Bahía Blanca | Jueves, 02 de mayo

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Gracias a un vecino se logró frustrar un robo

Un sujeto con frondoso prontuario fue aprehendido ayer, minutos después de haber robado en una inmobiliaria local, merced al oportuno llamado de un vecino al servicio de emergencias 911, que derivó en el rápido accionar policial. Se trata de Santiago Ignacio Bombara, de 30 años, domiciliado en Roca 184, quien, al momento de la detención, adujo hallarse deambulando por el lugar en forma circunstancial debido a la cercanía de su vivienda, dándose a conocer con el apellido materno.

 Un sujeto con frondoso prontuario fue aprehendido ayer, minutos después de haber robado en una inmobiliaria local, merced al oportuno llamado de un vecino al servicio de emergencias 911, que derivó en el rápido accionar policial.


 Se trata de Santiago Ignacio Bombara, de 30 años, domiciliado en Roca 184, quien, al momento de la detención, adujo hallarse deambulando por el lugar en forma circunstancial debido a la cercanía de su vivienda, dándose a conocer con el apellido materno.


 A los pocos minutos del saqueo, la policía identificó a Bombara por su vestimenta y fisonomía, según el relato efectuado por un vecino de la empresa afectada, ubicada en Brown 595, que está a cargo de Jorge Girotti.


 "Es la primera vez que me roban en 35 años de trayectoria", indicó el titular de la inmobiliaria.


 El episodio ocurrió a las 6.15 de la víspera y fue denunciada por el dueño de la firma, quien confirmó que el delincuente rompió la puerta del acceso principal, con intenciones delictivas.


 "Es extraño que vengan a robar a primera hora de la mañana. Los delincuentes de estos tiempos tienen mucha audacia o no están bien de la cabeza", agregó Girotti.


 Al parecer, el delincuente revolvió los cajones de uno de los escritorios, de donde sustrajo una lata con monedas.


 El testimonio de un vecino facilitó el trabajo de los efectivos policiales, logrando detener en pocos minutos a Bombara, quien se encontraba a escasos metros del lugar del delito.


 El individuo, que estaba vestido con un pantalón de gimnasia y una campera gris, se sorprendió al momento de activarse el sistema de alarma del negocio, situación que alertó a los ocupantes de las casas lindantes.


 "Si los vecinos nos empezamos a ayudar entre todos, vamos a combatir al delito. Si no hay colaboración de la gente, la policía tampoco puede trabajar con rapidez y eficacia", amplió Girotti.


 Tras el llamado al 911, personal policial de cuadrículas de la seccional Primera efectuó un relevamiento en el sector, individualizando a Bombara en la intersección de Fitz Roy y Saavedra.


 Al momento de la aprehensión, se secuestraron las monedas producto del ilícito, siendo el sospechoso trasladado y alojado en la seccional de Berutti 650, a disposición de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 15.


 "Tengo algo tácito con los vecinos. Nos miramos a los ojos y ya sabemos si las cosas van bien o están mal. En este caso, me ayudaron para identificar al asaltante", cerró Girotti, de 72 años.

Versión oficial




 Según se informó ayer desde la comisaría Primera, un vecino del lugar se despertó cuando se activó el sistema de alarma de la inmobiliaria y al mirar hacia afuera, a través de una ventana de su domicilio, habría observado a un sujeto en actitud sospechosa en Girotti Propiedades, que aparentemente se dio a la fuga corriendo.


 "No se sabe quién llamó (al teléfono 911). En el acta de procedimiento dice que llamó una persona y, cuando el móvil policial llegó al lugar del hecho, se hizo presente un vecino que dio los datos de Bombara", explicó la sargento Maia González, de la citada seccional.

Amplio prontuario




 Santiago Ignacio Bombara fue protagonista de un curioso episodio en diciembre de 1998, cuando, en cuestión de horas, fue aprehendido por la policía en dos oportunidades.


 La primera "caída" en manos de los uniformados se produjo cuando, en compañía de otros dos sujetos, el joven intentó ingresar, con fines de robo, en el lavadero de Moreno 425.


 El individuo, quien en ese momento tenía 18 años, habría roto el vidrio del local, pero fue descubierto por un testigo, quien dio aviso a la fuerza del orden.


 Un patrullero de la comisaría Segunda recorrió el lugar y poco después atraparon a él y sus cómplices, a unos 100 metros del comercio.


 De todas maneras, por el tipo de delito, Bombara recuperó rápidamente la libertad desde la sede de Estomba 127, y lejos de amilanarse por la circunstancia vivida, un par de minutos más tarde --y a menos de una cuadra de allí-- fue nuevamente arrestado por otro delito contra la propiedad.


 Posteriormente, en septiembre de 2006, fue detenido por efectivos de la seccional Cuarta, luego de ser reconocido por Osvaldo Luis López como quien, momentos antes, sin emplear violencia, sustrajera del comercio de Corrientes 1231, tarjetas telefónicas y dinero.


 En febrero de 2008 fue nuevamente arrestado tras efectuarse un allanamiento en una vivienda del barrio Sevilla, donde se secuestraron 600 gramos de cocaína y 60 de marihuana, armas y elementos de dudosa procedencia.


 Además, Bombara debió cumplir una pena de seis meses de prisión efectiva, tras ser hallado culpable de los delitos de violación de domicilio y daño.


 El hecho por el cual se lo arrestó in fraganti se perpetró el 20 de junio de 2008, antes de las 7, cuando ingresó, con supuestos fines delictivos, en la confitería Bruno, situada en la avenida Alem 229 y propiedad de Miguel Angel Brunoldi.