Murió Pedro González Prieto, uno de los pioneros de la UNS
-
- copiado al portapapeles
-
- copiado al portapapeles
Ayer, en Buenos aires, adonde había viajado para recibir una distinción del Senado, falleció Pedro González Prieto, pionero, ex rector normalizador y doctor Honoris causa de la Universidad Nacional del Sur.
El "profesor" tenía 87 años y había nacido en Bella Vista, "un barrio muy familiar, con mucha actividad y pequeñas industrias. Había gente que fabricaba calzado, peluquerías, fábricas de carruajes y herrerías. Y las caleras de Cantarelli y de Colombo", recordaba.
González Prieto cumplió sus estudios secundarios en el Colegio Don Bosco hasta el cuarto año, época en la que bajo el influjo estudiantil de aquellos tiempos de barricadas se les ocurrió a los alumnos hacer una huelga. Eso significó para Pedro ocupar un lugar en la lista que lo dejó en la calle. El Nacional le dio un lugar y, tras un avistaje en la facultad de Medicina de Rosario, cumplió con su vocación por la Geografía y la Historia en La Plata.
En La Plata sumó conocimientos y experiencia. En 2º año fue elegido delegado estudiantil con fuerte apego a la reforma universitaria.
El frente estudiantil fue resuelto por el peronismo mediante la escisión. Impuso la UES (Unión de Estudiantes Secundarios) y la USU (Unión Sindical Universitaria).
Por entonces González Prieto conoció en La Plata a otro bahiense, Miguel López Francés y empezó a vivir de cerca el surgimiento de la UNS.
"Yo estaba en la Cámara de Diputados cuando, en 1947, López Francés presentó el proyecto para crear el Instituto Tecnológico del Sur. Se basaba en tres carreras: Contador Público, Ingeniería y Química. Viví aquel momento con gran emoción", evocaba.
Cuando, después de recibirse, González Prieto vino a Bahía Blanca para incorporarse al flamante Instituto, López Francés daba los primeros pasos en el histórico edificio de la calle Rondeau.
A fines de septiembre de 1955, mientras estaba en La Plata, González Prieto recibió una comunicación de Castellanos Solá, comisionado municipal, para que volviera a Bahía Blanca como interventor del Instituto Tecnológico, cargo que asumió de inmediato.
Tras la creación de la UNS, González Prieto desempeñó diversas y activas funciones. Profesor en los departamentos de Geografía y de Economía, y rector normalizador en 1983, fue además director del Instituto Argentino de Oceanografía.
El 18 de diciembre de 2003, el Consejo Superior Universitario aprobó por unanimidad su designación como Doctor Honoris Causa. Fue el segundo bahiense en recibir ese título, además del Premio Nobel, doctor César Milstein.
Pedro González prieto ocupó el cargo honorario de Guardasellos de la UNS. Fue, por años, quien firmó todos los diplomas de los egresados.
Sus restos serán inhumados hoy, a las 12, en el cementerio parque El Recuerdo.
Minuto de silencio. Durante la sesión de ayer, y con un minuto de silencio, el Concejo Deliberante rindió homenaje al ex rector de la UNS.
Aquellos años inolvidables
Con el transcurso de los años, González Prieto recordó que "ni bien se conoció la noticia de la creación de la UNS, en Bahía Blanca empezó la gran fiesta".
Efectivamente, la ansiada apertura se recibió con enorme algarabía, al punto que las páginas del diario reflejan con grandes fotografías las calles céntricas atestadas de personas que, de manera espontánea, salieron a celebrar la exitosa culminación de una campaña que unió a todos los bahienses.
El miércoles 11 del primer mes de 1956 se llevó a cabo el acto que dejó oficialmente inaugurada la Universidad, el cual contó con la presencia del ministro de Educación de la Nación, Atilio Dell'Oro Maini, quien viajó especialmente para la ocasión, junto con el interventor federal de la Provincia, coronel Emilio Bonnecarrere.
"Todos vivimos con gran fervor aquella jornada. Lo más importante es que nadie se sentía dueño de ese logro y, sí, todos participábamos de haberlo conquistado. Yo había visto gente que ni siquiera pisaba la universidad pegando papeles en las paredes. Otros iban a las localidades en vagones ferroviarios, para reunir firmas. Fue una especie de epopeya cívica", aseguró a este diario González Prieto, años después.