Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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De la mano de Mirtha, la kinesiología crece en Empleados de Comercio

El Gabinete ubicado en el segundo piso de la sede de Rodríguez 60 continúa en plena actividad. Siempre, como hace 40 años, con la presencia de Mirtha Romero. "Es mi segunda casa", dijo.

    Entre la gran cantidad de beneficios que la Asociación Empleados de Comercio le brinda a sus afiliados, se encuentra el Gabinete de Kinesiología.

   El mismo, funciona en Rodríguez 60, de lunes a viernes de 8.30 a 11.55 y de 13.15 a 19.10, y está destinado a afiliados directos y particulares.

   Este lugar, que comenzó a funcionar de manera mucho más sencilla y menos sofisticada en la década del 70, hoy cuenta con aparatología de última generación y varias sectores destinados a distintas actividades para que los pacientes logren una recuperación óptima en el menor tiempo posible.

   Alguien que vivió desde el principio toda esta transformación es la Licenciada en Kinesióloga Mirtha Romero, quien trabaja en el lugar desde hace ya 40 años y que lo adoptó ya como “su segunda casa”.

   “En el comienzo había unos consultorios odontológicos y, del otro lado, había dos boxes, que se habilitaron. En los cuales había un onda corta y una lámpara; que es lo primero que se usaba siempre. Con el tiempo esto se fue modernizando y, de a poquito, se fueron comprando distintos aparatos como el ultrasonido, hasta llegar  tener todo lo que tenemos hoy. Todo esto se consigue con la plata de afiliado, entonces el afiliado es fundamental. Acá, cuentan con un beneficio del 100% y me parece perfecto”, contó Mirtha desde su lugar de trabajo.

   Pasión, vocación y sabiduría. Todo eso se puede observar cuando se la ve a Mirtha en acción, yendo de box en  box, teniendo siempre al paciente como prioridad, con quien logra una conexión especial que ambas partes disfrutan.

   “Acá siempre se trabaja con música, es eso importante para el paciente. Al igual que el kinesiólogo esté relajado. Los pacientes son siempre muy atentos. Cuando se entra acá, hay que dejar todos los problemas afuera y poner lo mejor de uno”, señaló.

   -¿Cómo se trabaja a lo largo de las sesiones con el paciente?

   -Al afiliado se le dan en un comienzo 10 sesiones. En esas 10 sesiones yo trato del que el paciente salga con una solución. Yo acá acostumbro mucho a ir cambiando los tratamiento, porque yo no puedo tener un paciente por 30 o 40 días que siga siempre igual. Teniendo toda la posibilidad de aplicar todo lo que tenemos acá, tenemos que encontrar un mejora.

   -¿Cuáles son los problemas que se atienden acá y cuáles no?

   -Acá se atienden todas las patologías. Lo único que no se hace más son los niños, que antes se realizaba en el sector donde hoy están las cintas y otras máquinas de rehabilitación, que yo esa parte lo tenía todo esterilizada para ellos. Teníamos toda la aparatología para atender los problemas de bronquiolitis.

   -¿Y los problemas más comunes que se ven hoy?

   -Lo que más vienen por lo general son pacientes para ortopedia u traumatología. Pero, si viene un paciente con alguna patología de oído también se la trabaja. También trabajamos mucho con recuperaciones post operatorias, contamos con todos los elementos: una cinta, bicicleta, un aparato multifunción, una pelota; así como también con accesorios para trabajar de manera individual. Es decir, todo lo que se puede necesitar para trabajar de manera individual, hay.

La metodología de trabajo

   Ubicado en el segundo piso de la sede gremial, el Gabinete de Kinesiología cuenta con una metodología de trabajo que lo vuelve característico.

   “Acá tratamos de que esto sea como una gran familia, que el paciente cuando llegué acá se sienta como en su casa”, enfatizó Mirtha, Mirtha, quien estudió y se recibió en la Universidad Nacional de Córdoba.

   -¿Cómo suelen ser los turnos en general?

   -Cada 45 minutos hay tres pacientes, y la verdad que no me alcanza. Por eso siempre se van intercalando y se quedan algún ratito más. Trabajo con aproximadamente 15 pacientes en mi turno.

   -¿Los pacientes son de hacerle preguntas de cómo va su recuperación y demás?

   -Sí, a mí me gusta mucho que el paciente pregunte, porque el paciente que no pregunta es que como que no le interesa. Porque vos no te podes tirar en una cama y no preguntar nunca nada, a mi me gusta que me pregunten. Es importante porque eso te da la pauta de que le interesa lo que estás haciendo. Atenderlos, estar atentos en los detalles, es muy importante. Es fundamental que el paciente se sienta cómodo, para mí el kinesiólogo debe trabajar así.

La satisfacción y el saber

   Como muchas otras actividades y vocaciones, la kinesiología cuenta con dos cosas fundamantales. Una, es la necesidad de ir actualizándose y adquiriendo conocimientos nuevos de maneras prácticamente constante.

   “Yo siempre me sigue actualizando, sigo haciendo cursos constantemente. Más que nada me actualizo en ortopedia y traumatología, porque es lo más común y hay que aprender el manejo de los aparatos nuevos. Siempre que sale un aparato nuevo, si hay fondos, se compra. Elegimos los aparatos que sabemos que van a ser útiles y van a dar efectos”, explicó.

   Y  la otra, parte que lo hace tan especial es la de la satisfacción que entrega saber que uno hizo bien su trabajo, en un lugar que conoce como su casa.

   “A mí lo que más me interesa es que el paciente me diga ‘me voy bien’ y no que me diga ‘voy cuarenta sesiones’ y no avanzo. Esto se fue formando de a poco, yo al principio estaba sola y llegué a atender 70 pacientes. El estar tantos años me pasa que atiendo a gente que también la atendí cuando eran niño. Como me pasa con Perlita Muñoz (NdR: prestigiosa atleta paralímpica de nuestra ciudad), que siempre me viene a visitar. Para mí era una satisfacción muy grande atender esos chicos que hoy los veo que viene a hacer las distintas actividades, como básquet, que le brinda el sindicato. La Comisión está trabajando muy bien, está dejando todo esto muy completo”, señaló.