Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Los costos de la devaluación: rojo para el tambo, naranja para la carne y verde para el pan

Para la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina, el aumento del dólar trasciende el impacto en la estructura de costos. La mochila de los impuestos.

Leche, pan, carne y queso, bajo análisis. / Diseño de imagen: Guillermo Kluin-La Nueva.

Guillermo D. Rueda
grueda@lanueva.com

   De acuerdo con los Indicadores de Precios que elabora la Federación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina, la estructura de costos de las cadenas relacionadas con las producciones de carne, pan, leche y queso han sido impactadas, fuertemente, por la devaluación del peso argentino.

   No solo se da esa circunstancia, sino que la carne vacuna y el pan se ven atravesados por una carga impositiva de entre el 30 y el 32 %, respectivamente, lo que, para el caso de la primera actividad, la torna casi inviable en esta coyuntura.

Fuente: Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).

   “Lo que ha sucedido con los precios de estas producciones en nuestro país lo podemos dividir en dos. Por un lado el aumento del dólar y, por el otro, el impacto de la devaluación en los últimos meses”, sostuvo Natalia Ariño, economista e investigadora de la FADA, una de las autoras del trabajo de la consultora con sede en Río Cuarto, Córdoba.

  “En el último año se devaluó el 105 % y, en los últimos siete meses, casi el 91 %, considerando un dólar, para el estudio, de este septiembre de 38,50 pesos. La referencia es porque hoy ronda los $ 37”, añadió Ariño, en diálogo con La Nueva.

Natalia Ariño, economista e investigadora de la FADA.

   Según la FADA, una vez más el sector lácteo aporta datos preocupantes, ya que en la formación del precio del sachet de leche toda la cadena láctea muestra un resultado negativo.

   En este sentido, el tambo es el más perjudicado, ya que ni siquiera alcanzó a cubrir sus costos operativos y el comercio presenta una pérdida de 20 centavos por sachet de leche.

   “El impacto en la configuración de la estructura de costos se da mayormente en el tambo y en el feedlot , donde incide mucho la alimentación, como el maíz y el silo, y la soja”, dijo.

Fuente: Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).

   “Como acá la referencia es el valor del dólar, la sequía y el alza de los precios internacionales fueron un cóctel muy fuerte que, además, sumó un factor interno como la devaluación. Estos efectos hacen que los insumos sean más caros”, sostuvo.

   Ariño explicó que, con el dinero que el tambero vende hoy un litro de leche, compra menos maíz que hace un año.

   “Lo mismo sucede con el feedlot, porque solo compra 9 kilos de maíz por un kilo de carne que vende y hace tres años compraba 22 kilos de maíz por la misma carne”, mencionó.

Engorde a corral en el sudoeste bonaerense.

   El informe de la FADA resalta que la cadena de la carne es la que tiene la mayor carga impositiva, ya que representa el 29,8 % del precio final. En el desglose, el 75 % de esos impuestos son nacionales; el 21 %, provinciales y 4 %, municipales.

   Los costos totales son los 69,8 % y la ganancia es de menos del 1 por ciento.

   “El resultado de la cadena de la carne es bajo porque nosotros incluimos el análisis del eslabón de la cría del ternero, como un modelo de la Cuenca del Salado”, aclaró.

Fuente: Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).

   “La cría es el 95 % a campo abierto y el 5 % restante a pastura. Pero, al ser tan extensivo el uso del suelo del campo a la estructura de costos y márgenes hay que computar el costo de oportunidades de la tierra. Cuando esto se incorpora, se desinfla el resultado; es decir, el margen de ganancia”, explicó.

   La economista Ariño afirmó que, en términos generales, una cuarta parte del precio de la carne, de la leche y del pan son impuestos, y que van del 25 al 30 %.

   “¿Si se incrementarán? Todo depende de cómo termine el debate por el presupuesto (NdR: 2019) en el Congreso de la Nación. Ahí se sabrá si subirá o bajará alguna alícuota”, aseguró.
En los impuestos están incluidos los niveles nacionales, provinciales y municipales.

   Se trata de Ganancias, IVA, Ingresos Brutos, Inmobiliario Rural, tasas viales e impuestos a los créditos y débitos, entre otros.

   En este sentido, Ariño dijo que, si bien se está activando el sector exportador, como la carne vacuna y leche (“aunque estos precios estén deprimidos”) y existe una visión al mundo de nuestro país, no hay que descuidar al mercado interno y a los productores.

Fuente: Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).

   “Estas cadenas no existirían si no hay alguien cosechando su producción, porque aquí se genera un efecto encadenado para el derrame de las economías regionales, como empleos genuinos y valor agregado”, dijo.

   El sachet de leche entera, promediando una primera y una segunda marca, en este septiembre tuvo un precio promedio de $ 26,19 por litro, con este desglose: el tambo representa el 29,2 % del precio final ($ 7,64); la industria el 29,3 % ($ 7,68); el comercio el 16,6 % ($ 4,35) y los impuestos el 24,9 % ($ 6,52).

   “El principal costo que aumentó fue el referido a insumos para alimentos tras un doble efecto: sequía y dólar”, coincidió David Miazzo, economista jefe de la FADA.

David Miazzo, economista jefe de la FADA.

   “En el índice de carne bovina de este semestre se incluyó el análisis de la etapa de cría, donde se resalta que el mayor formador de precios en la cadena de carne es el Estado a través de los impuestos (29,8 %)”, agregó.

   “El feedlot explica el 28,4 % del precio final ($ 48,33); el ternero el 21,6 % ($ 36,76); el frigorífico el 7,1 % ($ 12) y la carnicería el 13 % ($ 22,18)”, detalló Miazzo.

El Estado, por tres

   El informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina resalta que la cadena de la carne es la que tiene una de las mayores cargas impositivas, ya que representa el 29,8 % del precio final. En el desglose, el 75 % de esos impuestos son nacionales; el 21 % provinciales y 4 % municipales.

De acuerdo con la FADA, un productor tambero argentino debe vender 3,31 litros de leche para, recién entonces, poder comprar un sachet en el supermercado.

   Los impuestos analizados por la institución precisan que entre $ 1, de entre 3 y 4 pesos que los consumidores pagan, corresponde a la carga impositiva de los distintos niveles del Estado.

   Los costos de producción (materia prima, laborales, estructura, servicios y transporte, entre otros) rondan entre el 88 % y el 70 % del precio final, siendo la cadena láctea la de mayores costos en relación al precio.

Eslabones fusionados del pan

   Para el caso del pan, y de acuerdo con datos del INDEC, en este mes de septiembre se tuvo un precio de $ 60,40 por kilogramo.

Fuente: Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA).

   De ese precio de  60,40 pesos, el trigo representa el 13 % del precio final ($ 7,86); el molino el 5,6 % ($ 3,41); la panadería el 49,2 % ($ 29,70) y los impuestos el 32,2 % ($ 19,43).

   “La panadería es el eslabón donde se produce el mayor salto de valor en la cadena de trigo-pan”, explicó la economista Natalia Ariño, de la FADA.

    “Esto se da fundamentalmente por dos razones: porque se realizan dos actividades, producción y venta por menor, es decir que hay dos eslabones fusionados y porque tiene escalas sustancialmente menores a los eslabones anteriores (producción primaria y molino), por lo que tiene costos unitarios mayores”, detalló la investigadora.