamientos y los equipos de alta complejidad existentes llevan, al mismo tiempo, “al crecimiento y al desafío de seguir invirtiendo”.

   “Para nosotros es un halago y una satisfacción que médicos y pacientes nos elijan por los servicios que prestamos, que cada vez son de más alta complejidad”, advirtió Sánchez Bejarano, aunque aclaró que en julio se produjo un “cuello de botella” en cuanto a las internaciones, las cuales ascendieron de modo considerable.

   Ejemplificó con cifras elocuentes, teniendo en cuenta que, del promedio de alrededor de 440 personas internadas que se registran por mes, en julio ascendió a 500.

   El sanatorio posee 70 plazas, incluyendo las pertenecientes a Terapia Intensiva.

   “El mes pasado nos hemos visto obligados a derivar producto del pico que se generó”, expresó, para agregar que 10 mil jubilados de PAMI de la ciudad y la región se atienden en este centro médico.

   “Es lógico que en invierno siempre la demanda de camas es mayor, pero de todos modos se trata de una situación que excede lo estacional. Necesitamos más unidades y en ese proyecto estamos trabajando”, sostuvo.

   Ejemplificó con el “ideal” de contar con otra área de internación con 15 a 20 habitaciones dobles. Esto sumaría una cifra cercana a las 35/40 plazas más.

   La falta de crédito, dijo, representa todo un inconveniente en este contexto económico, más allá de que el hospital se autogestiona con trabajo propio, algo que no siempre es posible frente a obras de envergadura.

   Sánchez Bejarano se refirió, además, a los distintos factores que llevan al crecimiento rápido del sanatorio, como el emplazamiento de servicios de alta complejidad en distintas especialidades, como gastroenterología, hemodinamia y neurocirugía.

   “Nos eligen los médicos para desarrollarse y también los pacientes con obras sociales y prepagas, hecho que, de algún modo, genera el equilibrio sano que necesitamos para seguir sosteniendo nuestra obligación de atender a los adultos mayores”, reconoció.

   En 2012, bajo la dirección del doctor Oscar Arias, el hospital fue ampliado con la construcción de 10 nuevas camas. Sin embargo, poco después esa cifra siguió resultando insuficiente.

   En ese sentido, concluyó la profesional que el crecimiento siempre es bienvenido, aunque conlleva desafíos difíciles de cumplir en tiempos de crisis.