En medio de mucha tensión, Lula evitó el bloqueo de sus militantes y se entregó a la Policía
-
- copiado al portapapeles
-
- copiado al portapapeles
El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva logró salir del Sindicato de Metalúrgicos, en las afueras de San Pablo, en medio de escenas de tensión y forcejeos por el bloqueo de los militantes del Partido de los Trabajadores que rechazaban que se entregue a la Justicia para cumplir su condena de 12 años y un mes por cargos de corrupción y lavado de dinero.
El exmandatario, junto a su abogado, quiso salir primero en un automóvil pero enfrentó una masa humana que no le permitió moverse, por lo que salió del vehículo y se dirigió nuevamente al interior del edificio.
Finalmente cerca de las 19 pudo abandonar por otro lado el sindicato.
La multitud, que desde el jueves pasado rodeó el edificio, se fue reduciendo desde que Lula anunció que se entregaría para comenzar a cumplir la pena de doce años de cárcel que le impuso la Justicia por corrupción.
Decenas de personas se agolparon a las puertas del estacionamiento del sindicato y, en medio de muchos empujones con los responsables de la seguridad de Lula, impidieron la salida del coche.
Sin embargo, en las cercanías del edificio, también se encontraban varias camionetas de la Policía Federal, a las que Lula logró acercarse para ser custodiado hasta el lugar donde se concretará su entrega.
Una vez que Lula esté en manos de la Policía, será trasladado a la ciudad de Curitiba, en el sur del país, donde le espera una celda de 15 metros cuadrados que fue preparada especialmente para él.
La orden de prisión contra Lula fue dictada el pasado jueves por el juez federal Sergio Moro, responsable por su caso y quien le dio plazo para la entrega hasta las 20 del viernes. Lula ignoró ese plazo y hoy, tras un acto junto a dirigentes del Partido de los Trabajadores (PT) y de movimientos sociales, anunció su decisión de entregarse. (EFE)